El oro volvió a caer por debajo de los US$ 1.300 por primera vez en más de tres meses, luego de haber repuntado un 25% en la primera mitad del año,
En las primeras operaciones de ayer el metal dorado cotizaba a US$ 1,283.60 la onza, mientras que el Comex los futuros de oro para entrega en diciembre cotizaban a US$ 1.272,25 la onza troy, cayendo un 3%.
La recuperación del dólar y los rumores de que la Fed elevará las tasas de interés en su próxima reunión en noviembre, golpearon al activo refugio.
La mejora en los datos económicos refuerza el caso para la Fed de impulsar las tasas este año, lo que reduciría la competitividad del oro contra los activos que devengan intereses, indica Bloomberg.
Los datos económicos de los EE.UU. fueron mejor de lo esperado, lo que aumenta las posibilidades de un alza de diciembre, de acuerdo a Mining.com.
Para Tim Evans, de Trading Group, el oro no va a responder bien a eso. "Con las expectativas de un alza de tasas y sin señales de inflación en el corto plazo, es negativo para el oro", dijo a Bloomberg.
Otro de los factores que hicieron caer al oro, es la suba del índice de manufactura que alcanzó en septiembre 51,5, superando cómodamente el esperado 50.4.
“Este rebote saludable, después de una caída inesperada en agosto, ha levantado las probabilidades de un aumento de las tasas en diciembre”, dijo, Angus Nicholson, analista de mercado de IG a The Bullion Desk.
Los analistas coinciden en que es poco probable que la Fed suba las tasas en noviembre, durante su próxima reunión debido a que se dará una semana antes de las elecciones en Estados Unidos, pero aseguran que para fin de año habrá modificaciones.
La caída del oro puede estar dañando la confianza y los precios del uranio y potasio parecen desplomarce cada semana, pero 2016 es todavía un año excepcional para la minería y los metales.
El oro apenas está pendiendo en el status del mercado alcista con una mejora del 20,1% desde el inicio del año, pero reciente se ha visto una debilidad en el platino y el paladio que cayeron 8,5% y el 7,4% desde los máximos alcanzados en agosto. Con un aumento de 47% o US$ 220 la onza desde su pico en 2016, el paladio sigue siendo uno de los metales preciosos con mejor performance.
Los metales básicos también han disfrutado un quiebre este año con las ganancias obtenidas hasta la fecha. Medido desde los mínimos, que en su mayoría se produjeron a finales de 2015, en enero y febrero de este año la recuperación de los precios es aún más impresionante.
El zinc es el de mejor desempeño para el año con un aumento de 49% desde enero y el reciente repunte del plomo significa que el metal ahora cuenta con un aumento del 16,5% en 2016 escalando a US$ 2.000 por tonelada en septiembre. El cobre también ha estado agregando mediocres resultados, sólo subió 1,5% en 2016, ya que se mantiene atrapado en un rango estrecho entre US$ 2.00 y US$ 2.30.
El aluminio y el cobalto disfrutaron de ganancias de dos dígitos en lo que va de este año y al igual que el estaño (+ 39% a poco más de US$ 20.000) y níquel (+ 17% por encima de US$ 10.000) actualmente se negocian a sus máximos de 2016.
La fabricación de acero, cuya materia prima es el mineral de hierro (+ 28,2% por encima de US$ 50) ha desafiado las expectativas este año, aunque las previsiones indican más caídas antes de que finalice el año.
Mientras que el carbón de coque es claramente la estrella (+ 163% para negociarse a US$ 213,40 el miércoles) y el carbón térmico es probablemente la mayor sorpresa - los precios por vía marítima subieron un 65% en 2016 a más de US$ 80 por tonelada gracias a un gran salto en las últimas semanas.
Los precios del potasio están en niveles no vistos desde 2007 con una caída de cerca de US$ 200 por tonelada y el uranio al contado perdió más de un 7% la semana pasada a poco más de US$ 22 por libra, demuestra que los fundamentos de la industria podrían estar detrás del desempeño de otras materias primas, a diferencia de las ganancias especulativas con experiencia en el inicio de la década.