El Banco Mundial (BM) abogó hoy por un "gran giro" que consolide el crecimiento esperado para 2017 en Latinoamérica tras una recesión este año provocada por la caída del precio de las materias primas y la falta de reformas estructurales y de nuevos sectores productivos orientados a la exportación.
El economista jefe para América Latina y el Caribe del BM, Augusto de la Torre, recomendó explorar una mayor integración regional, un cambio productivo hacia sectores exportables y una demanda interna menos dependiente del consumo.
En la presentación de un informe de perspectivas para la región, el BM pronostica que Latinoamérica sufrirá una desaceleración del -1,1 % de su producto interior bruto (PIB) este año, pero repuntará a un moderado crecimiento del 1,8 % el año próximo.
De la Torre recordó que el impacto de la caída de los precios de las materias primas y otros factores externos han venido lastrando a las economías latinoamericanas que deben abordar cambios para consolidar el esperado repunte de 2017, que será generalizado a excepción de Venezuela, el gran enfermo de la región.
La menor demanda de China y de otras economías internacionales y el aumento de los tipos de interés en Estados Unidos ha afectado a las posibilidades de crecimiento en toda Latinoamérica, región para la que el BM recomienda la transición hacia un nuevo paradigma económico. Brasil, la gran economía regional, volverá al crecimiento el año próximo, pero el Banco Mundial considera que es necesaria una reforma fiscal compleja, que tiene un gran componente de consenso político.
Con respecto a México, el economista jefe del BM para Latinoamérica opinó que la falta de un crecimiento más sólido pese a las reformas ya abordadas es uno de los "grandes misterios" económicos de la región y señala que hay espacio para aún más reformas estructurales.
Entre los casos de éxito, el informe destaca a Perú, que ha conseguido apuntalar el crecimiento con una moneda estable. Además, a excepción de Chile (Estutgart: 704599.SG - noticias) , Perú y Paraguay, todos los demás países necesitan ajustes fiscales en cierto grado, mientras que Brasil, Colombia y Uruguay deben tomar medidas para fomentar el ahorro.
Según el informe, para las economías sudamericanas será muy importante fortalecer la demanda externa con la incorporación de nuevos sectores exportables que complementen a los de materias primas que, opinó De la Torre, sufren una "caída de los precios bastante permanente".
"La integración regional puede generar una región más eficiente (...) El vecindario necesita más integración para integrarnos mejor en el mundo", expuso De la Torre como una de las recetas para un mayor potencial de crecimiento latinoamericano.
Paradójicamente, este punto de inflexión de una región con más necesidad de proyección exterior se da cuando en Estados Unidos y países como el Reino Unido hay corrientes políticas hegemónicas abogando por un mayor proteccionismo.
Otra de las recetas propuestas por el BM es basar la demanda interna más en la inversión y algo menos en el consumo, como ocurre en los países asiáticos, con la constancia, señaló De la Torre, "de que somos latinos, no asiáticos".
Entre los riesgos para que la recuperación latinoamericana no se consolide, De la Torre destacó la posibilidad de que el comercio internacional no se recupere, que el crecimiento de China no sea el esperado y, en general, la demanda externa reduzca el espacio para reformas macroeconómicas.
Según concluyó el economista ecuatoriano, "la coyuntura ha cambiado", como sugiere el menor ritmo de crecimiento de China o los precios de las materias primas, por lo que "hay que recalibrar los patrones domésticos acorde con las nuevas condiciones externas".
Reuters realizó un listado de las principales proyecciones de crecimiento del Banco Mundial para 2016 y 2017:
Argentina -1.5 3.0
Bolivia 3.8 3.7
Brasil -3.2 1.1
Chile 1.6 2.2
Colombia 2.3 2.8
Ecuador -2.3 0.8
Guatemala 3.6 3.6
Haití 0.8 1.2
México 2.1 2.4
Panamá 5.6 5.6
Paraguay 3.0 3.1
Perú 3.7 4.2
Uruguay 0.3 1.2
Venezuela -10.0 -2.6
El Banco Mundial se mostró más optimista en cuanto al dinamismo de la economía peruana para el 2016 y 2017, promovido por el fuerte repunte de la producción minera.
En la actualización más reciente del informe Perspectivas económicas mundiales dado a conocer hoy, el Banco Mundial eleva ligeramente la proyección de crecimiento de la economía peruana a 3.7%, desde el 3.5% previsto en el reporte de junio de este año.
También aumenta la expectativa de crecimiento de la economía peruana para el 2017 de 3.5% previsto en junio a 4.2%.
El economista en jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Augusto de la Torre, afirmó que el crecimiento de Perú ha sido “muy bueno, aunque necesita ser sustentado en el futuro”.
“La impresión que tengo es que Perú está muy avanzado en ese camino. Se nota que empiezan a regenerarse capacidades de producción en el sector transable, incluyendo el turismo asociado a la revolución culinaria”, apuntó.
Asimismo, consideró que el 2017 será un buen año para Sudamérica. “El 2017 será un año de recuperación para todos los países de Sudámerica a excepción de Venezuela y Argentina”, refirió.
El Banco Mundial prevé una recuperación de 3% del PBI de la Argentina para 2017, luego de una caída estimada en 1,5% para este año y a la vez considera que el país tiene pendiente un ajuste fiscal, de acuerdo a las expresiones de Augusto de La Torre, al presentar a los medios el informe del BM sobre la perspectiva económica regional de América Latina.
La cifra para este año representa un deterioro con respecto a junio pasado, cuando el organismo había estimado una caída del 0,5%, en tanto la previsión para el próximo año disminuyó levemente.
El martes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) también empeoró los pronósticos para el país, del 1% de caída en abril pasó al 1,8%.
