Funcionarios del Ejecutivo así como autoridades y miembros de la sociedad civil de Cotabambas, acordaron hoy ampliar la vigencia de la mesa de diálogo en esta provincia por un periodo de 180 días, a fin de realizar el seguimiento a las acciones en favor del desarrollo social y económico de la zona, y una mejor gestión ambiental en torno al proyecto minero Las Bambas.
La ampliación de la mesa de diálogo, que es presidida por el Ministerio de Energía y Minas (MEM), se oficializará a través de una resolución ministerial publicada en el diario El Peruano, en un plazo máximo de 20 días, según lo acordado en la reunión sostenida por este grupo de trabajo desarrollada en auditorio de la Municipalidad Provincial de Cotabambas.
Asimismo, se estableció que este 7 y 8 de setiembre se llevará a cabo la próxima reunión de la mesa de diálogo de Cotabambas. En dicha sesión se presentarán los avances alcanzados en los cuatro ejes temáticos que conforman dicha mesa, que son: Medio Ambiente, Derechos Humanos, Desarrollo Sostenible y Responsabilidad Social Empresarial.
En esa fecha también se aprobará de manera consensuada el reglamento que regirá el mencionado grupo de trabajo, precisó el viceministro de Minas, Guillermo Shinno Huamaní, quien estuvo acompañado del viceministro de Desarrollo e Infraestructura Agraria y Riego, Jorge Montenegro; y del viceministro de Vivienda, Ricardo Vidal.
Además, se invitará a funcionarios de la Contraloría General de la República, ProInversión, Ministerio de Economía y Finanzas, y Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
Cabe indicar que en la reunión de hoy también estuvieron presentes José Ávila Herrera, jefe de la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad (ONDS) de la PCM; el congresista Richard Arce, representantes de la Defensoría del Pueblo, autoridades provinciales y distritales de Cotabambas, así como representantes de la sociedad civil.
Aun cuando en la amazonía ya concluyeron las mesas de diálogo, los acuerdos asumidos no han sido cumplidos por el Estado. Y en el corredor minero, las mesas temáticas en las que se discutían las demandas de la provincia apurimeña de Cotabambas, están suspendidas. Los tambobambinos ya dieron la voz de alerta este mes con la toma de una vía en Antuyo.
El presidente del Frente de Defensa, Rodolfo Abarca, manifiesta que no han tenido respuestas claras ni resultados visibles en el tema ambiental. Recuerda que la protesta empezó cuando el año pasado cambiaron el estudio ambiental del proyecto Las Bambas a espaldas de la población
"Después, con el gobierno aprobamos cuatro ejes temáticos: Medioambiente, Derechos Humanos, Desarrollo Sostenible y Responsabilidad Social. Sobre este último nunca se habló", refiere Abarca.
Cotabambas también exige que se asfalte la vía que va hacia Espinar (Cusco), por donde transitan a diario cerca de 400 camiones que transportan minerales. La polvareda que levantan los vehículos está causando estragos en la salud de los comuneros, así como en sus animales y cultivos. Y el ruido ensordecedor los perturba.
En Cusco, los espinarenses siguen esperando atención especializada para tratar la contaminación con metales pesados que sufre la población de las comunidades de Alto Huancané y Huisa desde hace seis años.
Mientras que en Arequipa, los agricultores del valle de Tambo persisten en rechazar el proyecto minero Tía María.
El analista José Luis López Follegatti opina que se necesita desarrollar el corredor minero donde están importantes emprendimientos como Tintaya, Las Bambas o Antapacay.
"Hay que ver la situación en que se encuentran los proyectos de desarrollo en las zonas altas de Cusco y Apurímac, como los de agua y desagüe, de construcción de centros de salud. Algunas empresas están haciendo obras por impuestos, pero falta presencia del Estado. Que reconozca que este es un espacio donde cuatro o cinco proyectos en operación dan el 1.5% del PBI", anota López Follegatti.
También estima que la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad debe estar en la zona alternando con los ministerios y con los gobiernos de Apurímac y Cusco.
En las cuencas amazónicas Corrientes, Tigre, Marañón y Pastaza, la contaminación ocasionada por la actividad petrolera continúa sin ser resuelta. Hay acuerdos no honrados y demora en la titulación de tierras comunales que no quiere incluir las áreas ocupadas por las petroleras. Les preocupa que no se aplique la Ley de Consulta, la inseguridad de sus territorios y la remediación ambiental.
En abril pasado, el gobierno de Humala creó un grupo de trabajo encargado de coordinar el desarrollo de las cuencas y de ver el cumplimiento de las tres actas de compromiso que firmó el Ejecutivo con las federaciones indígenas.
El 14 de julio se constató que los avances en las obligaciones eran pocos. Una de las más importantes, como es la remediación de tierras contaminadas en los lotes 1AB y 8, está paralizada. En tanto, los derrames de petróleo en el oleoducto norperuano parecen indetenibles.
