SILVIA NAISHTAT
Con autopistas de hasta cinco niveles en las ciudades más remotas, trenes magnéticos que superan los 400 kilometros por horay avenidas más anchas que nuestra 9 de Julio, la escala de la transformación en China es asombrosa. Y todo parece preparado para la cumbre del G20 que arranca mañana en la lejana Hangzhou.
Este encuentro se vive como un evento histórico, con la misma importancia que le dieron a las olimpíadas de 2008. En la segunda economía del mundo, la expectativa por la reunión de los 20 mayores países del mundo es incluso aún más relevante que la exposición de Shangai en 2010. “Para ellos es la confirmación de que son la elite mundial y un jugador clave”, dice el embajador argentino en China, Diego Guelar que logró una bilateral del presidente Macri con su homólogo chino, Xi Jimping. No fue una tarea sencilla, pero al haber sido elegida Argentina como sede del G 20 en 2018, Macri, junto a Xi Jimping y la canciller Angela Merkel formarán parte de la troika que estará al comando del grupo durante los próximos tres años.
Es un hecho mayúsculo para la Argentina. Y, sin embargo, también en esa reunión prevista para el próximo 3 de setiembre a las 9, se tratarán otros temas como las visas para los ciudadanos ambos países, la cooperación de la policía china con la argentina y la instalación de una oficina del Senasa chino en el país, de manera de agilizar los imprescindibles certificados sanitarios para la exportación de alimentos.
Los principales temas de la agenda que pulen en la Casa Rosada están relacionados con la represas de Santa Cruz y una modificación esencial acerca del observatorio en Neuqúen. En que lo que al principio iba a ser un observatorio con fines pacíficos permitido por Cristina Kirchner, pese a que iba a estar bajo la órbita de las fuerzas armadas chinas; se logró que cambiara a uso civil. “Ya no depende de ningún mando militar”, aseguró Guelar en su recién refaccionada residencia, en el barrio de las embajadas de Beijing.
Guelar, que asegura no dar abasto por el creciente interés de empresas chinas en Argentina, anticipó que el Gobierno ayudará solo a los que quieran instalarse en el país generando empleo. “Los que solo quieran vender en la Argentina, pues que prueben suerte. Nosotros queremos que se radiquen y generen trabajo”, indicó.
Además de las represas es inminente la radicación de una planta de Sany, un conglomerado industrial que abarca desde maquinaria de la construcción a energía eólica. Será para la construcción industrializada de viviendas con paneles de hormigón que pueden estar listas en siete días. Sany planea dos plantas de unos 55.000 metros cuadrados con capacidad para producir cada una 5.000 soluciones habitacionales por año. La inversión es de US$ 30 millones por planta. Están en tratativas con la provincia de Buenos Aires y el Banco Hipotecario. Sany, con 20 parques eólicos en China, se presentó a la licitación de generación de energía no convencional. China Railway Eryuan Engineering Group es otra de las que busca instalarse para proveer, en un esquema de armaduría, a los ferrocarriles.
En cuanto a las visas, actualmente a los ciudadanos chinos les resulta más fácil obtener la visa de Estados Unidos o Australia para poder ingresar así a la Argentina. El trámite, que incluye entrevista, suele demorar meses y vence en 90 días. Guelar busca extenderlo a 5 años, incluso a 10 años para ir eliminándolas. Pide reciprocidad a los chinos.
-¿Cuáles son las empresas chinas interesadas en radicarse?
-A Sany y China Railways hay que sumarle China National Electronics, Huacheng (energía solar),Foton y JAC ( autos), Junma ( equipos petroleros) y Xiamen Golden Dragon Bus ( buses y vans).
Por lo pronto, ya hay varios gigantes chinos em el país como ICBC (finanzas) Cofco y CNNOC( petróleo), Huawei (celulares), Gezhouba (construcción), Cofco, dueña de las cerealeras Nidera y Noble y Lenovo, entre otras.
Los beneficios de las principales empresas industriales de China crecieron un 6,9 por ciento interanual en los primeros siete meses de 2016, lo que supone una aceleración en comparación con la subida del 6,2 por ciento registrada en el primer semestre, según los datos oficiales conocidos hoy sábado.
El volumen de beneficios de las empresas industriales con ingresos anuales por encima de 20 millones de yuanes (tres millones de dólares) alcanzó los 3,52 billones de yuanes entre enero y julio, indicó el Buró Nacional de Estadísticas (BNE) en un comunicado.
Los beneficios de las empresas industriales crecieron un 11 por ciento en julio para llegar a 523.000 millones de yuanes, lo que supone la segunda mayor subida de 2016 y supera al ascenso del 5,1 por ciento de junio.
El funcionario del Departamento de Estadísticas Industriales del BNE He Ping atribuyó el fuerte crecimiento en julio a la caída de costes de producción, el repunte de los precios de las mercancías y a que la base comparativa era relativamente baja.
En julio, las costes medios de las compañías industriales se situaron en 86,08 yuanes por cada 100 yuanes ingresados en la actividad principal, lo que supone una disminución del 0,42 en comparación con el mismo período de 2015.
He añadió que los precios de derivados metálicos ferrosos y no ferrosos han repuntado recientemente debido al cambio de las condiciones del mercado, lo que resultó en aumentos de beneficios en estos sectores.
El sector de la producción y transformación de metales ferrosos logró beneficios de 14.830 millones de yuanes en julio, en comparación con las pérdidas de 1.390 millones de yuanes de julio de 2015. Los beneficios del sector de transformación de metales no ferrosos registraron un aumento de 6.000 millones de yuanes respecto al mismo período del año pasado.
Los dos sectores aportaron el 47,5 por ciento del crecimiento de los beneficios de las compañías industriales incluidas en el estudio del BNE, de acuerdo con He.
En julio de 2015, los beneficios industriales disminuyeron interanualmente un 2,9 por ciento, lo que estableció un punto de referencia bajo frente al ascenso del mes pasado.
Entre los 41 sectores computados, 30 registraron subidas interanuales en sus beneficios durante los primeros siete meses, y entre ellos fueron el refinado de petróleo crudo y el procesamiento de metales ferrosos y no ferrosos los que lograron un crecimiento más significativo.
Entre enero y julio, las ganancias de las empresas de propiedad estatal descendieron un 6,1 por ciento mientras que las de las compañías privadas subieron un 8,7 por ciento.
Los ingresos por la actividad principal de las compañías industriales aumentaron un 3,3 por ciento en los primeros siete meses, mientras que sus activos totales crecieron un 5,7 por ciento hasta los 100,2 billones de yuanes al cierre de julio, según los datos del BNE.
“A pesar de la aceleración del crecimiento de los beneficios industriales, la demanda del mercado no experimentó mejoras sustanciales,” señaló He, que agregó que los problemas actuales como la subida de los gastos operativos y el exceso de capacidad de producción van a lastrar en adelante el crecimiento de los beneficios.