Fabián ruocco*
El mundo debe utilizar las fuentes de energía con bajas emisiones de carbono, incluida la energía nuclear, si se trata de limitar el cambio climático sin dejar de cumplir los objetivos de desarrollo. El desafío es inmenso: en 2050, el 80 por ciento de la electricidad tendrá que ser baja en emisiones de carbono.
El terremoto digital que comenzó a mediados de la última década del siglo XX tras el surgimiento de Internet, y que se extiende hasta hoy con la revolución de las redes sociales y los dispositivos móviles, erosiona los prejuicios implantados en la conciencia social generando un acceso directo al conocimiento de la verdad de las industrias energéticas que generan dióxido de carbono (CO2).
Acostumbrados por décadas a exitosos modelos industriales de producción basados en la explotación de yacimientos fósiles, con altos niveles de rentabilidad y confianza pública, los ejecutivos de las compañías coparon los de medios de comunicación, con un discurso único anti-nuclear, acentuando el temor y la propagación de información que ocultaban otros intereses propiciando minorías activas que desarrollaron acciones mediáticas contra la energía nuclear.
Escondiendo además las aplicaciones beneficiosas para la salud humana como el Cobalto 60, que produce Argentina en la Central Nuclear de Embalse, tanto en la medicina para tratamiento oncológicos y como esterilización de productos médicos y también en el control de plagas en el agro.
Sin embargo, el fenómeno ambiental del CAMBIO CLIMÁTICO apareció disruptivamente por su fenomenología meteorológica cotidiana en todos los rincones del mundo. A partir de allí, las fuentes de generación de energía cayeron en los cuestionamientos tanto científicos y como sociales.
En 2050, la población mundial será de alrededor de 9600 millones. El progreso en el campo de la eficiencia energética no será suficiente para satisfacer la creciente demanda de electricidad (la cual tiene un crecimiento mayor que la demanda de energía). Los escenarios de la Agencia Internacional de la Energía (AIE),9 predicen un aumento de la demanda de electricidad en 2050 entre un 80 a 130 por ciento, aumento impulsado principalmente por las economías emergentes.
La Dirección de Estudios y Proyectos Ambientales del CEDyAT colabora decididamente con la sectorial nuclear para evitar la emisión a la atmósfera de dióxido de carbono (CO2). En este sentido, la energía nuclear es esencial, no solo porque garantiza el suministro eléctrico, sino porque contribuye al cumplimiento del Protocolo de Kyoto por su competitividad y por la reducción de emisiones de CO2, uno de los principales problemas ambientales en el mundo, como así también el Protocolo de la COP 21 de París (Cumbre del Clima).
El acuerdo de París contra el calentamiento global ha despertado más confianza que compromisos anteriores porque los dos mayores contaminantes del mundo, Estados Unidos y China, se han adherido al pacto y manifestaron en el acto de la firma, realizado en la ONU, su intención de ratificarlo este mismo año. Pero la celebración de elecciones presidenciales en la primera economía mundial el próximo mes de noviembre puede amenazan la sanción de la norma. Y la preocupación medioambiental que ha caracterizado a la Administración de Barack Obama no tiene garantizada su continuidad. Además, el Supremo se EE UU ordenó el pasado febrero que el plan de medidas de Obama contra el cambio climático quede bloqueado hasta que la justicia se pronuncie al respecto.
La amenaza del calentamiento global y del cambio climático, unido al incremento de la demanda de electricidad y al precio de los productos petrolíferos, hacen que la energía nuclear resulte fundamental.
Es una fuente energética limpia, ya que no genera gases ni partículas causantes del efecto invernadero. UNA y OTRA VEZ vamos repitiendo: LA ENERGÍA NUCLEAR FORMA PARTE DE LA SOLUCIÓN EN LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO.
“Nuclear for Climate” es una iniciativa lanzada por los miembros de la Sociedad Francesa de Energía Nuclear (SFEN), la Sociedad Nuclear Americana (ANS) y la Sociedad Nuclear Europea (ENS). Reúne actualmente a profesionales y científicos nucleares de todas partes del mundo, a través de la representación de las 140 asociaciones nucleares regionales y nacionales y sociedades técnicas.
El CEDyAT reconoce las conclusiones del Grupo de Trabajo I del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change), que establece que la actividad humana y las emisiones de gases de efecto invernadero son – con un 95 por ciento de certeza – la causa dominante del cambio climático actual. Estos hallazgos son el resultado del trabajo colectivo de expertos de 40 países que analizaron y evaluaron 9.200 publicaciones científicas, de acuerdo con el principio de “revisión interpares”.
El mundo debe utilizar las fuentes de energía con bajas emisiones de carbono, incluida la energía nuclear, para tratar de limitar el cambio climático sin dejar de cumplir los objetivos de desarrollo.
El desafío mundial es inmenso: en 2050, según el IPCC, el 80 por ciento de la electricidad mundial tendrá que ser producido con tecnologías de bajas emisiones de carbono1 (comparado con el 30 por ciento actual).