Los apus de las federaciones quechua, kichwa, kukama y achuar exigen atención. En tanto, ya empezaron a reunirse con sus bases.
Las 16 familias del caserío de Taquiruta, en Apurímac, siguen esperando que la empresa minera MMG Limited cumpla con sus acuerdos y paguen lo justo por sus parcelas que poco a poco van siendo devanadas por las necesidades del tajo abierto.
A metros del tajo abierto del proyecto minero de Las Bambas, de la empresa china MMG Limited, viven 16 familias, las cuales se encuentran en el caserío Taquiruta, comunidad de Fuerabamba, distrito de Calhuahuacho, Apurímac. Ellas decidieron no reubicarse, como sí lo hicieron otras comunidades. ¿La razón? Ellos buscan que paguen lo justo por sus terrenos, a pesar que los límites de sus chacras poco a poco van siendo devanadas.
Sucede que para que la minera MMG, que tiene como principal accionista a la empresa estatal China Minmetals Corporation, pudiera trabajar en dicho territorio de Apurímac varios caseríos fueron reubicados en otros sector. Tal como lo explica Convoca.pe, quienes estuvieron en la zona y recogieron los testimonios de los que allí viven, hace más de dos años, por encima de 400 familias de la comunidad fueron reubicadas por la anterior operadora Glencore Xstrata a una especie de ciudad satélite que queda a media hora del proyecto minero y a la que llaman Nueva Fuerabamba.
Sin embargo, los que decidieron quedarse en Taquiruta, en el campo, esperan que la empresa china les pague lo que ellos consideran "justo" por sus más de mil hectáreas. Mientras avanza la maquinaria pesada y se incrementa la producción de cobre de 32 mil 800 toneladas métricas finas cada mes, lo que equivale a 82 camiones con una carga promedio de 400 toneladas.
Recordemos que a inicios de marzo, tal como lo informó el diario La República, dirigentes de los caseríos de Taquiruta y Ccollpapugio de la comunidad de Fuerabamba, en la provincia apurimeña de Cotabambas, llegaron a Lima para reclamar que MMG Limited desconoce los acuerdos a los que llegaron con las anteriores mineras Xtrata y Glencore para ser reubicados previa indemnización por sus posesiones materiales e inmateriales.
La relación de las comunidades con la empresa fue positiva hasta que llegaron dos momentos conflictivos: el inconsulto cambio del estudio del impacto ambiental (2015), y cuando la empresa empezó a acceder al territorio de los campesinos.
A continuación algunos de los testimonios de los apurimeños de Taquiruta recogidos por Convoca.pe, en un trabajo en conjunto con La República:
"Los pocos ganados que tenemos son golpeados con palos por los empleados de la mina como si fueran perros” [...] piden a cada rato nuestros nombres para dejarnos pasar” (Celia)
“No queremos conflictos. Pero si te doy la mina, también te doy condiciones” (Daniel Olivera, agricultor de Ccayao)
“La empresa era el papá. Si querías fiesta patronal, la mina traía las mejores orquestas del año, mataban diez o quince cabezas de ganado, preparaban la mejor chicha. La gente estaba entretenida en bailar, comer. La mina daba todo. Hasta a las personas que no tenían mujer se las llevaban al servicio sexual” [...] todos los regalos acabaron cuando terminaron de sacar a la comunidad de sus tierras” (Porfirio Gutiérrez Paniura, quien encabeza la lucha del caserío Taquiruta)
“Nosotros solo pedimos que nos paguen lo justo. Me han quitado mi chacra de donde están sacando el mineral” (entre sollozos exclama la adulta mayor Dominga Paniura)
“La empresa nos ha denunciado como comuneros precarios, como si nosotros no viviéramos hace tiempo acá. Nosotros somos originarios de aquí” (Porfirio Gutiérrez Paniuras)
El medio citado informa sobre la respuesta de Las Bambas a propósito de estos reclamos:
"La empresa minera Las Bambas, propiedad de MMG Limited, respondió vía correo electrónico a Convoca.pe que “la empresa viene asumiendo todos los compromisos pactados con la comunidad” y que “algunas familias no desean trasladarse (de Fuerabamba) porque exigen que antes se le otorgue una compensación adicional, individual y particular muy por encima de lo acordado y firmado con la propia comunidad”. La compañía asegura que la comunidad de Fuerabamba le transfirió sus tierras mediante una escritura pública de permuta, el 23 de noviembre de 2011. Sin embargo, Porfirio Gutiérrez de Taquiruta dijo que cada caserío se encargó de su propia negociación y las familias que se resisten a abandonar sus tierras nunca aceptaron esos acuerdos. Porfirio no ha precisado el monto por el que sí estaría dispuesto a vender sus tierras a la compañía. La minera tampoco ha detallado esta cifra".