Tras acordar los términos de compra de la participación de Odebrecht en el Gasoducto Sur Peruano, los representantes de la empresa estadounidense Sempra y la constructora ítalo-argentina Techint se reunieron el miércoles pasado con el ministro de Energía y Minas, Gonzalo Tamayo. En la reunión, además, estaban presentes los ejecutivos de los 22 bancos que financian el proyecto, tal comoinformó en exclusiva SEMANAeconómica.
La intención de Odebrecht, Sempra, Techint y los bancos era comunicar el acuerdo al titular del MEM y detallar la propuesta de los nuevos socios respecto a la construcción del proyecto. Sin embargo, tanto las propuestas como el ingreso del consorcio Sempra-Techint al Gasoducto Sur Peruano estarán sujetas a ciertas condiciones puestas por los nuevos socios y los bancos que financian el proyecto. Así lo pudo conocer en exclusiva esta revista a través de fuentes relacionadas a las negociaciones que prefirieron no revelar su identidad por haber firmado acuerdos de confidencialidad.
La principal condición de las entidades bancarias y del consorcio Sempra-Techint gira en torno al plazo de entrega del proyecto. Los ejecutivos de dichas compañías han solicitado ampliar la fecha de entrega de las obras —inicialmente estipulada para marzo del 2019— entre seis meses y un año. Ello ya que consideran que las demoras originadas por la salida de Odebrecht del Gasoducto Sur Peruano impedirán cumplir el calendario inicial. “Existe una serie de penalidades [económicas] por incumplir los plazos que volvería al proyecto financieramente inviable”, revela una de las fuentes consultadas.
De aceptar una ampliación en el plazo de entrega de las obras, la construcción del proyecto se reanudaría en noviembre de este año. No obstante, esto no podrá suceder sin la previa obtención del cierre financiero y, por ende, sin la aprobación de la addenda de bancabilidad que ya negocia el Estado con los bancos, el consorcio Sempra-Techint, Enagás y Graña y Montero.
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La reanudación de la construcción demandará una inversión superior a US$800 millones. Por esta razón, los bancos, Sempra y Techint han demandado que la addenda de bancabilidad esté aprobada, a más tardar, a finales de septiembre. “Sin dicha aprobación tanto el ingreso de los dos nuevos socios como la posterior reanudación de las obras será inviable”, comenta otra de las fuentes.
A pesar de no contar aún con el cierre financiero, que está sujeto a la obtención de un crédito por US$4,125 millones, la construcción del Gasoducto Sur Peruano avanzó hasta el momento gracias a un crédito puente otorgado por Sumitomo Mitsui Banking. Sin embargo, éste vence mañana y la renovación del mismo dependerá de la respuesta que reciban del Estado respecto a la factibilidad de que la addenda sea aprobada en el plazo requerido.
En ese sentido, los bancos y los nuevos socios también han solicitado que el Estado brinde mayores garantías financieras para el proyecto. “Éstos buscan que el Estado asuma mayores riesgos de los que ha aceptado asumir hasta el momento, dada la complejidad del proyecto”, cuenta una de las fuentes consultadas.
El Gasoducto Sur Peruano y la concreción del ingreso de Sempra y Techint al proyecto corren contra el tiempo. No sólo por los requerimientos de estos últimos sino también porque los retrasos derivados de la salida de Odebrecht ya han generado sobrecostos por más de US$500 millones en el proyecto.
En los próximos días y semanas se verá si es que finalmente el Estado cede ante los pedidos tanto de los bancos como de los nuevos socios. Una situación que, dada la importancia que la nueva gestión le ha dado al destrabe de proyectos, no deja con mucho margen de maniobra al gobierno del presidente Pedro Pablo Kucsynzki.
La semana pasada se preveía que pronto se iba a suscribir el contrato de compraventa por el cual Odebrecht transferirá el 55% de sus acciones en el Gasoducto Sur Peruano (GSP) al consorcio que conforman Sempra y Techint.
Sin embargo, hasta el día de ayer no se había concretado la firma del acuerdo, según fuentes del sector bancario, que evitaron esta vez dar una fecha exacta para la firma del contrato.
Como hemos informado, en calidad de primicia, del 55% que tiene Odebrecht en el GSP, la norteamericanaSempra obtendría una participación del 50% y Tecpetrol el 5% restante. En tanto que Techint adquiriría el 71% que tiene la compañía brasileña en el consorcio de construcción del ducto, donde la firma nacional G&M retendría el 29% restante.
Desistimiento
Otro tema que también se resolvería antes de la firma está vinculado al juicio que Sempra y Techint habrían iniciado contra el Estado peruano cuando hubo la licitación de ProInversión por el GSP.
En junio del 2014, ambas empresas también integraban el consorcio postor que fue descalificado por ProInversión de la licitación del GSP, y por tal razón emprendieron un juicio contra el Estado peruano. La subasta fue ganada por el consorcio conformado por Odebrecht y Enagás.
Las fuentes bancarias revelaron a Gestión que Sempra y Techint estarían desistiendo de la demanda y posiblemente retirando la denuncia, que actualmente venían litigando contra funcionarios de ProInversión.
