“No hay ni un puto peso”. La frase del presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, lanzada hace algunas semanas encendió las alarmas por la situación financiera de la estatal y se reabrió el debate sobre la derogación de la Ley Reservada del Cobre, que obliga a la cuprera a entregar a las Fuerzas Armadas (FFAA) el 10% de sus ventas anuales.
En ese escenario, el actual presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami) y ex presidente ejecutivo de Codelco entre 2010 y 2012, Diego Hernández, no quiso quedar ajeno al debate y lanzó una idea que busca destrabar el tema, entregando tiempos y soluciones temporales.
Así, Hernández propuso la creación de una ley corta que posibilite a Codelco no entregar el 10% de sus ventas anuales a las FF.AA. en hasta tres años más, siempre y cuando la cuprera no registre utilidades.
En dicho período las instituciones castrenses tendrían que usar el fondo de reserva que contempla la ley, mientras que el mundo político tendría que trabajar en generar una normativa que defina una fórmula para financiarlas de forma permanente.
La idea, además de entregar tiempo, permitiría que las finanzas de la empresa no sigan siendo afectadas por esta obligación.
“Esto depende un poco de cuánto tenga el fondo de la Ley Reservada del Cobre, que son cifras confidenciales porque están relacionados con la defensa nacional. Si tiene suficientes fondos como para financiar los próximos uno, dos o tres años, eventualmente se puede hacer una ley corta con una tregua donde Codelco solamente pague el impuesto durante ese período, si está generando los excedentes suficientes para pagarlo. Eso daría tiempo para una discusión que puede llevar dos años, porque es un tema complejo y delicado relacionado a la defensa nacional”, esgrimió el líder gremial a Radio Infinita.
“La Ley Reservada tiene una característica que es que es un impuesto a las ventas y no a las utilidades, entonces en una situación como la actual con precios bajos y donde la empresa está generando menor margen operacional, da paso a una situación donde el impuesto que está pagando es mucho más alto que los excedentes que puede entregar, entonces en el fondo se tiene que endeudar para poder pagar el impuesto de la ley reservada y eso no es una situación sana ni lógica”, añadió.
En esa línea, el ejecutivo, que también lideró Antofagasta Minerals del grupo Luksic, afirmó que la propuesta permite solucionar el hecho de que la derogación de la ley no está incluida en el programa de gobierno.
“Hoy el gobierno dice ‘tenemos demasiadas cosas y no está en nuestro programa, posterguemos eso’, entonces habría que buscar una solución intermedia o temporal”, indicó.
Actualmente, Codelco aboga por una capitalización por parte del Estado deUS$ 800 millones que le permitiría financiar parte de su plan de inversiones porUS$ 25 mil millones. Una mala noticia en este sentido, podría implicar la postergación de proyectos y la reducción de dichas inversiones en unos US$ 2.500 millones.
La estatal, que informó a fines de agosto pérdidas por US$ 97 millones, ha debido enfrentar los problemas de costo y los bajos precios del cobre, cuyo valor ha caído 17,6% en lo que va del año, frente a igual período de 2015, pasando desde US$ 2,6 la libra a US$ 2,14.
Con todo, la cuprera enfrenta una deuda en torno a los US$ 14 mil millones y ha reconocido que tendríaUS$ 538 millones en caja hoy día si es que no existiera la Ley que los obliga a financiar a las FFAA.
El presidente de Valor Minero, y ex ministro de la administración de Ricardo Lagos, Alvaro García, ve con preocupación lo que ocurre en Codelco. En su opinión, existe una ceguera de parte de “todos los gobiernos” respecto de lo que necesita la minera estatal para salir adelante, afirmó en una entrevista con La Tercera.
-A su juicio, ¿cómo llegó Codelco a esta situación actual?
Creo que hubo una ceguera de parte de todos los gobiernos respecto de lo que requería Codelco para seguir siendo lo que es. El 2008 se hizo un cambio en el gobierno corporativo en la dirección correcta, pero fue un cambio parcial, porque no se independizó en materia de toma de decisiones de inversión. Cuando a una empresa se le extrae del orden del 90% de sus utilidades de manera regular, claramente no es una empresa en condiciones de competir con otras. Esto es particularmente grave en los últimos años, donde las utilidades fueron mucho mayores y creció su endeudamiento. Este es un problema que tiene una larga data y que se agudizó mucho durante el superciclo.
-¿Cuán necesario es capitalizarla?
Diría que es indispensable. Codelco está en riesgo de disminuir de manera permanente su nivel de producción. Ya ha venido perdiendo participación, tanto a nivel nacional como internacional, pero si caen sus volúmenes de producción, con la estimación que existe que la producción en Chile y en el mundo va a seguir aumentando, va a pasar de ser el gran jugador mundial a ser uno de tantos.
-¿Es correcto cuando Hacienda habla de que tiene que ver los proyectos antes de capitalizar?
