Se renegociará el gas de Camisea. Ese fue el principal anuncio realizado ayer por Fernando Zavala, presidente del Consejo de Ministros, en su mensaje de cierre ante el Congreso antes de solicitar el voto de confianza.
Este anuncio no solo era esperado por la representación nacional, sino por millones de peruanos de todo el país que aún no sienten los beneficios del gas natural.
Emplazado un día antes por distintas bancadas de la oposición, Zavala sostuvo que el gobierno busca que el Estado obtenga la mayor recaudación posible proveniente de las regalías pagadas por la extracción del gas natural de Camisea.
Solo una semana antes, el titular de Energía y Minas, Gonzalo Tamayo, adelantó a La República que la estrategia para renegociar uno de los contratos se ceñiría al fallo del CIADI respecto a casos de reexportación de gas del Lote 56 de Camisea, el cual fija que el valor de la regalía se pagará no solo en función al punto final de destino del gas sino también al punto final del consumo.
Zavala reconoció que en la medida que hubo buenos precios internacionales del gas natural se generaron ingresos para el país; no obstante, bajo la actual coyuntura –de precios bajos–, el Estado está más preocupado aun de que el país obtenga más beneficios de la exportación del gas natural.
"Es por ello que se renegociará con las partes involucradas en la exportación de gas natural para encontrar una alternativa más rentable que la exportación a México que nos permita, por un lado, mejores precios y, aprovechar la oportunidad que México está construyendo gasoductos regionales con Norteamerica", aseveró el presidente del Consejo de Ministros.
Al concluir estas palabras, el congresista del Frente Amplio Manuel Dammert le acercó las denuncias y pruebas de reexportación de gas por parte de Shell, así como también el proyecto de ley de su autoría, el cual apunta a que el Estado sea quien lidere la renegociación de estos contratos.
El consultor en temas energéticos, Humberto Campodónico, explicó que actualmente existe un problema del contrato por la forma como se establece el pago de regalía, el mismo que termina siendo lesivo a los intereses del país, por ser muy bajo. Este contrato es el que deberán negociar Perupetro y el Consorcio Camisea.
En tanto que sobre el contrato entre la Comisión Federal de Electricidad de México y la Shell, Campodónico sostuvo que el Estado peruano debe sustituir a la empresa debido a que se trata de un recurso de interés nacional, y por ello deben encontrarse los mecanismos diplomáticos para que se renegocie de gobierno a gobierno.
Otro momento singular de la jornada fue que, sin esperar al canto del gallo al que alude el pasaje bíblico, Fernando Zavala, anoche, se vio obligado a negar tres veces cualquier relación con el gobierno de Ollanta Humala.
“No ha habido ni hay una alianza con el gobierno saliente”, expresó Zavala; y utilizando el mismo enunciado, negó también que exista “un acuerdo” o “un pacto” con la gestión anterior. “Menos aun para convalidar impunidades potenciales”, subrayó.
Esto ante la exigencia de la bancada fujimorista, que ayer nuevamente dedicó buena parte de la sesión al gobierno de Humala, principalmente a los viceministros y funcionarios que fueron ratificados o reubicados en este gobierno.
Úrsula Letona había insistido ante los medios que el gobierno tenía que dar detalles de cómo encontró al anterior gobierno, en materia económica y presupuestal.
En tanto, el vocero de Fuerza Popular, Luis Galarreta, expresaba, a modo de amenaza, que solamente darían el voto de confianza si se removía a funcionarios “que no pueden permanecer un día más”.
Estos eran los dos puntos de mayor tensión entre Fernando Zavala y la bancada fujimorista, de cuya amplia mayoría dependía la investidura.
En su alocución, el jefe de la PCM deslindó del régimen de Humala, pero además desarrolló amplia información sobre malas prácticas y nombramientos irregulares en el Ministerio de Relaciones Exteriores, y dio cuenta de indicadores poco auspiciososen el sector Salud. Agregó que los demás ministros harían lo mismo ante las respectivas comisiones del Congreso. Era lo que quería el fujimorismo.
Zavala les dio el gusto, pero no en todo. Al referirse a los funcionarios, defendió que mantendrán a quienes son competentes y honestos, y dijo que solo retirarían a quienes incurran en corrupción.
