El regreso de las materias primas desde el infierno en el que estaba sumida su cotización a comienzos de año ha centrado gran parte de la atención de los inversores y ha tenido una gran incidencia en el resto de mercados. Ahora, dotadas de una mayor estabilidad y tras acumular un gran rally que en el caso del petróleo asciende al 77,54% y en el del oro se eleva hasta el 25%, los inversores se preguntan, ¿podrán los reyes de las materias primas mantener el pulso?
Conforme se va acercando la cumbre que el próximo septiembre mantendrán en Argelia los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), junto a otras potencias invitadas como Rusia, la volatilidad de la cotización del crudo aumenta de manera exponencial. La reunión, que no es otra cosa que una reedición de la cumbre que ya mantuvieron el pasado 17 de abril en Doha, buscará de nuevo alcanzar un acuerdo para congelar los niveles de producción de crudo y estimular así su precio.
Aunque las perspectivas no son halagüeñas, la cotización del oro negro escaló en los últimos días alimentada por diferentes rumores que apuntan a un acercamiento de las posturas. El último, recogido por Reuters, indica que, a diferencia de lo ocurrido en la cita celebrada en Catar, Irán acudirá a la cumbre con intención de negociar. “Para entonces es probable que el nivel de bombeo del país persa haya alcanzado los cuatro millones de barriles diarios, el nivel a partir del cual su ministro del Petróleo comentó que barajarían congelar la producción”, explican fuentes financieras.
Y es que la postura de Irán es capital en lo que a un pacto de la OPEP se refiere. Arabia Saudí, enemigo acérrimo de Irán y el mayor productor de petróleo del mundo, no está por la labor de congelar sus niveles de bombeo si el país persa no hace lo mismo. De esta forma, una postura favorable a negociar por parte de Irán abre la puerta, al menos, a la posibilidad de un acuerdo que reduzca los niveles de inventarios de oro negro que se sitúan en máximos en prácticamente todo el mundo y cuya saturación ha cortado las alas al rally definitivo del crudo.
Pese a todo, Goldman Sachs prevé que la cotización del petróleo del tipo Brent, referencia en Europa, cerrará el año en la franja de entre los 45 y los 50 dólares por barril en la que se mueve en la actualidad. Para el gigante estadounidense, este poco probable acuerdo de la OPEP no serviría para cambiar en gran medida los fundamentales del oro negro, toda vez que la congelación llegaría una vez que estos países ya están bombeando “a su máxima capacidad”.
Para Goldman, el pacto de congelar el bombeo serviría solo para que el famoso cártel se “autoderrotase”, permitiendo que otros países como EE UU elevasen su producción. De cara al mercado, considera que las disrupciones en la producción de países como Nigeria, que bombea a niveles mínimos como consecuencia de conflictos armados en el país, son un mayor estímulo para los precios que la propia actuación de la OPEP.
El oro es uno de los grandes ganadores en lo que va de año. Las turbulencias bursátiles han provocado que el precio del metal amarillo, considerado el valor refugio por excelencia, ascienda en 2016 más de un 25% hasta los 1.330 dólares por onza. La crisis de los primeros meses del año, con las dudas sobre China y el petróleo, metió el miedo en el cuerpo a los inversores en un año en el que el resultado del referéndum británico, favorable a la escisión del país respecto a la Unión Europea, terminó por disparar la aversión al riesgo. Y es en este escenario, señalan los expertos, en el que la cotización del oro mejor se comporta.
“Creemos que el precio del oro estará en el entorno de los 1.440 dólares por onza”, señala James Butterfill, director de estrategia de ETF Securities. Para que esta previsión se cumpla, eso sí, la agitación en los mercados debería mantenerse en los niveles actuales, impidiendo que los inversores recuperen el gusto por los activos de riesgo que podrían ofrecerles una mayor rentabilidad.
Las elecciones en Estados Unidos se antojan clave, pues según los analistas consultados pueden convertirse en el principal foco de incertidumbre de cara al último trimestre del año. Y es que la posibilidad de que Donald Trump llegue a la Casa Blanca podría provocar un vuelco en los mercados. “Es muy posible que la incertidumbre permanezca, pues las tendencias populistas en política, tanto en Europa como en Estados Unidos, continúan prevaleciendo de acuerdo a los sondeos de opinión”, explica en este sentido Butterfill.
El hecho de que los inversores tengan dudas sobre si la Reserva Federal continuará los ascensos de los tipos de interés es otro de los factores que abre la puerta a una nueva subida del oro. De prolongarse demasiado este escenario de tipos bajos, explican los expertos, los niveles de inflación de Estados Unidos podrían llegar a descontrolarse, dando nuevos motivos al mercado para buscar refugio en el metal amarillo.
Los precios del oro se vieron sometidos a una gran presión durante la mañana de la jornada de negociación de este miércoles en Europa, registrando mínimos de cinco semanas, ante los indicios de que la Reserva Federal se prepara para subir los tipos de interés el próximo mes.
En lo relativo a la división Comex del New York Mercantile Exchange, el oro para entrega en diciembre se negoció a 1.317,20 USD por onza troy, mínimos de la sesión y su cota más baja desde el 26 de julio. Finalmente, se situó en 1.320,95 USD a las 3:02, hora de la costa este (las 9:02 en España), dejándose un 0,42% o 5,45 USD. El metal precioso avanzó el martes un 0,37% o 4,95 USD.
