Entre el 2015 y el 2016, la delincuencia común aumentó significativamente en Madre de Dios. Cifras actualizadas por la Policía Nacional registran que las denuncias por delitos contra la seguridad pública se multiplicaron: en menos de un año pasaron de 116 a 381, mientras que los robos simples y agravados pasaron de 189 a 382. El lugar de mayor incidencia es el sector denominado La Pampa, zona dedicada a la minería ilegal de oro, donde la presencia policial es muy reducida.
El coronel PNP Amador Chávez Carhuamaca, jefe de la Región Policial de Madre de Dios, explicó a este Diario que el rápido incremento del delito en la región está relacionado directamente con la minería ilegal enquistada en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata, debido a que la riqueza generada por este ilícito ha atraído a más delincuentes.
“Desde hace algunos años, en Madre de Dios hay una economía en ascenso que ha provocado que lleguen a Puerto Maldonado delincuentes desde la costa o la zona norte del país, que se juntan con bandas locales, que les proveen de información para cometer los delitos”, dijo.
En esa misma línea, el presidente de la Junta de Fiscales de Madre de Dios, Pedro Washington Luza, confirmó que la mayor cantidad de delitos que investiga el Ministerio Público se ubica en las zonas mineras, en especial en La Pampa.
“Todo tiene que ver con la minería: las extorsiones, los ‘marcajes’ y los robos, porque en toda esta zona de La Pampa el oro es extraído y debe ser transportado [casi siempre por tierra hacia Cusco y otras ciudades del sur]; eso es atractivo para los asaltantes”, sostuvo.
El fiscal consideró que debe organizarse un trabajo coordinado entre las autoridades para cortar el flujo criminal en esta zona.
El abogado Augusto Linares, especialista en asuntos de minería ilegal, subrayó que la delincuencia en regiones como Madre de Dios se debe afrontar de manera preventiva y con una presencia más activa del Estado. “La minería ilegal está ligada a la informalidad, igual que el narcotráfico. Todo es parte de un mercado negro que camina al margen de la ley”, dijo.
El coronel Chávez alertó además que la policía en la región no cuenta con la logística necesaria para enfrentar la delincuencia común ni organizada. Solo en La Pampa –aseguró– hay en promedio entre 10 y 12 bandas organizadas dedicadas al control, la vigilancia y el cobro de cupos. En la ciudad de Puerto Maldonado calcula que hay otros cinco grupos delictivos.
“Solo tenemos 560 efectivos policiales y hacen falta otros 500 agentes para patrullar. La mayoría de policías con los que contamos son de Cusco. El año pasado, más de 100 efectivos volvieron a su lugar de origen. Eso disminuye la capacidad de respuesta”, añadió.
De hecho, en noviembre del 2015 un estudio realizado por el investigador Martín Arana alertó que la minería ilegal en esta región había pasado de ser solo un problema ambiental a ser un factor de inseguridad ciudadana, ligado a otros delitos como la trata de personas.
De acuerdo con un informe publicado en mayo de este año por el Instituto Peruano de Economía, Madre de Dios registra un índice de 20,1 homicidios por cada 100 mil habitantes. Esta región es solo superada por Tumbes, que registra 23 homicidios por 100 mil habitantes (el promedio nacional es de 6,7). Es decir, Madre de Dios tiene casi tres veces el promedio nacional de asesinatos, a pesar de ser la región menos poblada.