Por supuesto. Tiene razón el ministro Valdés. Hay que analizar los proyectos, porque fueron elaborados en otro momento de la industria. No solo en otro momento de precio, sino que de tecnología y desafío, y por cierto hay que evaluarlos, adecuarlos a la nueva realidad, elegir los que son más atractivos. En esa dirección Codelco se ha movido muy bien.
-¿Cree que se debe derogar o solo revisar la Ley Reservada del Cobre?
No corresponde que una empresa de cobre se haga cargo de financiar a las Fuerzas Armadas. Es un mecanismo inadecuado de financiamiento para las Fuerzas Armadas, para la transparencia de la información ciudadana, y ciertamente para Codelco. La ley tiene que ser derogada.
-¿Se revisará en este gobierno?
Mientras antes mejor. El clima político hoy es favorable a que ello ocurra, pero también tengo conciencia que hay una agenda legislativa extraordinariamente cargada, y eso hay que sopesarlo. Lo urgente es que Codelco cuente con los recursos para invertir, y cooperaría a eso que se derogue la ley, pero el desafío es mayor.
-¿Antes los políticos no estuvieron a la altura de las necesidades de Codelco?
No hubo conciencia de las condiciones en las que estaba Codelco. Se le retiraron demasiados recursos y se postergó el trámite de una ley que aparentemente generaba consenso. En ese sentido, el escenario ha cambiado. No he escuchado a nadie que no esté de acuerdo con hacerlo.
-¿Cuánto agrava el escenario una indecisión sobre las fundiciones?
Codelco tiene que cumplir con una normativa ambiental que entra en vigencia en un año y medio más. Pero también es importante que esa inversión se haga con una perspectiva de largo plazo. La propia legislación plantea niveles de captación distintos para las plantas vigentes y las plantas nuevas. Poco sacamos con reparar las plantas existentes para llegar a un nivel de emisiones que no es coherente con lo que el mercado está exigiendo. Es indispensable tomar esa decisión pensando en niveles de captación superiores a los que exige la ley.
-Valor Minero planteó un seminario con el título de “Minería como plataforma para el desarrollo”. ¿Por qué hoy el país tomaría conciencia de este concepto?
Se ha ido plasmando un acuerdo, que al principio era implícito o se fundaba en distintas palabras, pero que hoy son acciones concretas. Para que la minería sea virtuosa había que desarrollar a los proveedores, mejorar la productividad, contar con mayor información geológica, y en esas tres dimensiones se ha avanzado. Para que fuera inclusiva tenía que cambiar sus patrones de comportamiento en el territorio, y buscar el beneficio compartido del territorio, y eso ya plasmamos un acuerdo y lo comenzamos a ejecutar, entre otras materias. En un breve periodo de tiempo, se ha avanzado, pero lo que resta por avanzar es mucho mayor. Ningún actor puede asumir este desafío por sí solo, requiere colaboración de todos.
-¿Qué tan importante es el rol del Congreso?
Es importante. Hay procesos legislativos que están en curso que tienen incidencia de vida o muerte para la minería. No es que pueda ser mejor o peor, puede dejar de ser en las magnitudes en que conocemos hoy.
-¿Cuánto puede caer esa magnitud?
Chile hoy produce cerca de 5,7 millones de toneladas al año. Si se llevan adelante todos los proyectos podríamos, producir entre 8,2 millones y 8,5 millones. Si no se llevan adelante los proyectos, en el corto plazo vamos a bajar a cuatro millones. La diferencia entre uno y otro es casi el tamaño de la minería de hoy. Eso es lo que está en juego. La minería va a persistir, pero va a ser un pequeño contribuyente al desarrollo nacional, y vamos a perder por lejos la riqueza que el país tiene.
- Dado lo que está sucediendo con el cobre ¿considera que el litio es el futuro de la economía chilena?
No, en absoluto. Hoy el mercado mundial del litio son aproximadamente 2 mil millones de dólares y el cobre son 200 mil millones. En el mejor escenario, con toda la potencial demanda esperada de litio para los próximos 5 a 15 años, creo que va a ser un mercado de 20 mil millones, donde Chile podría estar exportando entre 5 mil y 7 mil millones de dólares.
- Para lograr ese potencial ¿falta alguna regulación o más estímulo del Estado a la inversión?
El Estado está trabajando en un marco regulatorio y se espera que esto esté a más tardar a marzo del próximo año, lo cual va a permitir conocer las reglas del juego para los privados que hoy tienen concesiones mineras de litio. Aún no está claro si estos privados podrán explotarlo 100% de manera privada o incorporando a Codelco o a Enami como socio para poder hacerlo.
- ¿Chile está preparado tecnológicamente para darle valor agregado al litio?
Hay 4 o 5 tecnologías en el mundo que permiten fabricar estas baterías donde el litio es el producto esencial. El tema está en que el mercado consumidor de estas baterías, una parte importante es los autos eléctricos y en Chile no hay producción. Por lo tanto, eso juega en contra de entusiasmar a estas compañías a que vengan a invertir acá y fabricar estas baterías.
