JOSÉ DEL RIO
Comenzó la cuenta regresiva. El blanqueo rendirá sus dos primeros exámenes a fines de septiembre cuando venza la opción del bono de corto plazo, y el 31 de diciembre cuando la multa del 10% pase a una sanción del 15% con el cambio del calendario para aquellos que evalúan obtener el efectivo como opción. Los pronósticos tienen una brecha de US$ 20.000 millones a unos US$ 60.000 millones como hipótesis de máxima para una "repatriación" fiscal exitosa.
La página Web de la AFIP tuvo en los últimos días un pico de más del 30% en su tráfico versus igual período del año anterior y de averiguaciones, pero todavía la decisión final no se toma.
"Lo que hay es una fuerte discusión entre cuáles son las mejores alternativas para ingresar. Si conviene el efectivo o los bonos es un debate en el que la mayoría de las fuentes son parte interesada", comenta un analista de la city porteña. De hecho, en la cocina del proyecto se vivió un recorrido en el que el primer debate era cuál era la mejor tasa de multa para entrar al blanqueo. Una discusión interna en la que una parte del gabinete económico apostaba por un porcentaje menor y otra creía que la tasa debía ser "moralmente" aceptable. De allí salió el 10% que es más alto que las anteriores ediciones del blanqueo, pero en un contexto que estiman en Balcarce 50 es distinto.
Los administradores de activos y también los bancos hacen sus análisis. Las recomendaciones están a la orden del día, pero pocos conocen a ciencia cierta cuál es la rentabilidad concreta que dan hoy cada una de las alternativas. LA NACION reconstruyó en base a datos de Reuters, cuál es el valor presente de una cartera posblanqueo según las distintas alternativas. Una calculadora financiera con las diferentes opciones.
"Durante una primera etapa, los brokers recomendaban los bonos, pero ahora están tratando de instalar el pago en efectivo porque no quieren perder acceso al capital. Hasta tal punto desincentivan el bono que se ofrecen a financiar el pago de la multa", asegura uno de los contribuyentes que desoyó el consejo de sus asesores.
El valor de la cartera al día después de haber entrado al blanqueo tiene varias alternativas concretas (ver gráfico):
La opción de pago en efectivo antes del 31 de diciembre supone que por cada 100 dólares blanqueados, el inversor tendrá 90 desde el día siguiente en sus cuentas. Es decir, un 10% menos.
Si se trata de un "blanqueador" tardío que opta por la opción post 1° de enero de 2017, allí los 100 dólares de ejemplo se reducirán a US$ 85 desde el día uno. En este caso con un recorte del 15 por ciento.
El esquema de los bonos supone a simple vista un escenario más complejo para un inversor poco avezado; sin embargo, si se calcula el valor de mercado a hoy descontándolo por la tasa de un bono con un plazo equivalente, el número pasa a US$ 90,46 por cada US$ 100 en el caso de la opción de corto plazo o a US$ 92,07 si se elige la alternativa de largo. Es decir un 0,51% más por cada dólar blanqueado en la primera opción versus el efectivo o un 2,3% más en la segunda.
"La realidad es que hoy se está dando también una batalla de construcción del relato con los asset managers -administradores de activos-. A ellos les conviene que sus inversores elijan el efectivo porque les queda la totalidad del dinero en su cartera, mientras que con la opción de los bonos les quedará el 66,6% más el valor de mercado del bono largo", explica una alta fuente del gobierno nacional.
Y agrega: "En términos financieros no hay dudas de cuál es el mayor retorno. Pero para los asset managers no es indiferente si te quedás con el 90% o si lo ponés en un bono que no pueden tocar. Pierden además las comisiones y por eso juegan por el cash".
Las etapas avanzan en línea con lo pautado desde el Ministerio de Hacienda y la AFIP. Primero, una actualización de la página Web en la que los contribuyentes pueden detectar qué conoce el organismo de sus patrimonios no declarados y la idea de varias solapas que próximamente irán incorporando más información en la medida que la fecha límite se acerque.
En otros países en los que se llevaron adelante blanqueos como el argentino, el contribuyente tuvo un comportamiento dispar. Por ejemplo, en Chile un alto porcentaje fue entrando a lo largo del tiempo vigente sin un patrón particular. "La gente entrará cuando esté lista. Todos están estudiando las reglamentaciones y no suelen ser financieramente tan racionales, sino que se mueven con sus propios tiempos", describe una fuente que administra el dinero de inversores con carteras de hasta US$ 50 millones. "En algunos casos, tras tantos años de evadir les cuesta firmar el cheque", admite. La estrategia de poner límites en el calendario para el bono al 30 de septiembre o para la opción a siete años busca licuar el efecto postergación y acelerar la llegada paulatina de los fondos.