Durante el mismo periodo, la demanda anual de electricidad debería duplicarse para satisfacer las necesidades básicas de la humanidad en términos de objetivos de la población y el desarrollo. Además, se espera que la electricidad de bajo carbono adquiera un papel más importante en la descarbonización de otros sectores.2
Este reto requiere el uso de todas las tecnologías energéticas de bajo contenido en carbono: las energías renovables, la energía nuclear y los combustibles fósiles con captura y almacenamiento de carbono, y subraya la necesidad de generación eléctrica de bajo carbono a gran escala. El IPCC reconoce que “El ciclo de vida de las emisiones de gases de efecto invernadero por kilovatio-hora de las centrales nucleares son dos órdenes de magnitud inferiores a las de la generación de electricidad con combustibles fósiles y comparables a la mayoría de las energías renovables”.3
El mundo necesita tomar medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Está comprobado que la energía nuclear es una opción de bajo carbono disponible actualmente. Una parte significativa del CO2 liberado permanece en la atmósfera durante un largo periodo de tiempo, acumulándose. Para frenar el aumento de la concentración, tenemos que empezar a reducir las emisiones de CO2 ahora.
Las transiciones energéticas llevarán años en implementarse. Para reducir el cambio climático, necesitamos aprovechar toda la gama de opciones de energía de bajas emisiones de carbono disponibles en la actualidad mientras que continuamos con el desarrollo de tecnologías avanzadas que pueden ser implementadas en 2050.
La energía nuclear es una de las pocas opciones de energía disponibles en la actualidad que ya haya demostrado su eficacia y pueda ser aplicada a gran escala.
Todos los países tienen el derecho de elegir la energía nuclear con el fin de reducir los gases de efecto invernadero mientras cumplan sus otros objetivos energéticos. Los expertos en energía y clima están de acuerdo, y múltiples estudios confirman, que las vías con mayor probabilidad de éxito para la descarbonización del mix energético requieren el uso de la energía nuclear. Los países deben cumplir con los objetivos climáticos y al mismo tiempo cumplir otros objetivos de la política energética. La energía nuclear permite a los países reducir las emisiones de CO2 mientras mejora la seguridad energética, proporciona un suministro de electricidad asequible, y facilita un desarrollo económico e industrial.
SABEMOS QUE NUESTROS RECURSOS NO SON SUFICIENTES POR SÍ SOLOS, Y POR ELLO TRABAJAMOS PARA TRANSFORMAR POLÍTICAS PÚBLICAS, ACTITUDES Y CONDUCTAS PARA MEJORAR VIDAS.
Nos asociamos con los sectores público y privado, e impulsamos una mayor conciencia pública de los problemas energéticos ambientales más apremiantes para lograr acciones concretas.
El CEDyAT otorga una gran importancia a las consideraciones éticas, sociales y culturales en todos los ámbitos. Además de actuar con respeto y sensibilidad hacia las comunidades con las que trabajamos, ponemos todo de nuestra parte para garantizar el grado de aceptación más alto posible, un factor que es requisito indispensable para el éxito.
La investigación centrada en nuevos descubrimientos puede incrementar las probabilidades de que se produzcan avances decisivos que permitan abordar los problemas del cambio climático y desarrollo nuclear como parte de la solución, pero para ello debemos asegurarnos de que ésta tenga como objetivo lograr la máxima repercusión.
Para ello, fomentamos tanto la innovación como la audacia, e identificar y aplicar ideas potencialmente transformadores, a pesar del riesgo de fracaso existente.
Buscamos ideas y soluciones que emanen de mentes creativas a nivel mundial especializadas en ámbitos diversos, e invertimos en investigación que fomente los descubrimientos a través de diversos canales, entre ellos nuestros programas de subvenciones Grandes Retos. Junto con los socios del programa Grandes Buscamos ideas y soluciones que emanen de mentes creativas a nivel mundial especializadas en ámbitos diversos, e invertimos en investigación que fomente los descubrimientos a través de diversos canales, entre ellos nuestros programas de gestión ambiental.
Desafíos, ante los que se encuentran organismos gubernamentales y otras instituciones, por eso trabajamos para definir ámbitos de acción ambiental concreta para fomentar la colaboración entre investigadores y construir una red de iniciativas y financiamiento para la toma de conciencia de los daños generados por el Cambio Climático.
En cada proyecto que desarrollamos hacemos hincapié en lo que respecta a colaboración, innovación, asunción de riesgos, y, sobre todo, resultados.
Las Unidades de Vinculación Tecnológica - UVT´s (Ley 23.877) de calidad necesitan refundar sus modelos organizacionales, comunicacionales y de asistencia técnica para atravesar con éxito la transición hacia una generación energética limpia y sostenible. Reconvertir el portfolio de productos, y principalmente la propuesta de valor social, junto a una transformación de la cultura y los perfiles profesionales multidisciplinarios, son imperativos de la época.
En conjunto, las UVT´s constituyen en sí mismas un potencial de acción inmediato para lograr el futuro sustentable de las nuevas generaciones. Porque el momento es ahora.
*Director general de CEDYAT, Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica
El Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica – CEDyAT- es una Asociación Civil Sin Fines de Lucro, que por Resolución Nº 59/09 de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.
Como Unidad de Vinculación Tecnológica (UVT) facilita la interacción entre los organismos del sistema académico y los sectores público, productivo y de servicios que demandan la incorporación de conocimientos.
CEDYAT es una entidad apta para actuar como consultora experta en gestión organizacional tecnológica en todas las áreas del conocimiento. Es capaz de convocar a unidades ejecutoras públicas y/o privadas junto con RR.HH., de investigadores científicos, profesionales y no graduados pertenecientes a diferentes especialidades, todos altamente calificados, nacionales e internacionales.