Durante su muy esperada comparecencia del viernes en el simposio de Jackson Hole, la presidenta de la Fed, Janet Yellen, anunció que las probabilidades de subida de los tipos de interés de Estados Unidos “han aumentado” en los últimos meses debido a las mejoras en el mercado laboral y a las expectativas de que el crecimiento económico sea firme.
Sin embargo, no ha indicado cuándo actuará la Fed, añadiendo que la subida de los tipos de interés dependerá de los próximos datos económicos.
Durante su comparecencia poco después, el vicepresidente de la Fed, Stanley Fischer, afirmaba que el discurso de Yellen era “coherente” con las expectativas sobre dos posibles subidas de los tipos de interés este año, dejando la puerta abierta a una subida en septiembre.
Según la herramienta de seguimiento de la Fed de Investing.com, los inversores estiman que hay un 36% de probabilidades de que se produzca una subida de los tipos de interés en septiembre, avanzando con respecto a los 21% estimados antes del discurso de Yellen. Las probabilidades de que ocurra en diciembre se encuentran en torno a un 63% frente al 50% del viernes.
El oro es muy susceptible a las modificaciones de los tipos de interés de Estados Unidos, pues una subida haría aumentar el coste de oportunidad de los activos sin intereses como los lingotes, además de impulsar el dólar, divisa en que se fijan sus precios.
El índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, se disparó hasta 95,19, máximos de la sesión y su cota más alta desde el 16 de agosto, pues los inversores comienzan a creer que hay muchas probabilidades de que los tipos suban este año. Finalmente, se situó en 94,55 al comienzo de la jornada de este lunes.
La fortaleza del dólar suele lastrar al oro, pues reduce el atractivo del metal como activo alternativo y encarece las materias primas denominadas en dólares de cara a titulares de otras divisas.
De cara a la semana que comienza, los inversores seguirán pendientes de los informes económicos de Estados Unidos para comprobar si la mayor economía del mundo es lo suficientemente fuerte para resistir una subida de los tipos de interés en los próximos meses, a la espera de la publicación del informe sobre empleo no agrícola del viernes.
Poniendo de manifiesto la importancia al próximo informe sobre empleo, Fisher aseguró que los datos influirán en la decisión del banco central sobre si subir los tipos de interés en las próximas semanas.
Por otra parte, los futuros sobre la plata del Comex para entrega en septiembre se dejaron un 0,76% o 14,1 centavos hasta 18,51 USD por onza troy durante la mañana de la jornada de negociación en Londres, mientras que los futuros sobre el cobre ganaron un 0,12% o 0,3 centavos hasta 2,087 USD por libra.
Los precios del petróleo han descendido bruscamente durante la mañana de la jornada de negociación de este miércoles en Europa pues el gran avance del dólar y la disminución de las expectativas acerca de una congelación de la producción lastraban la confianza.
El petróleo del New York Mercantile Exchange para entrega en octubre se negoció a 46,88 USD por barril, a las 3:57, hora de la costa este (las 9:57 en España), dejándose un 1,6% o 76 centavos.
Por otra parte, en el ICE Futures Exchange de Londres, el petróleo Brent para entrega en noviembre se negoció a 49,36 USD por barril, con un retroceso del 1,58% o 79 centavos.
Las pérdidas del petróleo se producían al situarse el dólar en máximos de dos semanas tras el tono agresivo de las declaraciones de dos de los principales cargos de la Reserva Federal, que indicaron una posible subida de los tipos de interés de Estados Unidos el mes que viene.
La presidenta de la Fed, Janet Yellen, anunció el viernes en la reunión de dirigentes de bancos centrales de Jackson Hole, Wyoming, que las probabilidades de subida de los tipos “han aumentado”, mientras que el vicepresidente Stanley Fischer indicó que es posible que se implementen los ajustes en la próxima revisión de septiembre.
Las subidas de los tipos de interés de Estados Unidos tienden a impulsar el dólar, lo que encarecería el petróleo de cara a los traders que operan en toras divisas.
El índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, se disparó hasta 95,69, máximos de la sesión y su cota más alta desde el 15 de agosto. Finalmente, se situó en 95,65 este lunes.
Mientras, las probabilidades de que la inminente reunión de los principales productores de petróleo resulte en alguna medida para reducir la superabundancia global han disminuido enormemente después de que Irán anunciara que sólo colaborará en las conversaciones para congelar los niveles de producción si sus homólogos exportadores reconocieran su derecho a recuperar completamente su oferta de mercado.
La semana pasada, el ministro de energía saudí, Khalid al-Falih, anunció que no cree que sea necesaria ninguna “intervención relevante” en el mercado del petróleo.
Sus declaraciones se conocen antes de la reunión informal que la Organización de Países Exportadores de Petróleo celebrará en Argelia el mes que viene, durante la cual los principales países productores discutirán una posible congelación de la producción.
Sin embargo, los analistas y traders siguen siendo escépticos en cuanto a que la reunión desemboque en un intento coherente de reducir la superabundancia global.
Los futuros de petróleo han subido durante las últimas dos semanas casi 10 USD por barril, o cerca de un 25%, pues las previsiones en torno a una posible congelación de la producción en la reunión informal de la OPEP en Argelia han provocado un enorme repunte.
El intento de congelar conjuntamente los niveles de producción que ya tuvo lugar este año fracasó debido a que Irán se negó a participar en la iniciativa, subrayando la dificultad de llegar a un acuerdo con sus rivales políticos.