La ya famosa frase a esta altura del presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, que apuntaba a que no había “un puto peso” al interior de la estatal ya tiene efecto directo en su plan de inversiones para el mediano plazo.
Esto, porque según una publicación interna la administración junto a la mesa directiva ya tomaron la decisión de reprogramar inversiones por US$2.251 millones en relación al plan original -que contemplaba en un inicio inversiones por US$25 mil millones, posteriormente US$23 mil millones, y actualmente unos US$20 mil millones-, lo que significa que para el quinquenio a 2020 la estatal invertirá unos US$18 millones.
“Para el mediano y largo plazo, modificaremos la estrategia para la materialización de los proyectos, pasando de un plan de desarrollo que los realizaba de manera simultánea a uno que los reprograma secuencialmente. Esto permitirá una mejor gestión, asegurando la solución de problemas técnicos, la disponibilidad de recursos, el resguardo de los niveles de producción, entre otros aspectos”, explica en el documento Codelco.
En concreto, la minera optó por postergar hasta 2024 el proyecto Radomiro Tomic Sulfuros Fase II, iniciativa con resolución de calificación ambiental (RCA) aprobada este año, y que proyectaba su inicio de operación a fines de 2017.
Desde la administración ya habían indicado que el proyecto -que contemplaba una inversión de unos US$5.400 millones, la mayor en la historia de la empresa- “no volaba” con los precios del cobre actuales, por lo que requería una reformulación para cumplir con los parámetros básicos para llevar adelante dicho desembolso.
“La ley de cabeza, que es 0,47%, con un porcentaje importante de solubles en la cabeza que hacen que los diseños de ingeniería aún no hayan podido ser lo suficientemente confiables como para rentabilizar convenientemente a una tasa del 8% el proyecto. Es un proyecto que todavía necesita más pensamiento, más productividad, para que efectivamente pueda ser viable; pero tiene que ser viable”, había advertido Nelson Pizarro a PULSO en agosto pasado.
A esto se suma la decisión de extender la suspensión del proyecto minero Minería Continua, que se buscaba implementar en el yacimiento Río Blanco de la división Andina, aplazando su primer hundimiento para 2019. Asimismo, se postergó el desarrollo de la mina del tercer panel inferior en la misma división.
En cuanto al aproblemado proyecto Nuevo Nivel Mina El Teniente -que busca mantener la producción en dicha división del distrito Centro Norte-, la administración sinceró su inicio estimado para 2023. Sin embargo, esta iniciativa -que fue suspendida por problemas geomecánicos en el macizo rocoso- mantendrá su producción estimada inicialmente de 137.000 toneladas por día (tpd), que equivalen a una producción en régimen en torno a 434.000 toneladas de cobre fino al año.
Desde la empresa indican que dicho proyecto por estos momentos “sigue con el desarrollo de su zona de explotación, mientras se trabaja para solucionar técnicamente la construcción de los túneles”.
Finalmente, en relación al proyecto expansión Andina -ex Andina 244-, actualmente en prefactibilidad, se proyecta un yacimiento de un mayor tamaño sustantivo, con una producción de 150.000 toneladas por día, que iniciará su producción hacia el 2024.
Todo lo anterior, indicó la minera en su documento, “implicará reprogramar inversiones por US$2.251 millones en relación al plan original, por lo que para el quinquenio 2020 el plan alcanzará US$18.000 millones, contribuyendo así a una mayor sostenibilidad de la cartera de proyectos.
En la otra vereda, los proyectos que no sufren modificaciones son Chuquicamata Subterránea y Traspaso Andina, que continúan su construcción de acuerdo a lo planificado, con inicio de sus operaciones en 2019 y 2020, respectivamente. En cuanto al proyecto estructural de la división Salvador, Rajo Inca, avanza.
La estrecha situación por la cual atraviesa Codelco tiene consecuencias para las arcas fiscales. Su menor aporte en 14 años entregará la cuprera estatal en 2017, sumando solo US$ 855 millones, el menor monto desde 2003. Este monto considera los traspasos obligatorios de la Ley Reservada del Cobre, pero no incluye la futura capitalización de la empresa.
Ello representa una baja de 3% en los traspasos estimados para este año y es la séptima caída consecutiva anual. En todo caso, la mayor caída se observó en 2015, con una baja de 50%.
“Ello es debido principalmente a un incremento en los costos de producción, los que, medidos en dólares, se incrementan en 4,6% en 2017 respecto de 2016”, explica el Informe de Finanzas Públicas, documento que acompaña al Presupuesto 2017 y que fue presentado ayer por el director de Presupuestos, Sergio Granados, ante el Congreso.
Los ingresos totales del fisco crecerían solo 1,7% el próximo año, totalizando US$ 52.184 millones. Dado el bajo aporte de Codelco, ello se sostiene mayormente por la recaudación tributaria, que crecería 4%. Esta, a su vez, sería impulsada por un repunte de los aportes de la minería privada de 235%. Mientras, la tributación del resto de los contribuyentes aumenta solo 0,3%.
