La minera global BHP Billiton cuenta los días para la puesta en marcha de una planta eléctrica a gas en la costa del desértico norte chileno, una iniciativa con la que busca dar sostenibilidad a su negocio en el país durante la próxima década.
Kelar, una termoeléctrica de 517 megavatios en las afueras del puerto de Mejillones y que entrará en operación en diciembre, es un proyecto que BHP licitó para abastecer la demanda energética de sus minas en Chile lideradas por Escondida, el mayor yacimiento de cobre del mundo.
Los altos precios de la energía en los últimos años y la cada vez menor disponibilidad de agua en el árido norte del principal productor mundial del metal rojo, empujaron a la empresa a apoyar el desarrollo de la central eléctrica y la construcción de una gigantesca planta desalinizadora.
"Se toman opciones que uno podría decir, incluso, que son más caras (que) en el mercado, pero tienen que ver con la sostenibilidad" de las operaciones, dijo a Reuters Patricio Vilaplana, gerente de asuntos corporativos de Minera Escondida, durante una visita a las plantas.
Sin embargo, el ejecutivo aseguró que de esa manera la empresa no está tan expuesta a los vaivenes del mercado.
"Tenemos tranquilidad en un horizonte de la próxima década con estas inversiones hechas", agregó. Kelar, que demandó una inversión de 630 millones de dólares, fue adjudicado al consorcio KS, conformado por las coreanas KOSPO y Samsung, aunque tanto los insumos de gas como la disposición de la energía estará en manos de BHP.
Escondida ha estado buscando eficiencias en sus operaciones que le permitan mantener el liderazgo en la producción del metal. La mina ha sido afectada por la caída en los precios del metal, pero además enfrenta un desgaste en la producción por menores leyes de mineral. BHP posee el 57,5 por ciento de Escondida, en la que también participan Rio Tinto, Jeco Corporation y JECO 2.
El yacimiento está a 3.100 metros sobre el nivel del mar a 170 kilómetros al sureste de la capital regional Antofagasta.
Las operaciones de BHP en Chile también abarcan su unidad Pampa Norte, conformada por las minas Spence y Cerro Colorado. Para asegurar el funcionamiento de estas operaciones, en medio de una creciente escasez de agua, BHP decidió invertir 3.430 millones de dólares en una planta desalinizadora que producirá 2.500 litros por segundo, cinco veces lo suministrado por la actual instalación que opera en su puerto Coloso.
Aunque esta clase de recurso puede multiplicar el costo frente al agua de acuíferos, Vilaplana afirmó que la decisión de la millonaria inversión apunta justamente a garantizar las operaciones mineras. La planta, que también se ubicará en su puerto de exportaciones de cobre, estará en funcionamiento en el 2017.