Su empresa es una de las dos únicas oferentes para entrar en el programa de fomento de las energías renovables. La central hidroeléctrica entregará su producción en El Bolsón
La central hidroeléctrica que el empresario inglés Joseph Lewis construyó en sus tierras de Lago Escondido cobrará por cada megavatio hora (MWh) generado una tarifa muy por encima del precio promedio de la energía en nuestro país. En la compulsa por obtener ese beneficio en el plan Renovar del gobierno nacional se presentaron sólo dos ofertas por una potencia que apenas supera la mitad del cupo proyectado, lo que les garantiza a ambas una alta remuneración.
El programa Renovar se propone remunerar con precios promocionales la producción de energía de fuentes renovables: eólica, solar, biomasa, biogas y pequeños aprovechamientos hidráulicos.
El cupo era de 1.000 MW de potencia instalada y se presentaron proyectos por 6.346,3 MW, la mayoría de emprendimientos de energía eólica y solar.
El cupo para los pequeños aprovechamientos hidráulicos era de 20 MW y las ofertas fueron por 11,4 MW. La empresa Emesa (Empresa Mendocina de Energía Sociedad Anónima) presentó un proyecto compuesto por microcentrales ubicadas sobre el canal Cacique Guaymallén, con potencias de van desde los 0,51 a los 1,65 MW.
Patagonia Energía, la empresa con la que Lewis entra en el mercado de la generación de electricidad en nuestro país (tiene una participación ínfima en Pampa Energía), ofreció la producción de la central hidroeléctrica ubicada sobre el río Escondido, cuyas turbinas tienen una potencia instalada conjunta de 7 MW. Entregará su producción en El Bolsón, del que será casi único proveedor.
Todo indica que ambos proyectos, el de Emesa y el de Patagonia Energía, quedarán seleccionados por el gobierno de Mauricio Macri, que además es amigo de Lewis (pasó Semana Santa en su mansión).
El precio mayorista se ubicó en promedio el mes pasado en 1.145,6 pesos por MWh (unos 75 dólares) y es muy probable que la energía generada con el agua del río Escondido se pague más de 120 dólares por MWh.
La central hidroeléctrica está en la etapa de puesta a punto. Esperan entrar en la licitación de energías renovables de Nación. Su alternativa es cruzar la cordillera con una línea.
Desde un rincón paradisíaco de la cordillera rionegrina, Patagonia Energía, la empresa del magnate inglés Joseph Lewis, está a pocos meses de poner en marcha su central hidroeléctrica sobre el río Escondido. Espera el resultado de la licitación de energías renovables para garantizarse un precio que le permita recuperar la inversión en una década con la entrega de la producción en El Bolsón. Pero, si no entrara en el cupo, el presidente de la compañía, Nicolás van Ditmar, reveló a “DeBariloche” la intención de exportar la electricidad a Chile, entre otras alternativas.
En un hecho casi sin precedentes, Van Ditmar encabezó ayer una apertura de las instalaciones de Lago Escondido para la prensa de Bariloche. Mostró buena parte de la enorme propiedad pero resguardó del periodismo y sobre todo de la lente de los fotógrafos, la mansión en la que Lewis descansa en verano y en la que pasó Semana Santa el presidente Mauricio Macri junto a “unos amigos”.
Van DiTmar defendió la presencia del empresario inglés en ese territorio, negó que se impidiera el paso hacia el lago y criticó a la senadora nacional Magdalena Odardapor la causa que inició para que se abra un camino: “Lo que pasa es que ella quiere llegar en auto hasta el borde del lago y que se corte la casa al medio”.
La central hidroeléctrica tendrá una potencia instalada de 7,2 megavatios (MW). No tiene presa porque toma el agua en una obra de paso ubicada a 250 metros de altura de la central, lo que le da, con un modesto caudal medio de 7 m3 por segundo, la posibilidad de generar 45.000 megavatios/hora (MWh) por año.
Van Ditmar y el responsable de la central, el ingeniero José Michaux, revelaron quela empresa invirtió 450.000.000 de pesos en las instalaciones y en los 35 km de cable de 33 kilovoltios , que llegarán en breve a la estación transformadora de El Bolsón.
Nadie en Lago Escondido piensa que puedan quedar afuera del cupo promocional del gobierno, pero llegado el caso analizan alternativas, como la exportación a Chile (por la propiedad ya corren electroductos subterráneos que llegan muy cerca del paso internacional de El Manso) y la instalación en ese mismo lugar de un proyecto que haga uso intensivo de la electricidad, como un “data center”.
Patagonia Energía invirtió 450 millones de pesos en el emprendimiento, que tiene una potencia instalada de 7,2 mw y que el diseño y desarrollo se centró en el bajo impacto ecológico, lo que consideraron uno de sus mayores fortalezas.
La obra contrató directamente a 100 personas, mientras que en forma indirecta llegaron a las 250.
Patagonia Energía es una de las empresas de Lago Escondido (Hidden Lake en su nombre original), que además de esta usina tiene un proyecto de una similar para instalar en la cordillera chubutense, ambos casos pensados como un negocio en el ámbito de las energías renovables.
Lago Escondido está a 80 kilómetros al sur de Bariloche y a 40 al norte de El Bolsón, y desde el punto de generación energética hasta la eventual entrega al Sistema Interconectado Federal, la empresa emplazó un cableado subterráneo de 34 kilómetros, también en el marco de un plan de cuidado ambiental.
La iniciativa nació con el gobierno de Cristina Kirchner, que puso en marcha un programa que subsidiaba la compra de energías renovables (eólicas, solares, de biomasa o hidroeléctricas de paso), con lo que los productores reciben un mejor precio por kw que las usinas térmicas o hidroeléctricas basadas en embalses.
El gobierno de Mauricio Macri continuó y potenció estas políticas de fomento a generación de energía verde, poniendo en marcha el programa Renova para la producción de 1000 mw en todo el país, de los que un cupo de 20 mMWcorresponde a proyectos hidráulicos.
El río tiene un caudal promedio de 7 m3/seg, de los que la central en su máxima potencia tomará 3,5 metros cúbicos, para reintegrar aguas abajo sin afectación ni contaminación alguna. “Incluso con mayor oxigenación”, destacó el ingeniero.
Si hay sequía y el caudal baja, la operación de la usina se reducirá también, “hasta detenerse si es preciso, para no afectar el ecosistema del río”.
El ducto que lleva el agua hasta la central tiene 1,2 m de diámetro, y fue enterrado a lo largo del campo, tras lo que iniciaron un proceso de remediación del terreno.
Los tubos fueron comprados a un productor de Córdoba, al igual que las piezas para hacer doblar la cañería. El trazado tiene 30 curvas, lo que los obligó a desarrollar algunas piezas en el lugar, para no demorar la obra.
La central es un edificio sencillo de piedra a la vista, donde se alinean las seis turbinas, con sus generadores, transformadores y comandos.
Las turbinas fueron compradas a la fábrica platense InSur.