La tributación minera crecerá fuerte en 2017 debido a la baja base de comparación, ya que este año hubo más devoluciones en la Operación Renta que recaudación.
A su vez, en el resto de los contribuyentes, la base de comparación es alta este año, sobre todo en los primeros meses, debido a los ingresos por la medida de registro de capitales en el exterior.
El IVA se proyecta con un crecimiento de 4% para el próximo año; los impuestos a los productos específicos, con un 3,2%; el impuesto al comercio exterior, con 6,5%, y el impuesto a los actos jurídicos, con un crecimiento de 0,2%.
Los supuestos macroeconómicos presentados por la Dipres ayer consideran que el precio del cobre se mantendría en los niveles actuales, pasando de US$ 2,16 la libra como promedio 2016 a US$ 2,20 la libra el próximo año.
Además, proyectan que la demanda interna se expandiría 2,8% en 2017 y 4% en 2018, lo que considera un repunte del consumo y la inversión hacia adelante versus el 1,4% que se expandiría este año.
Pese al escenario estrecho que se dibuja para el próximo año, el 2017 sería levemente mejor que este año. Según las cifras oficiales, los ingresos totales del fisco en 2016 muestran una caída de 0,2% respecto de 2015. Ello, debido a la baja de 18,1% que registrarán los traspasos de Codelco este año y una nula variación de los ingresos tributarios en comparación con 2015, pese a los aportes que entrega la reforma tributaria con el alza del impuesto de primera categoría.
La Dipres dio a conocer que con la trayectoria de reducción del déficit en cerca de 0,25 puntos porcentuales por año, se llegaría a una cifra de -0,8% del PIB recién en 2020, evolucionando desde el -1,7% del PIB actual. El año pasado, y antes de la revisión que hizo Hacienda con los nuevos parámetros estructurales de precio del cobre y PIB tendencial, el ministro Valdés proyectaba que ese -0,8% del PIB se alcanzaría ya en 2018.
“Esta política que implementamos la hicimos justamente porque teníamos mucha incertidumbre respecto a los parámetros estructurales, y comprometernos a una trayectoria de balance estructural con distintos parámetros habría significado vaivenes en el gasto fiscal para el cual no estábamos preparados”, dijo Valdés ayer.
La compañía pidió, además, ser incorporada voluntariamente en el ranking de sociedades anónimas abiertas para elevar su propio nivel de exigencia, consiguiendo el cuarto lugar.
Codelco recibió hoy dos distinciones en el Índice de Transparencia Corporativa (ITC) 2016. Entre 27 empresas estatales, obtuvo el primer lugar como la institución más transparente del sector, subiendo dos puestos respecto del año pasado. También obtuvo la primera posición en la categoría de empresas del Sector Productivo. Sin embargo, la novedad estuvo en la solicitud hecha por la propia compañía de ser incorporada voluntariamente en el ranking de sociedades anónimas abiertas, en el que alcanzó el cuarto lugar entre 95 instituciones evaluadas.
El ITC es un indicador que evalúa el nivel y la calidad de los reportes que publican en sus sitios web las distintas compañías. Entre otros temas, se analiza y puntúa la información de finanzas, de sustentabilidad, de gobierno corporativo, de presentación y negocios, de atención al inversionista, además de las herramientas ofrecidas al usuario.
En la ceremonia de premiación realizada hoy, el presidente del directorio, Óscar Landerretche, valoró la elaboración de este índice. “Es un estímulo para profundizar los esfuerzos por poner la transparencia en el centro del quehacer de Codelco, ya que como empresa pública tenemos una responsabilidad aún mayor en esto”, indicó. Asimismo, Landerretche comentó que la solicitud de ser comparados con las sociedades anónimas abiertas obedece a la decisión de la empresa de alcanzar los mejores estándares. “Tenemos el deber de transformarnos en un referente en materia de transparencia y probidad, porque ese es un primer paso para lograr la confianza de los chilenos y chilenas”.
Por su parte, el director ejecutivo de Inteligencia de Negocios, Rodrigo Díaz, consultora que desarrolla el ranking desde 2010, aseguró que “es doblemente meritorio para Codelco haber recuperado el primer lugar de las empresas del Estado y, al mismo tiempo, intentar competir con las sociedades anónimas abiertas, para obtener, en su primer intento, el cuarto lugar.
Esto es extremadamente valioso, porque la medición de las sociedades anónimas es mucho más exigente. Sin duda refleja un esfuerzo que ninguna otra empresa del Estado está haciendo por ser más transparente, por mostrar más información y por ir delante de la curva. Esto la deja en un pie de vanguardia con respecto a las demás empresas estatales”.
En Codelco se recalcó, además, que ser reconocida en este tipo de mediciones es un aliciente al trabajo realizado por la Corporación en materia de transparencia, probidad y buenas prácticas.