No sólo las dudas sobre la capitalización por parte del Estado generan preocupación en Codelco. El desarrollo de los proyectos estructurales de la cuprera, que permitirán mantener su producción de cobre y darle viabilidad en el tiempo, no han estado exentos de dificultades a lo largo de su construcción.
Es el caso del proyecto Nuevo Nivel Mina El Teniente, cuya planificación original agendaba su entrada en operación para fines de 2017, pero a la fecha suma evidentes retrasos.
Oscar Landerretche, presidente del directorio de la estatal, durante una presentación a la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados realizada en julio, señaló que el proyecto -que permitirá extender la operación de la División ubicada en la Sexta Región- se encuentra en etapa de mejoras en el diseño de túneles y métodos constructivos.
En la misma exposición, planteó que están evaluando nuevos sectores de explotación, que permitan darle continuidad a la operación, en caso de mayores retrasos.
Consultada la cuprera por eventuales nuevas demoras en la construcción de la iniciativa, señaló que el “proyecto actualmente se encuentra en proceso de reformulación, y esperamos ofrecer pronto una solución técnicamente factible y económicamente viable. Para ello, y entre otras medidas, se ha trabajado en la mecanización y automatización exhaustiva de los desarrollos mineros, que evita la exposición de las personas a condiciones de riesgo y una diversidad de otras tecnologías que garanticen una construcción segura”.
Pese a lo anterior, fuentes que conocen del tema sostienen que las obras han estado avanzando muy lentamente en el último tiempo, debido a las dificultades de roca existentes en el lugar. Frente al escenario antes descrito, Codelco estaría evaluando la construcción de nuevas galerías de acceso al yacimiento, lo que implicaría un ajuste mayor del proyecto estructural.
Incluso se estaría estudiando construir una mina más pequeña que lo contemplado en un inicio, lo que reduciría la inversión total requerida. Inicialmente este monto ascendía a US$ 3.424 millones (a moneda de 2013).
En el primer trimestre de este año esta división lideró la producción, con 128 mil toneladas de cobre. La cifra representa un alza de 8,5% respecto de lo obtenido entre enero y marzo del año previo.
En paralelo, la semana pasada 47 personas fueron despedidas de la Vicepresidencia de Proyectos (VP) de la estatal, equivalentes al 5,2% de la planta. Esta decisión se tomó en base a los ajustes que se han aplicado en los proyectos y por la compleja situación que vive la empresa, afectada por los precios bajos del cobre, un alto nivel de deuda y la falta de inversión histórica por parte del Estado.
De acuerdo a fuentes cercanas a la compañía, del total de despedidos, 10 trabajadores estaban relacionados con el proyecto Nuevo Nivel Mina. Los 37 restantes estaban distribuidos de la siguiente manera: 13 del proyecto Moly, de Mejillones; 10 a RT fase II; 8 con Andina; 4 en áreas de la Casa Matriz; y dos relacionados con Rajo Inca.
Las mismas fuentes relatan que la VP ha perdido alrededor de 150 puestos de trabajo desde noviembre del año pasado. Además, agregaron que en el caso del proyecto Nuevo Nivel Mina, los empleos relacionados con la VP podrían seguir ajustándose. “Lo más probable es que como proyecto tengamos que llegar a una dotación de 20 personas, no más”, afirma una fuente de un sindicato de la cuprera.