De acuerdo a lo señalado por la máxima autoridad, “con esto, Chile asume públicamente obligaciones para reducir sus emisiones de CO2 y se une al grupo de países que han hecho la opción de actuar para hacer frente al cambio climático”.

El Ministerio del Medio Ambiente ha comenzado a trabajar en ello, principalmente a través del Plan de Acción Nacional de Cambio Climático 2017-2022, que guiará el diseño y ejecución de medidas de la agenda climática.

La Mandataria afirmó que “nadie puede quedar indiferente frente al enorme desafío del cambio climático, más allá del nivel de emisiones de cada país, porque, de hecho, Chile es marginal lo que emite, pero sí hemos comprobado y hemos tenido el impacto directo de sus efectos negativos sobre nuestro territorio y nuestras poblaciones. En mi país se ha traducido en una prolongada sequía, deshielo importante en el extremo sur, altas temperaturas en la Antártica y bruscas alteraciones en el equilibrio de nuestras costas”.

Del mismo modo, subrayó que más allá de la firma de este acuerdo, Chile ya ha tomado medidas previas para disminuir su huella de carbono, tales como la fijación de impuestos verdes, la promulgación de una Ley de Reciclaje -pionera a nivel de América Latina-; y la creación del Parque Marino Nazca-Desventuradas, la reserva marina protegida más grande de Sudamérica. A esto se suma que en la última licitación eléctrica se adjudicó el 52% de la generación a energía solar y eólica, lo que significa un gran avance en la meta de contar con el 20% de la energía eléctrica consumida en el país de fuentes renovables.