- Para poner en contexto, en qué pie está Chile en cuanto a producción de litio?
De acuerdo a la información que existe, Chile tiene las segundas reservas de litio más grandes del mundo, pero tiene la calidad del litio más alto, por lo tanto, tenemos una ventaja comparativa que nos da la naturaleza muy importante.
- La grave situación de Codelco, a su juicio, ¿tiene que ver con problemas de eficiencia, de gestión, o del rol del Estado?
Yo creo que es una combinación de productividad y del financiamiento por parte del Estado. En una empresa privada, los dueños retiran normalmente el 25% como dividendo y el 75% se reinvierte. En Codelco, yo creo que los últimos 40 años se ha retirado el 75% y se ha reinvertido sólo el 25% o menos, el 10%, lo cual no tiene ninguna validez económica, no es sustentable.
- Durante el llamado súper ciclo del cobre ¿las autoridades debieron retirar menos utilidades de Codelco y reinvertir más?
Obviamente en un periodo de alto precio, hubo irresponsabilidad y se siguió retirando cuando era la oportunidad para reinvertir.
Esto quizás requiere una ley que obligue a cualquiera que esté gobernando que, al menos un 50% de las utilidades se reinviertan, a menos que haya un gobierno, que con un acuerdo consensuado, se diga que Codelco empiece a disminuir, que sólo sigan produciendo las minas que generan utilidades. Si uno se va a 15 o 20 años atrás, si Salvador hubiese tenido una inversión correspondiente, de seguro que hoy podría estar siendo rentable, pero como no se hizo, estamos todos pagando esa cuenta.
- ¿La ley reservada del cobre tiene que ser derogada?
Absolutamente. No tiene sentido ensuciar el balance de Codelco con un gravamen del 10% a las ventas para financiar las Fuerzas Armadas. Además le significa encarecer su acceso a la banca mundial para solicitar préstamos, porque su balance muestra una utilidad inferior por este 10%, si estuviera como parte de sus ingresos, podría acceder a mejores condiciones, con intereses mucho más bajos.
- ¿Y la opción de abrir Codelco a capitales privados?
Creo que debiera existir una discusión a nivel de parlamento de ir abriéndose a fuentes externas de capitalización. Por ejemplo, hoy hay un vacío por concepto de indemnización a los trabajadores que es muy grande, eso se podría perfectamente capitalizar a través de convertir esas indemnizaciones en acciones para cada uno de los trabajadores.
Paso siguiente, yo seguiría dos ejemplos que hay en el mundo: Vale do Rio Doce de Brasil, el productor de hierro más grande del mundo, que era una empresa 100% estatal y hace 10 o 15 años atrás se abrieron a la bolsa. El Estado sigue siendo el controlador, pero la cantidad de dinero que entró a las arcas fiscales superó los US$50 mil millones, que los pudo destinar a reinversión y demandas sociales. Polonia hizo exactamente lo mismo. Con Codelco se puede hacer lo mismo.
- ¿Qué responsabilidad le cabe a los trabajadores de Codelco? En su minuto se criticaban los altos bonos que se entregaban...
Cuando la empresa puede, y producto de una negociación colectiva, se llegan a bonos altos, es porque efectivamente la empresa está en condiciones de entregarlos. Pero cuando no puede debiese haber un entendimiento de las dos partes de reducirlos. Yo creo que ahí falta un poco de consciencia respecto a que la empresa es de todos los chilenos y no sólo de los trabajadores de Codelco.
Codelco informó este lunes que buscará recuperar la menor producción de su División Salvador tras el huelga que realizaron la semana pasada trabajadores de la minera en el marco del proceso de negociación colectiva, por lo que no se prevé un impacto relevante en sus resultados.
A partir del fin de la huelga, que se extendió entre el lunes 5 y el viernes 9, "División Salvador ha comenzado la puesta en marcha de las operaciones de fundición, refinería, minas y plantas coordinando el ingreso de los trabajadores de Codelco y levantándose la suspensión temporal aplicada a las empresas contratistas para asegurar su paulatina reincorporación", dijo Nelson Pizarro, presidente ejecutivo de Codelco en un hecho esencial enviado a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS).
"Se están haciendo los esfuerzos para recuperar la menor producción ocasionada por esta paralización, con diversas medidas de mitigación que se están adoptando en División Salvador, por lo que dicha situación no provocará un impacto material ni significativo en los resultados de Codelco", agregó.
Los trabajadores de la división más complicada económicamente de Codelco, alcanzaron un acuerdo con la administración el viernes pasado.
La propuesta que se aceptó es la misma que la empresa entregó en el marco de la negociación colectiva y que considera el pago de un bono de $2,5 millones, cero reajuste salarial y también se descartó la entrega de un préstamo blando.
Los trabajadores, en tanto, lograron extender el contrato colectivo por dos meses y el pago de los días en huelga “de dos días por mes”.
La huelga fue realizada por los trabajadores del sindicato n°2 de Potrerillos, que representa principalmente personal de las áreas de fundición y refinería.