A diferencia del último blanqueo lanzado por el ex ministro Axel Kicillof, en el gobierno actual están convencidos de que los tiempos políticos son muy diferentes y hay un consenso financiero mundial de terminar con la plata no declarada. "La Argentina ingresa en un intercambio de información con las principales sedes desde 2017, y de ahí que el valor de la plata no declarada será el del «estanciero» de acá a tres años. No les hablamos con el corazón, sino con el bolsillo", sintetizó un alto funcionario con la versión 2016 de una histórica frase.
MARIANO GORODISCH
Toda la Secretaría de Finanzas (de "Toto" Caputo para abajo) está trabajando codo a codo con la Comisión Nacional de Valores (CNV) en la reforma de la ley de mercado de capitales, que está casi lista para ser enviada al Congreso a mediados del mes próximo. Uno de los aspectos más trascendentes puede figurar en la reglamentación: la bienvenida al private banking. Los asesores de la banca privada internacional podrán operar en el mercado local, algo que hoy está prohibido. La premisa es que estos ejecutivos se registren, paguen impuestos en la Argentina, tengan el canal abierto para el ingreso de divisas, alquilen oficinas y contraten talentos locales, lo que favorecerá al blanqueo de capitales.
Muchos banqueros privados que operaban desde Uruguay (país al que se le regaló el negocio) ahora podrán hacerlo directamente en el mercado local. "Tienen la idea de flexibilizar el ingreso de inversores y operadores del exterior. Están terminando de afinar las últimas cuestiones, sobre todo los cambios en materia impositiva para que los fondos cerrados para el blanqueo no tengan doble imposición de ganancias", confirma una fuente de estrecha relación con CNV.
Además, eliminarán el famoso artículo 20, puesto por el kirchnerismo contra Clarín, que decía que el Estado podía intervenir en las empresas, pues autorizaba a la CNV a designar veedores en sociedades.
Por lo pronto, desde el oficialismo ya estuvieron charlando algo el tema con otros bloques para que el proyecto no tenga muchas reformas en el Congreso, pero en el medio está el Presupuesto 2017 así que los tiempos legislativos no se saben.
También están trabajando en el "neting" entre bancos, para bajar el capital requerido a la diferencia operada entre ambos.
Otra de las cuestiones que falta definir es si eliminarán la tasa del 10% que le sumó el kirchnerismo a los dividendos de empresas no cotizantes.
En el ambiente financiero están alarmados por la posibilidad de gravar la renta, en momentos como estos cuando los rendimientos se achatan: "La cuestión impositiva juega un papel predominante para el mercado de capitales. Si querés bajar el precio de las Lebac y decís que paguen impuestos, te sube el costo. Así, tendremos un mercado de capitales gravado versus un mercado en el exterior libre. Aparte, si la empresa gana en acciones o bonos ya paga el 35% de ganancias, con lo cual la renta ya está gravada; ahora, si la van a gravar dos veces van a terminar por fusilar al mercado", se queja el dueño de una de las sociedades de bolsa top de Bi Ei.
Pone como ejemplo que, en lo que va del año, se emitieron u$s 30.000 millones en el mercado internacional entre los holdouts, deuda nacional, provincial y municipal, pero nada de ello fue al mercado local. La ficha mínima, de u$s 150.000, no habilitaba el ingreso minorista, por lo que el retail no pudo acceder ni siquiera al bono de Chubut o al de la Ciudad, sino que tuvo que ir a comprarlo a la banca privada del exterior.
Con respecto al impuesto del 1,2% sobre los débitos y créditos bancarios, una alternativa que se baraja es un cronograma de eliminación a cuenta del impuesto a las ganancias.
En el Gobierno quieren seguir el ejemplo de Perú, que disparó sus volúmenes operados reduciendo trabas para poder competir.
Entre otros de los puntos que están en la mesa de discusión sobre la reforma de la Ley de Mercado de Capitales se contempla la posibilidad de eliminar impuestos a inversores extranjeros. La medida beneficiaría a los operadores del mercado local que podrían aumentar sus operaciones, pero puede ayudar a apreciar aún más al peso argentino, algo que el Banco Central combate.
En el Gobierno sostienen que el objetivo de largo plazo es que trabas al ingreso de capitales como ésa deben desaparecer.