Claudio Andrade, Gerente de Química Ambiental de Barrick, asesora a las operaciones de la compañía alrededor de todo el mundo sobre cuestiones relacionadas con el monitoreo de agua y la geoquímica, el estudio de la composición de los materiales de la tierra y su interacción con el agua, se ha preguntado cuál es la composición química del agua
Claudio ayuda a la empresa a interpretar las medidas de referencia del agua y las condiciones del medioambiente alrededor de potenciales faenas antes de que una mina sea construida. Además, también ayuda a desarrollar programas de monitoreo de agua para que los operadores de la mina puedan evaluar el impacto que la mina está teniendo sobre el medio ambiente local.
Un técnico ambientalista toma muestras de agua de Kora Creek, cerca de la mina de oro Porgera en Papúa Nueva Guinea. Porgera es una alianza estratégica en la que Barrick y Zijin Mining poseen un 47.5% de participación cada una.
El monitoreo de agua se refiere a todas las actividades desarrolladas para determinar la calidad y la cantidad de agua que existe dentro de un determinado sistema de agua. Estas actividades pueden ser llevadas a cabo por empresas mineras, contratistas independientes, así como también por gobiernos y por organizaciones no gubernamentales.
En el caso de una potencial mina, el monitoreó de agua comienza durante una evaluación de impacto social y ambiental, un estudio de varios años realizado por una empresa minera para identificar los posibles impactos sociales y ambientales, tanto positivos como negativos, de una mina en el medio ambiente local y la comunidad local. Grandes volúmenes de información, lo que incluye los caudales de agua, la calidad del agua, la composición del sedimento y la caracterización de la vida acuática, son recolectados como parte de la medida de referencia, la que incluye las fluctuaciones estacionales naturales.
"Al final del día, el agua es la huella química que expresa las condiciones en el área, ya sean naturales o producidas por humanos," dice Andrade. "Las medidas de referencia representan realmente un panorama de dichas condiciones antes de que lleguemos allí."
Un técnico ambientalista recolecta información de una estación de
control del agua cerca del Río Las Taguas, cerca de la mina Veladero
de Barrick en Argentina.
Existen muchos factores que afectan la calidad del agua, pero el suelo y la geología en un área determinada son las principales fuentes de la huella química de un sistema de agua, dice Andrade.
Por ejemplo, si un río corre por un área con altos niveles de sales que están presentes de forma natural, el agua del río tendrá mayores concentraciones de sal. Si el nivel del agua disminuye en el río debido a una sequía, esto resultaría en la concentración de esas sales naturales, de forma muy similar a cuando se reduce una salsa mientras uno cocina para que se concentre el sabor de determinadas especias. En otras palabras, los elementos químicos pueden volverse naturalmente concentrados con o sin la presencia de actividad minera en un área determinada.
A pesar de ello, como parte de la evaluación del impacto ambiental, el operador de la mina debe explicar cómo mitigará los potenciales daños de la mina. En esta etapa, el operador deberá determinar cómo la mina va a tratar el agua, cómo la va a reciclar y cómo va a desviarla alrededor de la faena, entre otras actividades de mitigación.
El operador también debe establecer un horario para tomar muestras de distintos tipos de agua, como por ejemplo del agua que entra en contacto con los materiales excavados o con los materiales post procesados en la faena, y del agua que no entra en contacto con estos materiales y que fluye alrededor de la faena. Una vez realizada, la evaluación es sometida a un proceso de revisión regulatorio, que generalmente dura entre seis meses a un año. Si la evaluación es aprobada, se emite un permiso ambiental. El permiso enumera los compromisos ambientales y las acciones que la mina tiene la obligación de cumplir, lo que incluye las exigencias del control del agua.
Dan Twitchel, Especialista en Medioambiente Senior en la mina Turquoise Ridge, Empresa Conjunta de Barrick en el norte de Nevada, revisa la calidad del agua en un arroyo local cerca de la mina.
Las tomas de muestras de agua pueden realizarse de forma manual para obtener un conjunto completo de parámetros de calidad del agua o a través de estaciones de control automatizadas que revisan las características generales de la calidad del agua, tales como la conductividad eléctrica, los niveles de acidez y los caudales.
Cuando una mina se encuentra en desarrollo, las tomas de muestras de agua generalmente son realizadas en forma mensual, y a veces de forma más frecuente, dependiendo de la complejidad natural del sistema de agua local. Una vez que una mina comienza a operar, las tomas de muestras de agua pueden ser realizadas en forma diaria, semanal o mensual en varios lugares que rodean la faena, conforme a las regulaciones o los requerimientos operativos.
"La evaluación del impacto ambiental y social determina los compromisos regulatorios, pero debido a razones operativas y científicas a veces debemos expandir las variables que estamos controlando en el agua para poder entender mejor los procesos geoquímicos," dice Andrade. "A veces también ofrecemos monitorear un área que beneficia a la comunidad o participamos en actividades de monitoreo con miembros de la comunidad; todo de manera voluntaria."
Las muestras de agua recolectadas en la faena y en sus alrededores son enviadas para que las analicen entidades independientes con el fin de asegurar la imparcialidad y la transparencia. Estos laboratorios usan equipos especializados para medir los distintos parámetros, como por ejemplo las concentraciones de varios metales utilizando métodos estandarizados internacionales.
Luego, esta información pasa por procesos de garantía de calidad y de control de calidad, se almacena en bases de datos controladas, y finalmente es compilada, analizada e interpretada. Estos resultados de monitoreo son regularmente comparados con información de referencia y normas reglamentarias para asegurar que la mina satisface todas las exigencias correspondientes.
"Se trata de un proceso transparente," dice Andrade. "Una vez que esta información es presentada al gobierno, se encuentra disponible para ser revisada por el público."
Las agencias regulatorias realizan inspecciones de las minas para asegurarse de que las faenas cumplan con sus permisos. Durante dichas inspecciones, el equipo de medioambiente de la mina toma muestras de agua junto con el regulador como parte de un proceso de debida diligencia.
Durante la operación de una mina, las empresas deben seguir controlando la calidad y la cantidad del agua, y, de ser necesario, deben tratar el agua que entra en contacto con rocas que son potencialmente generadoras de ácido. Este tratamiento y control continúa durante años después de que una mina es cerrada para garantizar que el medioambiente alrededor de la faena no se encuentre afectado.
"El cumplimiento de las normas es una prioridad y nuestros programas de control de calidad del agua son una parte integral para mantener dicho compromiso," dice Andrade.