En la misma lógica de ir allanando el camino, el ministro del Interior, Carlos Basombrío, ofreció disculpas al fujimorismo debido a que el 5 de junio, apenas se conoció la derrota de Keiko Fujimori, escribió en Twitter: “Ahora ya casi podemos decir que los mafiosos fueron derrotados. ¡Viva el Perú!”
Basombrío y los titulares de Economía, Alfredo Thorne, y de Transportes, Martín Vizcarra, fueron los únicos en responder las inquietudes planteadas sobre sus sectores. Fernando Zavala hizo lo propio en representación de los demás ministerios.
Otro anuncio importante de Zavala fue el retorno por la puerta grande de la ex procuradora contra el lavado de activos Julia Príncipe, quien fue retirada del cargo durante el gobierno de Humala, en represalia por pronunciarse a favor de la investigación a Nadine Heredia por el caso de las "agendas".
Zavala anunció que Príncipe será designada presidenta del Consejo de Defensa Jurídica del Estado, cargo que usualmente recae en el ministro de Justicia. En este caso, la titular de este pliego, Marisol Pérez Tello, decidió delegar tales funciones en aras de ir avanzando con la autonomía de las procuradurías.
De este modo, será Príncipe la responsable de designar a los nuevos procuradores en temas tan sensibles como la lucha contra la corrupción, el narcotráfico, el terrorismo y el lavado de activos.
Zavala también se pronunció a favor de la legislación en materia de imprescriptibilidad de los delitos de corrupción y la muerte civil para quienes incurren en estos actos ilícitos.
En cuanto al sector Defensa, el jefe de la PCM anunció la instalación de una comisión especial que se encargará de evaluar los ascensos y procesos de pase al retiro de miembros de las Fuerzas Armadas durante el periodo comprendido entre los años 2012 y 2016.
Al referirse al valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro, el jefe del gabinete apuntó que este gobierno impulsará un control territorial de las principales cuencas cocaleras a fin de cortar la cadena de suministros del narcotráfico.
En el tema de la minería informal, reiteró que el gobierno impulsará la formalización, pero guardó silencio sobre la eventual derogatoria o modificación de los decretos legislativos 1100 y 1105.
Para el sector Justicia, hizo mención a la atención de las víctimas del conflicto armado interno de los años comprendidos entre 1980 y el 2000.
Los ministros respondieron una serie de inquietudes de los congresistas que, en gran medida, convirtieron la sesión del Pleno en una maratón de reclamos por situaciones específicas de sus respectivas regiones.
Queda para el recuerdo la forma insistente en que fujimoristas como Galarreta o Vilcatoma expresaron frases alusivas a la corrupción, siendo ellos integrantes de un grupo político cuyo principal líder está preso por corrupción y delitos de lesa humanidad.
Después de 21 horas y 41 minutos, el gabinete de Zavala obtuvo el respaldo de 121 votos a favor. Las dos abstenciones (Edgar Ochoa y Edilberto Curro) y un voto en contra (Hernando Cevallos) fueron del Frente Amplio, cuyos demás integrantes desistieron en el último minuto de seguir en esa línea. Así se cerró la primera esperada confrontación.
David Sulmont
Este escenario era lo que se esperaba, un fujimorismo mostrando su poder haciendo un debate largo, pero en realidad no ganaba nada negando el voto de confianza; al contrario, ello podría haber ocasionado que pierdan aceptación ante la opinión pública.
El jefe de la PCM siempre ha sido un flanco susceptible de ser atacado por un mal manejo, pero en este caso no había ninguna razón para denegar la confianza a un nuevo gobierno.
El mensaje que llevó Fernando Zavala al Congreso estuvo correcto pero, eso sí, no pueden prometer que van a hacer mejor las cosas que el gobierno anterior porque eso depende de muchos factores.
Algo que puede hacer el Estado en este momento es impulsar la inversión pública,por ejemplo.
Lo que viene más adelante es un fujimorismo que optará por las interpelaciones, censuras, y aprovechará cualquier movilización o tema que se ponga en agenda a través de las encuestas.
Ellos piden cambios pero tampoco representan el cambio radical que proponga cosas alternativas inteligentes. Muchos de los miembros de Fuerza Popular son políticos inexpertos