Desde la Cámara de Diputados, el kirchnerismo se alza contra el "tarifazo" desde los discursos y con carteles pegados en las bancas de los legisladores del Frente para la Victoria.
Sin embargo, omitió llevar la lucha al ámbito correspondiente: la Comisión de Energía y Combustibles, que preside Julio De Vido.
El ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido “planchó”, como se suele decir en la jerga parlamentaria, alrededor de 22 pedidos de informes al Poder Ejecutivo.
Algunos son proyectos de resolución, que fueron presentados por distintos bloques, incluso del FpV, para pedirle al al Gobierno que brinde explicaciones en materia energética y justifique los incrementos tarifarios.
Varios de éstos apuntan apuntan directamente al ministro Juan José Aranguren, quien igualmente deberá concurrir a la Cámara Baja la próxima semana en un plenario de 5 comisiones.
La tarifa social, la gestión sobre YPF, la importación de gas de Chile y el programa Hogar, son otros de los pedidos de informes, según relevó el sitio parlamentario.com.
Pero, pese a la crisis energética y la polémica por las tarifas, la comisión que preside el diputado K apenas se reunió 5 veces desde su constitución.
Ayer, De Vido mantuvo un llamativo silencio durante la sesión que trató el tarifazo y que acordó citar al ministro Aranguren para que explique las subas en el gas y la luz.
ANALIA ARGENTO
Teléfono en mano, con promesas y diálogo abierto, el Gobierno nacional siente que logró morigerar el costo político de la discusión por las tarifas en el Congreso. Pagó, pero “menos de lo que se preveía”, plantean en la Casa Rosada donde paradójicamente festejan que el ministro Juan José Aranguren tenga que presentarse el martes 16 ante el plenario multitudinario de cinco comisiones. Evitó, es cierto, el mal trago de ser interpelado en el recinto pero el Gobierno teme y necesita evitar un daño mayor con el “show” de preguntas y planteos de una oposición que se unió en su contra y que encuentra en el tarifazo un tema para golpear la imagen de Cambiemos.
Varios son los datos que cuentan a favor. Cinco son las comisiones frente a las que tendrá que comparecer el titular de Energía: Defensa del Consumidor, Energía, Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Obras Públicas. Dos de ellas están presididas por espadas del PRO como son Pablo Tonelli y Luciano Lapina.
Punto a favor, aseguran quienes ya imaginan a ambos diputados liderando la contraofensiva oficialista y respaldando la estrategia del Gobierno política y reglamentariamente como ayer lo hizo el titular de Diputados, Emilio Monzó. Otra de las comisiones está en manos del Frente Renovador (Liliana Schwindt), otra la preside el Bloque Justicialista (Sergio Ziliotto) y justamente la de Energía la preside Julio De Vido. De todas las fotos o títulos posibles el Gobierno elige la del ex ministro sentado junto a Aranguren en la cabecera de la megareunión.
Hoy jaqueado por la justicia, en el foco de las denuncias por la obra pública, fue el responsable del área durante todo el kirchnerismo. En términos macristas, De Vido es la imagen viva de “la pesada herencia”, quien pateó para adelante los aumentos, quien ejecutó políticas de “desinversión” y el culpable de que Mauricio Macri no tuviera opción y haya tenido que aplicar un shock tarifario. Una política de shock que, todo indica, el Gobierno no piensa frenar.
El diputado, un encumbrado referente del oficialismo, exhibió su más amplia sonrisa. "¡Sería espectacular! -enfatizó-. (Julio) De Vido sentado al lado de (Juan José) Aranguren... ¡qué show se va a armar! No hay dudas, Dios nos protege a nosotros."
La mejor noticia que pudo recibir ayer la cúpula del bloque oficialista de la Cámara baja es que el ex ministro de Planificación del kirchnerismo, el actual diputado Julio De Vido, haya confirmado su asistencia, el martes próximo, al plenario de comisiones al que asistirá el ministro de Energía, Juan José Aranguren. De Vido es presidente de la Comisión de Energía, una de las comisiones convocantes. El oficialismo aprovechará para cargar contra él y achacarle no sólo la crisis energética que padece el país -que obligó al Gobierno a un drástico incremento de tarifas-, sino también las numerosas denuncias por corrupción que afronta en la Justicia.
