Los futuros del oro subieron durante la sesión asiática el Martes.
En la división Comex de la New York Mercantile Exchange, Los futuros del oro para entrega en Diciembre cotizaban a 1.351,65 doláres estadounidenses la onza troy. Al momento de escribir este informe están subiendo en un 0,52%.
Tempranamente alcanzó un máximo de sesión de 1.352,35 doláres la onza troy. El oroprobablemente encuentre apoyo en los 1.333,20 y resistencia en los 1.352,35.
El Índice dólar, el cual reporta el comportamiento del dólar estadounidense frente a un grupo de otras seis divisas principales, cayó un 0,21% para cotizar en 95,38 doláres.
Por otra parte, en el Comex, La plata para entrega en Septiembre se elevó un 0,55% para cotizar a 19,930 la onza troy mientras que El cobre para entrega en Septiembre cayó un 0,14% para cotizar a 2,147 doláres la libra.
Que el precio de un activo -como el oro- pueda aumentar un 500% es algo altamente especulativo. Sin embargo, en la historia del mercado del oro ha habido momentos en los que la cotización del oro aumentó drásticamente, como en los 70 del siglo pasado. En 1971 el precio del oro se fijaba por el Sistema Monetario Internacional de Bretton Woods y se situaba en 35 dólares por onza. Al final de esa década la cotización del oro acabó con un récord de 850 dólares por onza. Eso es una subida del 2.300% en apenas 10 años. Para los inversores en bolsa los años 70 fueron una década perdida, con mucha volatilidad y retornos planos.
El mundo no se acabó en los años 70 pero una inflación de dos digitos, la crisis del precio del petróleo, un dólar débil y la inestabilidad política existente crearon mucha tensión en los mercados. Con el aumento del miedo y la incertidumbre, los inversores compraron más oro y hacia finales de los 70 fueron deshaciendo las posiciones. Los últimos años han creado un entorno similar al de los años 70 para el mercado del oro:
Los problemas económicos específicos de Occidente de los años 70 de inflación, recesión y la crisis del petróleo son diferentes a los problemas actuales. Pero hay similitudes entre aquellos años y la actualidad. En 1979 el presidente de EE.UU., Jimmy Carter, hablaba de una “crisis de confianza” en el Gobierno y en el futuro. Esa crisis de confianza se trasladó al mismo presidente, en parte por la crisis de Irán, perdiendo las elecciones presidenciales contra Ronald Reagan en 1980.
El eslogan de Regan en campaña era: “Make America Great Again” (Hagamos a América grande de nuevo en español), el mismo eslogan que utiliza Donald Trump para canalizar la insatisfacción y ansiedad popular. La crisis de confianza actual es global y se extiende desde Washington a Londres -insertamos a Madrid aquí por cortesía-, Berlin o Beijing. La crisis de confianza de los 70 llegó a un punto máximo en 1979 que coincidió con precios máximos del oro. En la actualidad podríamos encontrarnos en un entorno similar para el futuro.
Cuando EE.UU. decidió unilateralmente deshacer el sistema del patrón oro de Bretton Woods, en agosto 1971, la Reserva Federal-Fed, el Banco Central de EE.UU., asumió un papel de más peso para gestionar la economía de EE.UU. La Fed seguía una línea de pensamiento económico Keynesiana, nombrada así por el economista británico John Maynard Keynes, que defendía que una mayor oferta de dinero aumentaría el empleo y el crecimiento económico.
Cuando el desempleo se aceleró en los años 70 la Fed y otros bancos centrales repondieron aumentando la oferta de dinero, pero no funcionó. El mundo cayó en una “estaflación”, es decir, una combinación de una economía estancada con una inflación creciente. Así que, para controlar la inflación, los bancos centrales aumentaron los tipos de interés. En 1971 el tipo de interés de referencia de la Fed, el Fed fund rate, estaba por debajo del 4%. A finales de la década se situaba en un 13%.
En la actualidad llevamos siete años bajo un experimento de los bancos centrales que no parece dar frutos reales para la población, aparte de hacer más ricos a los más ricos. El mundo sufre de una falta de crecimiento económico, no siendo la inflación un problema todavía, sino más bien la caída de los precios que se conoce como deflación. Para combatir la deflación los banqueros centrales han aumentado de forma agresiva la oferta monetaria y han bajado a mínimos históricos los tipos de interés, ayudando así a las economías sobre endeudadas de sus gobiernos.
Algunos países incluso tienen una política de tipos de interés negativos (NIRP – negative interest rate policy), “pagando” tipos negativos para los depósitos de los bancos comerciales de sus países, extendiendo estos tipos negativos para la deuda pública de los emisores gubernamentales.
En este entorno, con un bono que genera tipos negativos logra que la posesión de oro físico sea mucho más atractivo aunque no de interés.
Todos los mercados financieros tienen una dinámica de subidas y bajadas que se suele repetir en unos patrones a lo largo de muchos años.
En los 70 el precio del oro subió desde los 35 dólares por onza en 1971 a máximos de 180 dólares en a finales de 1974. Desde ahí la cotización del oro bajó casi un 40% hasta 110 dólares, en agosto de 1976. Desde este punto, el precio del oro alcanzó su máximo anterior en junio 1978 y, desde ahí, realizó una subida casi parabólica, subiendo hasta los 850 dólares en enero 1980.
El precio del oro actual podría ser comparado con este mismo patrón de los años 70.
1970s: De 35 dólares en 1971 a 180 dólares en 1974 (414% de subida)
En la actualidad: 280 dólares en 2000 a 1.888 en agosto 2011 (574% de subida)
1970s: Correción de 1974-76 de 197 dólares a 110 dólares (44% de caída)
En la actualidad: Corrección de 2011-15 de 1.888 dólares a 1.056 dólares (44% de caída)
El precio del oro está en la actualidad un 26% por encima del precio más bajo de 2015. Esto equivale al precio del oro de noviembre de 1976 con 132 dólares. Si el precio del oro repite el patrón de los 70 podría llegar a 6.800 dólares en los próximos tres a cuatro años.
En el mercado actual, el precio del oro alcanzó los 1.188 dólares en agosto 2011, pero cayó hasta los 1.056 dólares en noviembre 2015. ¿Es posible que el precio de noviembre de 2015 haya sido el suelo del precio del oro para la corrección que se observa desde 2011?
Para que la cotización del oro suba como en los años 70 debería entrar en una fase de recalentamiento similar a la conocida manía de los tulipanes de siglo XVII, las acciones de Internet en el año 2000 o las acciones chinas el año pasado.
En 1979, una segunda crisis del precio del petróleo, tras años de inflación en los precios de la energía, en combinación con la inestabilidad política, empujó a los inversores a una gran subida final de pánico que llevó a los precios máximos del oro de enero 1980.
¿Es probable que se repita este escenario? Probablemente no, pero el entorno es favorable.