El ministro de Energía justificó el aumento de las tarifas de gas y luz por la política energética de los gobiernos kirchneristas. “Argentina pasó de tener energía abundante y barata a tener energía escasa, importada y cara”, denunció.
“Como la única verdad es la realidad, la realidad que nosotros hemos recibido es que en estos últimos 12 años Argentina pasó de tener energía abundante y barata a tener energía escasa, importada y cara. El sector que recibimos manifestaba un gran desorden en su funcionamiento, con rol y responsabilidades equivocadas, alta irresponsabilidad”.
Con estas palabras inició su exposición ante la Cámara de Diputados el ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, sobre los aumentos en las tarifas de luz y gas derivadas de la quita de subsidios por parte del gobierno de Cambiemos. Y como se esperaba, hizo responsable a los gobiernos kirchneristas.
Ante un centenar de diputados que participan de un plenario de comisiones, el funcionario aseguró en ese sentido que el presidente Mauricio Macri heredó en diciembre pasado un “marco de atraso tarifario” que no se correspondían con una realidad en la que las tarifas aumentaron menos que los salarios y la inflación. Además, dijo que el anterior Gobierno destinó “mayor subsidio para los ricos y menor para los pobres”.
“Se invirtió durante la década pasada, es cierto. Pero lamentablemente fuimos de avanzada en América Latina con una ley de fomento de la energía renovable, la famosa Ley Guinle, y sin embargo tardamos tres años en reglamentarla y los objetivos no se pudieron cumplir”, continuó .
Aranguren afirmó luego que “Argentina no puede repetir el pasado y debe reconstruir un futuro energético justo y sustentable, que permita garantizar el autoabastecimiento energético (…), que contribuya a mitigar el impacto de la generación de energía en el cambio climático”.
Posteriormente, negó que los tarifazos hayan sido un “shock”, como denuncia la oposición: “se hizo de la forma más gradual que nos permitía la grave herencia que hemos recibido en el frente energético”, se defendió. Y explicó que producto de la quita parcial de subsidios, se pudo “recuperar el 30 por ciento de lo que es el costo de generar energía”. “El 70 por ciento sigue estando subsidiado”, destacó.
Silla vacía: De Vido no fue y mandó una carta
Finalmente el titular de la Comisión de Energía no se hizo presente en el plenario de Diputados organizado para interpelar al ministro Aranguren y mandó una carta brindando sus argumentos.
Más allá de la lógica expectativa que abría la presencia en la Cámara de Diputados del ministro de Energía, Juan José Aranguren, había especial atención sobre la presencia o no del titular de una de las comisiones convocantes del plenario, el exministro de Planificación Federal durante toda la gestión kirchnerista, Julio De Vido. Sobre todo porque el oficialismo no había ocultado la intención de que el debate pudiera transformarse en una suerte de “interpelación” hacia quien fue el responsable del área energética durante los últimos doce años.
Finalmente el misterio respecto de la presencia o no del diputado kirchnerista, quedó prontamente develada al quedar vacía la silla que debía ocupar el exministro. Y tal cual habían anticipado los organizadores del plenario, al ser consultados por si así sucedía, lo dejarían bien expuesto, dejando libre el lugar de De Vido y el cartel correspondiente.
Al anunciar el oficialista Luciano Laspina -en su calidad de conductor del plenario- la ausencia del diputado Julio De Vido, aclaró que el exministro había mandado una nota explicatorio de su ausencia, y el titular del bloque FpV-PJ, Héctor Recalde, pidió que la misma fuera leída al inicio de la reunión. Lo cual fue rechazado por Laspina, argumentando que era un privilegio que no podía dárseles a ninguno de los legisladores ausentes. “Quedará archivada y el diputado que quiera leerla podrá hacerlo”, señaló el legislador del Pro, ante lo cual Recalde dijo que él quería leerla.
“Podrá hacerlo entonces cuando le toque hablar, al inicio del debate”, concedió Laspina, ante el reproche posterior de la diputada massista Graciela Camaño. La primera nota saliente del debate había quedado expuesta.
La nota fue posteriormente publicada por De Vido en su cuenta de Facebook:
"En virtud del intento explícito del Gobierno Nacional y los diputados del oficialismo de promover un debate sobre los realizado en los últimos 12 años en materia energética, enfocándose en mi persona, en lugar de dar las explicaciones que espera la sociedad, en relación a cuáles fueron los criterios técnicos y fundamentos del brutal tarifazo que llena de angustia a las familias argentinas, quiero informar que no estaré presente en la plenario de comisiones del día de hoy.
Dicha decisión, de carácter estrictamente personal, tiene por objetivo evitar que se desvíe la discusión hacia cuestiones que responden a diferentes concepciones ideológicas y políticas, especialmente en relación al rol del Estado, la soberanía nacional y el libre mercado, como ha quedado de manifiesto en los numerosos debates que en forma pública y privada hemos mantenido con quien hoy es ministro.
Con esas tarifas que muchos califican como “atrasadas” se invirtieron en el sector 25 mil millones de dólares. Sería muy extenso enumerar todo lo que se realizó. Pero baste con recordar algunos logros: terminamos Atucha II, Yacyretá, construimos 5.500 kilómetros de líneas de alta tensión con los que incorporamos 11 provincias a la red nacional, aumentamos 12 mil megavatios la capacidad instalada, con un pico de consumo que pasó de 14.500 megavatios en 2003 a más de 25.000 en 2015.
Asimismo, recuperamos YPF e hicimos posible la incorporación de 2,5 millones de hogares a la red de gas y 6 millones al servicio de electricidad.
Todo fue posible con tarifas competitivas, con costos argentinos, que hicieron posible la creación de 6 millones de puestos de trabajo, un crecimiento de la industria exponencial y sobre todo que millones de argentinos puedan pagar las tarifas de gas y electricidad.
Es falso que las tarifas estuvieron congeladas 12 años: desde el año 2008 pusimos en marcha mecanismos de quita de subsidios a los usuarios de mayor poder adquisitivo, siempre protegiendo a los hogares de menores recursos.
En cambio, el brutal tarifazo aplicado por Aranguren afectó a millones de familias que no pueden pagarlo e implica una transferencia directa a las empresas, en el caso del gas de 3.500 millones de dólares a los productores.
Por lo tanto, esperamos que el ministro explique lo que se preguntan tanto el pueblo argentino como la Corte Suprema de Justicia: cómo llegó a esos salvajes porcentajes de aumentos que ni él mismo pudo fundamentar cuando visitó el Senado."