Durante una conferencia de prensa realizada en la ciudad de Washington, Augusto de la Torre indicó que, si bien el Banco Mundial espera una caída de 1,5% este año, para el 2017 prevé un fuerte repunte de la economía 3%, traccionada de un aumento de la inversión de 1,8%.
Al mismo tiempo, De la Torre destacó las otras correcciones que realizó la nueva gestión, que se "hicieron rápido y bien", como la salida del default, del cepo cambiario, la quita de las trabas al comercio exterior, entre otras.
En este sentido, consideró que la tarea fiscal será más sencilla si la economía se recupera, indicando que, el año próximo el país crecería.
Afirmó también que la Argentina tiene muchos espacios para mejorar la competitividad y dar "el gran giro del comercio de bienes de exportación, en los rubros de tecnología e innovación".
Estas observaciones fueron parte de la conferencia que se realizó en la presentación que se realiza en Washington con motivo de las Asamblea Anual conjunta del FMI y del Banco Mundial.
En esta presentación, el representante del Banco Mundial expresó que la Argentina necesita realizar un ajuste en en plano fiscal, como parte de las medidas "pendientes" para retornar el crecimiento sostenido con empleo, si bien ponderó los esfuerzos macroeconómicos realizados por la nueva gestión como el cambiario, modificaciones de aranceles al comercio exterior y la solución del problema de los holdouts.
"El gran debate que hay con la Argentina es si el ajuste fiscal se va a materializar finalmente, si las condiciones políticas lo van a permitir" en los próximos tres años como prometió el presidente Mauricio Macri, expresó Augusto de La Torre, en el marco de la presentación en Washington DC del Informe regional semestral sobre América Latina y el Caribe, denominado "El gran giro: restaurar el comercio a través del crecimiento".
Un nuevo recorte a las estimaciones para la expansión de la economía realizó este miércoles el Banco Mundial, al rebajar las proyecciones para el crecimiento del PIB en Chile desde el 1,9% estimado en junio hasta el 1,6% actual, aunque para 2017 elevó marginalmente la proyección desde 2,1% a 2,2%.
Así lo dio a conocer el economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Agusto de la Torre, al presentar el informe "El Gran Giro en América Latina: Restaurar el crecimiento a través del comercio", en el que estimaron que América Latina y el Caribe presentará una contracción de 1,1% en 2016, "debido a que las recesiones en algunos países grandes de América del Sur pesan más que el crecimiento generalmente positivo y estable en México, América Central, y el Caribe".
Sin embargo, la entidad proyecta una recuperación para el próximo año con una expansión de 1,8% dada la recuperación de crecimiento esperada en Brasil y Argentina y una modesta aceleración del crecimiento en otros países de América del Sur".
En un contexto de una economía regional en pleno proceso de ajuste, por los bajos precios de los commodities y al menor crecimiento de China, el Banco Mundial situó a Chile en un grupo de países (junto a Perú y Paraguay) donde la existencia del tipo de cambio flexible permite que la magnitud de dichos ajustes sea menor.
"Para este grupo de países las cuentas fiscales y externas se encuentran en posiciones razonablemente sostenibles, el crecimiento (aunque menor que en el pasado) se mantiene por encima del promedio regional, y las presiones inflacionarias son menores o inexistentes", comentó.
Sin embargo, notó que "la caída en la tasa de inversión en Chile continua siendo preocupante".
En cuanto a las exportaciones regionales, la entidad apuntó que "aunque las exportaciones de América del Sur medidas en dólares continúan su tendencia decreciente, reflejando lo caída de precios, hay un incipiente aumento en los volúmenes de exportación desde finales de 2015".
Al respecto, destacó a Chile, Brasil y Colombia al notar que "los aumentos en la cantidad de exportaciones se concentra en los países que más han depreciado sus monedas, sugiriendo que la flexibilidad cambiara tiene efectos positivos".
No obstante, matizó el punto y señaló que "la no tan buena noticia es que el aumento en los volúmenes de exportación se concentra mayormente en commodities primarios", asegurando que "si las exportaciones de commodities son lo indicado para generar ganancias de productividad es una pregunta abierta".
"En cualquier caso, la diversificación de las exportaciones es deseable ya que ayudaría a limitar la volatilidad macroeconómica", remarcó.
La entidad agrupó a Chile junto con Bolivia, Ecuador, Paraguay y Perú como los países con una alta tasa de ahorro interno promedio, situación que permite enfrentar de mejor manera la baja en el ciclo de los commodities.
En eso, planteó que el grupo "se alinea estrechamente con sus pares respecto a las trayectorias de la demanda interna y el crecimiento, pero es insuficiente su alineación con respecto a la inflación".
De la Torre abordó en su presentación la pertinencia de las medidas contracíclicas para hacer frente a la desaceleración que afecta tanto a Chile como a varios países de la región. En eso, aseguró que "la palabra contracícilica implica que estamos pasando por una situación cíclica, es decir, aplica para situaciones transitorias".
Ante ello, planteó que "lamentablemente en la región no estamos pasando por una situación transotoria, y yo creo que la caída de los precios de los commodities es bastante permanente, van a quedarse donde están", alertó.
Al respecto, plenteó que "la desaceleración en China no es una cosa de dos años, yo creo que China no va a crecer al 11% como creció hace muchos años, lo va a hacer al 6%".
"Cuando lo que estás pasando es por una coyuntura donde te cambiaron de manera duradera los factores, el espacio para la política contra cíclica es muy reducido, porque lo que tienes que hacer no es política contra cíclica, sino la recalibración de tus patrones domésticos a las nuevas condiciones externas, y por eso es que a la región le ha costado tanto trabajo hacer lo que estamos haciendo", remarcó.