Con esta estrategia de confrontar en vivo y en directo con De Vido, el oficialismo buscará diluir la embestida que los bloques opositores preparan contra el ministro Aranguren, artífice del polémico tarifazo en los servicios de luz y gas, duramente cuestionado por la oposición y la Justicia.
"Va a ser un show", se lamentaba ayer un diputado del peronismo no kirchnerista, abocado por estas horas a elaborar el cuestionario que su bloque llevará el martes al plenario de comisiones. "Va a quedar tapado por el circo mediático que se va a armar", se resignaba.
El ministro Aranguren fue citado a las comisiones de Presupuesto, Obras Públicas, Energía y Defensa del Consumidor de la Cámara de Diputados para que justifique las últimas subas tarifarias. La medida se acordó anteayer tras una agitada sesión del cuerpo, en la que la oposición reunió quórum para discutir la suspensión de los incrementos y la interpelación del ministro en el recinto.
Ninguna de las iniciativas prosperó (la oposición no reunía los dos tercios de los votos), pero, para evitar mayores costos políticos, el oficialismo accedió a llevar a Aranguren a las comisiones.
"Aranguren siempre estuvo dispuesto a venir al Congreso. Él se muestra sólido en sus argumentaciones y es consciente de que, frente a los legisladores, debe dar certezas en este clima de incertidumbre que generaron las marchas y contramarchas en materia tarifaria. Incertidumbre que no sólo viven los usuarios, sino también las empresas generadoras, distribuidoras y comercializadoras del servicio de gas y de luz", confió un importante diputado oficialista.
Desde la oposición celebraron la decisión de convocar a Aranguren al Congreso. El jefe del bloque de diputados del Frente Renovador, Sergio Massa, consideró una "reacción inteligente" del oficialismo aceptar la presencia de Aranguren, aunque insistió en la necesidad de que el Gobierno convoque "ya" a audiencias públicas para debatir el aumento de las tarifas.
Massa reconoció que "el Gobierno heredó en materia energética una situación desastrosa", al tiempo que advirtió la necesidad de acordar "un precio razonable, que el usuario pueda pagar".
Por su parte, el diputado del bloque justicialista Diego Bossio afirmó que "hay que encontrarle una salida política", con "un criterio federal, porque hay provincias que ya venían actualizando las tarifas", además de aplicar una lógica "gradualista" a los incrementos.
Tanto Massa como Bossio sostienen que el Gobierno debería apurar una "salida política" al problema de las tarifas y no delegar una solución definitiva en la Corte Suprema, donde recayó el asunto. Para alivio del Gobierno, ambos dirigentes coinciden en que el Congreso no debe sancionar una ley que anule los incrementos -como propone el kirchnerismo- porque no tiene facultades para hacerlo, ya que es el Poder Ejecutivo el que debe fijar las tarifas de los servicios.
"Pero (Mauricio) Macri no va a adoptar ninguna salida política. Esperará a la Corte", se resignaba ayer un importante diputado de Cambiemos tras haber compartido una reunión, ayer a última hora, con el Presidente. Es que en el bloque oficialista son varios los legisladores que reprochan por lo bajo el manejo que hizo el Gobierno en materia de tarifas. "Pero no nos escuchan", se lamentan.
Sergio Massa
Diputado - Jefe del Bloque UNA
"Ofrecer plenarios de comisiones para interpelar al ministro Aranguren fue un cambio de opinión inteligente del oficialismo"
Nicolás Massot
Diputado - Jefe del bloque PRO
"Logramos contentar a gran parte de la oposición y de nuestro interbloque. Veníamos insistiendo en la necesidad de que Aranguren viniera"
Juan Casañas
Dputado-Bloque Bicentenario
"Aranguren tiene que dar explicaciones. No hice ninguna operación, hago política [sobre su aporte al quórum]"