Víctor Gobitz, CEO de la minera Milpo, explica cómo la fluctuación de los precios del zinc, el oro y la plata impacta en su estrategia de producción, discute el avance de sus proyectos de exploración y revela la estrategia de relaciones comunitarias de la empresa.
-El precio del zinc ha tenido un buen desempeño en lo que va del año. ¿Les ha cambiado su perspectiva de crecimiento?
Al precio del zinc lo vemos con una perspectiva positiva y sólida porque existe una escasez de oferta. Tenemos una mejor perspectiva financiera, y creemos que [la mejora] nos permitirá acelerar el crecimiento de nuestro portafolio de proyectos.
-¿Qué proyectos están incluidos en este crecimiento de su portafolio?
Incorporaremos el proyecto de exploración Shalipayco a la unidad de Pasco, compuesta por El Porvenir y Atacocha. Shalipayco está a 60 kilómetros de El Porvenir e incluso a una distancia mucho menor que otras plantas concentradoras, como las de El Brocal y las deVolcan. Hemos llegado a un acuerdo con Volcan para usar una de sus plantas para procesar minerales, lo cual acelera el desarrollo del proyecto. Según nuestro estimado, Shalipayco entrará en producción entre el 2017 y el 2020.
¿En qué fase está el megaproyecto Michiquillay y cómo piensan financiarlo si lo llevan a cabo?
Aún no ha sido declarado de interés público por ProInversión. Hoy Milpo tiene una perspectiva financiera holgada: una deuda negativa y una caja de US$432 millones. Con la actual perspectiva de precios de los metales, esta posición mejorará y nos dará una capacidad financiera mayor, que nos permitirá tomar más deuda. Además, un proyecto como Michiquillay tiene varias fases. Una primera fase es llegar al acuerdo social: el proyecto tiene que reubicar a una dos comunidades campesinas y eso puede tomar dos años.
Luego de esa etapa, hay que hacer más exploraciones y construir un proyecto sólido desde el punto de vista financiero. Aquí estamos hablando de montos de inversión menores. Después de eso, tenemos que obtener los permisos ambientales. A cabo de cuatro años recién se va a dar la necesidad de desembolsar cantidades importantes de dinero que al día de hoy ya tenemos.
¿Tiene un estimado de cuándo sería declarado de interés público?
Siempre que he estimado, he fallado, porque no depende de mí.
El modelo de Milpo es la inversión por etapas. En el caso de Michiquillay, ¿comenzarán con una inversión pequeña?
Si. Esa es parte de la propuesta que hemos formulado, pero es parte de la información que no es pública. Pero el concepto es por etapas.
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¿En qué situación se encuentran Pukaqaqa, sus proyectos de cobre más pequeños?
Tanto Pukaqaqa y Magistral tienen trabajos de exploración terminados. En el caso de Pukaqaqa el estudio de impacto ambiental (EIA) esta aprobado y en el caso de Magistral el EIA está en evaluación. Dado que Magistral es un proyecto de ProInversión, hemos presentado un estudio de factibilidad que ya fue aprobado. Estamos esperando tener la aprobación del EIA y luego tenemos que presentar un proyecto para la construcción. Es un proyecto de tamaño medio que producirá entre 20 y 30 mil toneladas de cobre por día. En su máxima capacidad produciría 50 toneladas. Pukaqaqa tiene la misma dimensión, y estamos diseñando el proyecto en una sola comunidad campesina para obtener los permisos de construcción.
¿De qué forma piensan seguir reduciendo costos?
Tenemos una estrategia a corto plazo en función de los precios del oro y de la plata, que han tenido un repunte importante. Incrementaremos la producción del oro, de la plata y del plomo en Atacocha y El Porvenir por una razón geológica. Estos yacimientos son epitermales, lo que significa que en la parte alta del sistema hay estos metales, y mientras se profundiza aparece zinc y luego cobre. Es más barato explotar la parte alta.
En esa línea, ¿piensan aumentar la producción de Cerro Lindo?
En los siguientes días deberíamos obtener el permiso para incrementar la producción a 20,000 toneladas por día. Actualmente se extraen 18,000 toneladas al día.
¿De qué manera la integración de Atacocha y El Porvenir (las dos minas en su unidad de Pasco) les permite seguir con esta estrategia de reducción de costos?
La integración de túneles entre Atacocha y El Porvenir, que es la última fase de integración en nuestra unidad de Pasco, nos va a permitir en el largo plazo utilizar la infraestructura de El Porvenir, que es la más profunda. El sistema de Atacocha se había quedado en la parte alta. No tenía sentido económico hacer dos sistemas de produndización. Al final vamos a tener una gran planta concentradora en una sola posición, explotando dos yacimientos mineros distintos.
¿La reducción del consumo del cobre en China le genera preocupaciones o incluso planes de contingencia para el futuro?
China esta pasando por un periodo de cambio, pero sin duda hay un grueso de población rural que se va a convertir urbana, la siguiente ola va a venir con la India. El mundo urbano requiere metales. Hay un stock de oferta de cobre y una demanda que crece por este patrón rural-urbano y ademas por el crecimiento natural de la población. Estos dos factores van a llevar a una mayor demanda de metales.
¿Cuál ha sido al estrategia de Milpo para relacionarse con las comunidades en la zona de impacto de sus proyectos?
Milpo ha tenido dos estrategias. La primera ha sido ayudar a las comunidades via obras por impuestos, y una serie de programas como el mejoramiento del agua potable, los sistemas eléctricos, y la salud. Esto es importante pero no es suficiente. Lo segundo que estamos haciendo, que requiere más inversión y capacitación, es crear empresas comunales.
La ley de comunidades campesinas indica que si la comunidad se organiza en una empresa, tiene la ventaja tributaria de no pagar Impuesto a la Renta. Estamos haciendo esto en las comunidades de los proyectos de Atacocha, Cerro Lindo, Magistral, Pukaqaqa, y es la idea para Michiquillay. La minería es un negocio que dura décadas, y si la comunidad se logra incorporar a la cadena productiva, vamos a lograr transferir una parte importante del PBI del proyecto dentro del entorno donde se opera.
