La baja en el precio internacional del petróleo está llevando a las empresas del sector a consolidar sus operaciones en grandes refinerías regionales, configurando un nuevo escenario que pone a las compañías de alcance global, con redes bien establecidas de comercialización, almacenamiento y distribución, en una excelente posición competitiva.
“Nuestra red de servicios midstream y downstream que opera en 47 países en los cinco continentes, nos pone en una excelente posición para aprovechar el reordenamiento que se está produciendo en la industria”, dice Rodrigo Zavala, Director de Operaciones de Puma Energy para las Américas, la empresa global de energía con una de las cadenas de suministro global integrado más eficiente.
A medida que las refinerías más pequeñas cierran sus puertas, las nuevas “mega-refinerías “ganan espacio gracias a una serie de ventajas competitivas.
Sin embargo, por lo general estas refinerías se ubican lejos del consumidor final, lo que implica que una cantidad cada vez mayor de productos refinados deban ser trasladados alrededor del mundo. Frente a esto, el transporte y el almacenamiento juegan un rol fundamental. Una buena red de logística a nivel global, ofrece gran flexibilidad frente a los cambios en la oferta y la demanda, ayudando además a mantener un suministro constante en los mercados locales, según el estudio “The Changing Oil Landscape”, preparado por Llewellyn Consulting, y presentado este año en Londres.
La infraestructura física también crece en importancia, ya que la construcción de facilidades de almacenamiento estratégicamente ubicadas, es esencial para que los países puedan manejar la mayor necesidad de almacenamiento de productos derivados del petróleo, señala el informe, realizado para Puma Energy.
Con 99 terminales ubicadas en puntos estratégicos y una capacidad de almacenaje de más de 7.6 millones de metros cúbicos de combustible, Puma Energy lleva casi 20 años conectando de forma integrada el crudo desde los lugares más remotos hasta los mercados con mayor demanda, de forma segura, rápida y confiable, a un precio competitivo.
Esta cadena integrada empieza en refinerías y fuentes de suministro en lugares tan distantes y disimiles como Medio Oriente, Asia, la región Báltica, o el Golfo de México, para seguir un recorrido a través de terminales de almacenamiento, barcos y camiones ubicados estratégicamente alrededor del mundo y que hacen posible que el combustible llegue a las Américas de forma ininterrumpida. En el 2015, la empresa hizo 699 movimientos de barcos con combustible en la región, para suplir a los 12 mercados donde está presente, y transportó desde sus terminales más de 250.000 camiones con cerca de 39 millones de barriles de producto.
“A pesar de los retos y de la complejidad logística que presenta la transportación y entrega de los diferentes tipos de combustibles que manejamos, hemos logrado mantener una óptima estructura de costos que se refleja en los competitivos precios que Puma ofrece a sus clientes no solo en nuestra región, sino a nivel global“, sostiene Carlos García gerente de operaciones de Puma Energy para las Américas.
La empresa cuenta además con un moderno sistema de automatización online que permite a los operadores controlar sus inventarios de producto disponible en tanques, lo que garantiza una forma económica de transportarlo y distribuirlo a lo largo de los países.
Puma Energy es una empresa global de energía que presta servicios midstream y downstream integrales y opera en 47 países. Desde su fundación en 1997, Puma Energy ha expandido sus actividades a nivel mundial y ha logrado un rápido crecimiento, diversificación y desarrollo de su línea de productos. La compañía maneja directamente más de 7.900 empleados. Con sede central en Ginebra, posee centros regionales en B
Según informe de la consultora Bain & Company el período de relativa prosperidad que han experimentado las refinerías latinoamericanas y las chilenas (estas últimas, de propiedad de Enap) en el último tiempo podría terminar.
Así lo advierte un estudio de Bain & Company, que especifica que la cartera regional representa solo el 8% de la capacidad mundial y que el 15% de estas unidades corresponde a activos de baja competitividad. Explica que estas instalaciones carecen de la escala y complejidad de competir con otras refinerías, ya sea en Estados Unidos, Asia-Pacífico u Oriente Medio, que son más avanzadas.
Entre los principales desafíos que se aproximan figura una oferta mundial de crudo más cambiante, refinerías nuevas que entrarán en funcionamiento y que aumentarían la capacidad de productos refinados más allá de la demanda, y regulaciones más estrictas, tanto en mercados desarrollados como en países emergentes.
José de Sá, autor del estudio, explica que la prosperidad que han vivido hasta ahora las refinerías se explica porque en todas las crisis del precio del petróleo existe un rezago en el traspaso de las bajas a los valores de los derivados del crudo, lo que amplía los márgenes de refinación.
Además, hubo una serie de efectos combinados en el mercado, como “el crecimiento de la producción del light tight oil en EE.UU., cuando todavía se mantenía la prohibición a las exportaciones de crudos, lo que les permitió a los refinadores estadounidenses trabajar con un crudo con precios deprimidos”, dice De Sá.
Agrega que eso creó una condición de rentabilidad atractiva en Estados Unidos y provocó un incremento fuerte en las tasas de utilización de las refinerías.
Actualmente, en general, el precio del petróleo dejó de caer, a lo que se suma que en Estados Unidos se acabó la prohibición de exportación, por lo que cambiaron las condiciones. El experto explica que el incremento de capacidad con foco de exportación que va a entrar en operación en el Oriente Medio y Rusia llevará al mercado a una situación de sobrecapacidad que presionará todavía más los precios de los derivados.
“Para la refinación local, refinerías como las de Chile van a tener más dificultades para ser rentables bajo las condiciones de margen que se esperan en el mercado global, exigiendo al equipo técnico y de gestión trabajar en línea con los mejores estándares internacionales.Los consumidores se van a ver favorecidos por condiciones de precios de derivados con presión a la baja”, sostiene el autor del estudio.
Añade que el problema es que la región “ha tenido un desempeño terrible” en sus proyectos de refinación, en costos y plazos de construcción”. A su vez, dice que por lo anterior “no hemos podido cerrar la brecha de importación neta de derivados, pese a seguir siendo exportadores netos de crudos”.
Atraso
Refinerías latinoamericanas y chilenas carecen de escala y complejidad para competir con las demás, dice el estudio.
