DANIEL BOSQUE

Joe Grosso es, después de su largo recorrido en la exploración minera en Argentina, un referente ineludible. En la reciente Argentina Mining, de Salta, nunca se lo vio solo.  Alrededor del veterano empresario siempre hay una, dos, diez personas escuchando sus relatos de un cuarto de siglo de andar minero en el país.
Con ese capital a cuestas, Grosso no disimula su buen pronóstico de la actividad minera y destaca su abanico, que va desde la plata de Chinchillas en Jujuy al uranio de Blue Sky en Río Negro. Al tiempo que refuerza su mensaje de comprometer a las exploradoras y mineras en faenas con los intereses de las comunidades locales

-¿Cómo está el negocio minero hoy?

-Está mejorando, gracias a Dios. Pasamos momentos muy bravos en los últimos 6 o 7 años, en los que las inversiones eran muy difíciles y no se conseguían fondos.

-¿Estamos hablando del mundo o de Argentina?

- Estamos hablando del mundo, porque Argentina está en el mundo. Estoy muy feliz, como un hombre que está en Argentina desde 1993, hoy vemos que la Argentina comienza a cambiar, que está progresando. El gran progreso al que quiero invitar es que la Argentina hable con una sola voz. Si hay una gran variedad de diagnósticos, no se ve una Argentina limpia. Y el país merece que la complicación se vaya, que los inversores internacionales vengan porque hay un futuro muy poderoso en la minería.

-Hay cierta ansiedad en la minería, como en otros sectores acerca de cuándo vienen las inversiones.

- Le puedo confirmar que el dinero está viniendo porque el nuevo clima creado está aportando inversiones. Tenemos grandes deseos de venir a invertir en un país donde podemos tener confianza y estabilidad.

-¿Cuáles son los puntos flacos de la Argentina en términos estructurales?

-Yo diría la transparencia y la coordinación para que toda la Argentina minera trabaje como muchos países que tuvieron éxito, empezando por los vecinos  Chile y Perú y otras naciones del mundo. Necesitamos estar juntos. Es bueno que el gobierno actual quiera juntar a las provincias en una sola mesa. Sólo tenemos que copiar la fórmula de los países exitosos. La Argentina se debe organizar con una voz, no con 24, una de cada provincia. Yo, a esta altura,  soy como un embajador de la minería argentina en el mundo y donde voy hablo de las posibilidades del país.

-¿Qué es lo que viene ahora, en términos de proyectos? ¿Hay algo más que el litio en el corto plazo?

-Tenemos mucha confianza en el uranio. Nos parece que Argentina puede ser uno de los mejores destinos del mundo de ese mineral. Tenemos casi 350.000 hectáreas en distintas provincias,  que estamos desarrollando ahora. Las otras cosas lamentablemente no se consiguen fácilmente. En Litio, nuestro grupo está mirando propiedades para desarrollarlo. La Argentina es inmensa en posibilidades. Nuestro grupo descubrió Gualcamayo y Navidad y últimamente, en 2012 descubrimos Chinchillas, un proyecto donde estamos progresando en un depósito factible en sociedad con Silver Standard.

Optimista: Para Grosso, ahora debería venir lo mejor

-Hace dos años Ud. Decía que “Chichillas es un elefante”. ¿Cuánto falta para que pueda empalmar con el cierre de Pirquitas?

-Chinchillas es un elefante que está creciendo rápidamente. Con un 30% del área perforada, ya hemos conseguido recursos de 244.000.000 oz de plata. Regionalmente es muy poderoso y puede extender la vida de Pirquitas por un mínimo de nueve años. Pero la producción potencial de Chichilla podría llegar a las tres décadas.

¿Cuándo comenzó Joe Grosso a explorar en Argentina?

-En 1994. Llegué a Buenos Aires en diciembre de 1993 y he estado aquí consecutivamente. Nunca me fui.

-Argentina, el mundo y la minería han cambiado mucho. Antes se podía explorar proyectos sin tantos cuestionamientos sociales. -La industria minera de Argentina del ‘93 fue totalmente desconocida. El progreso del país en la materia es notable y tengo la confianza en que todo va a ser mejor, de que la industria minera va a ser muy importante a la economía argentina.

Pero tenemos una mesa con tres patas: el gobierno debe ganar, la comunidad debe ganar, los inversores deben ganar. Crecer con la comunidad porque cada una es diferente que las otras. Hasta ahora nosotros hemos explorado en 12 provincias de Argentina y las relaciones con las comunidades son variadas.

Somos responsables de saber con qué nos vamos a encontrar: hay gente que no conoce la minería. Y debe saber con confianza que queremos contribuir al bienestar de la comunidad local. Hay que llegar con dos bases inamovibles: la humildad y  el sentido común. Trabajar con la comunidad en cualquier cosa que podamos ayudar. Las comunidades deben ir a integrarse  con la comunidad, no sólo a extraer mineral.