La falta de un reglamento que permita la explotación del litio en Chile (mineral considerado estratégico y de propiedad exclusiva del Estado desde 1979) está generando que millones de dólares dejen de ingresar cada año al país y que, por el contrario, toneladas de ese material ya procesado deban ser desechadas y reinyectadas al Salar de Atacama.
Según los datos aportados por Comisión Chilena de Energía Nuclear (CChEN) y el Servicio de Impuestos Internos (SII) a la Cámara de Diputados, actualmente los dos grandes operadores del Salar de Atacama: SQM y Rockwood, extraen, respectivamente, 1.700 y 442 litros por segundo de salmuera (bajo autorización ambiental) para la obtención de minerales.
Ambas empresas, operan en el salar en base a contratos de arrendamiento de largo plazo suscritos con la Corfo, entidad dueña por ley de las pertenencias mineras de esa zona, indicó el portal La Segunda.
De las salmueras extraídas, Rockwood separa hasta 47 mil toneladas anuales de litio (como producto principal). SQM, en cambio, retira 2 millones de toneladas de potasio (como operación primaria) y como subproducto retira una cuota autorizada de 48 mil toneladas de litio, dicen los datos de la CChEN y el SII.
Pero por las plantas de SQM (grandes piscinas decantadoras que operan por la acción del sol) pasan más de 100 mil toneladas adicionales de litio comercial —que vienen junto a las partículas de potasio— y que la compañía, simplemente, debe desechar y devolver año a año al salar por falta de autorizaciones.
El litio explotado y no comercializado por SQM —por las restricciones legales de 1979— a precios del 2015 (US$6.000 la tonelada de carbonato de litio) equivale a US$600 millones al año y a más de US$2.000 millones anuales considerando el valor de US$22 mil que anotó la tonelada de carbonato de litio en marzo pasado.
Un ejecutivo vinculado a las sociedades controladoras de SQM explicó que “como la compañía saca el litio como un subproducto, parte importante de los costos de su explotación están pagados por la operación del potasio”.
Cálculos de la industria indican que SQM extrae litio del Salar de Atacama a un costo de US$ 3.000 la tonelada y sus competidores en el resto del mundo (Australia, Argentina, EE..UU. y China) procesan el mineral a casi US$ 5.000 la tonelada.
“Esto mismo llevo a la minera no metálica a ofrecer sin éxito al Estado —durante el Primer Mandato de la Presidenta Bachelet— un royalty cercano al 50% de las ventas de litio (deducidos costos de explotación) a cambio de nuevas autorizaciones para comercializar el mineral desechado”, dijo un ejecutivo ligado a SQM.
Un potencial acuerdo que fue abortado definitivamente cuando el vicepresidente ejecutivo de la Corfo, Eduardo Bitrán, se embarcó en los arbitrajes contra la minera, descartando las etapas de acuerdo que tenía el proceso.
Un consejero de Corfo consultado, reconoció que bajo el actual marco legal, la mejor opción que existe para que Chile no pierda su posición en el mercado del litio (segundo productor mundial) es optimizar la extracción del mineral desde el Salar de Atacama, visión en la que se enmarco el acuerdo de la estatal con Rockwood, para aumentar la extracción de litio a cambio de mayores tasas de arrendamiento, entre otros.
En paralelo, Corfo está a la espera de que se concrete la venta del control de SQM —por parte de las sociedades cascadas (ligadas a Julio Ponce)— para buscar un acuerdo que ponga fin a las controversias con la minera y, luego, avanzar en una nueva negociación por el litio. Argumentos que fueron entregados verbalmente por Bitrán a al menos cuatro empresas chinas interesadas en el control de SQM,empresa que hoy reporta sus resultados y que según estimaciones del mercado, serían inferiores a los del primer semestre de 2015.
