Más allá de los contratiempos para la construcción de Portezuelo del Viento a partir de la resistencia pampeana, se avizora una fuerte disputa entre la provincia de Mendoza y el Gobierno nacional, una vez que la obra que se realizará sobre el río Grande esté concluida, lo que en el mejor de los casos será en 2022.
El punto de conflicto es quién se quedará con los fondos de la venta de energía de la central hidroeléctrica. Por un lado, la Nación entiende que como financista del proyecto tiene derecho a las ganancias. Por otro, el Gobierno provincial subraya que los fondos para la construcción le corresponden a Mendoza, ya que es un resarcimiento por las pérdidas económicas generadas por la promoción industrial en las vecinas provincias.
En 2006, el exgobernador Julio Cobos y el expresidente Néstor Kirchner acordaron que Mendoza desistiría de su demanda judicial a Nación a cambio de la construcción de Portezuelo.
Este punto es clave para definir quién se queda con la venta de energía. Si Mendoza puede defender su postura -que el dinero que se invierta en Portezuelo ya es de la provincia-, podría obtener alrededor de 70 millones de dólares por año. Caso contrario, si el gobierno de Mauricio Macri no da el brazo a torcer, será Nación quien se quede con las ganancias, tal como ocurre en el litoral con Yacyretá, la mayor obra hidroeléctrica de las últimas décadas, donde las provincias sólo se quedan con las regalías por el uso del agua.
Un fondo para construcción de más diques
La venta de energía es la llave para poner en marcha otros proyectos hidroeléctricos presentadas hace años e incluso décadas; muchos están previstos sobre el mismo río Grande -se podrían construir río arriba de Portezuelo- y en el río Mendoza, al oeste de Potrerillos. La idea del Gobierno es un plan estratégico: crear un fondo fiduciario con la venta de energía que sólo se utilice para financiar estos diques y, así, generar un "círculo virtuoso", con independencia de Nación.
Consultado por MDZ, el subsecretario de Energía, Emilio Guiñazú, señaló que el objetivo es "volver a tener un proyecto hidroeléctrico de forma permanente, como tuvimos durante 50 años. Si podemos hacernos de un flujo de caja vendiendo energía, tendríamos autonomía financiera para encadenar un proyecto tras otro, un plan estratégico en energias hidroeléctricas".
Entre los proyectos presentados en las décadas del '70 y '80 que podrían reactivarse en las próximas décadas, se encuentran Cordón del Plata (arriba de Potrerillos); Risco Negro, El Seguro y Rincón de los Godos sobre el río Grande; y El Baqueano en el río Diamante. "Queremos hacer un aprovechamiento integral del rió Grande como hizo Neuquén en el Limay. La mitad de las hidroeléctricas de Argentina está ahí", subrayó Guiñazú.
Habría que estudiar nuevamente los proyectos de los '70 y '80 por las nuevas necesidades y el cambio climático, pero el que tendría más factibilidad de construcción es Cordón del Plata", dijo el funcionario de Alfredo Cornejo. Por otra parte, Los Blancos no está incluido en esta lista porque ya tendría definido el financiamiento por parte de la Nación.