Una encuesta realizada por la consultora Management & Fit reveló que un 63% de los consultados consideró "correcto" que el gobierno nacional haya dispuesto los aumentos de tarifas, mientras que el 31,3% opinó que no, que tendrían que haberse mantenido como estaban.
En tanto, un 55% de la muestra proclive al aumento, entendió que las subas tarifarias "se deberían haber hecho de una manera más gradual", mientras que el 8,8% avaló la suba de una sola vez y casi un 5% no tuvo una postura tomada.
La encuesta, publicada hoy en el diario Clarín, fue realizada a 2.200 personas de entre 16 y 70 años en diferentes puntos del país, en el período 23 al 27 de julio.
Se consultó sobre cuáles eran los aspectos en los que creían que el Gobierno había fallado al instrumentar la medida, que resultó trabada por los planteos judiciales, y el 42% opinó que "se equivocaron en la decisión política".
El 18,6% consideró que el error estuvo en la "estrategia de comunicación" y el 17,9% en las"cuestiones técnicas". Asimismo, a un 5,5 % le pareció que "no hubo fallas en torno a la medida" y un porcentaje un 15,7% no identificó el error o prefirió no contestar, informó el Cronista.
Respecto a los motivos de los aumentos, en el desarrollo de la encuesta, las culpas quedaron adjudicadas de manera bastante pareja entre el kirchnerismo y Cambiemos: un 37,2 % creyó que la causa del aumento tarifario es producto de la mala administración del gobierno anterior, pero el 33% lo asignó a la mala gestión actual.
Desde otro ángulo, la actitud gubernamental de admitir errores o cambiar decisiones sobre la marcha en esta temática resultó vista por un 39,1% de los consultados como "un signo de fortaleza", mientras que el 32% lo consideró "un gesto de debilidad del Gobierno".
La encuesta también consultó sobre la inflación y preguntó quién es el responsable del aumento de precios. El 36,2% adjudicó la culpa al gobierno kirchnerista y el 34,9% a la gestión de Cambiemos. En menor medida, también gran parte de los encuestados apuntaron contra los empresarios (19,3%) y un 3,7% señaló que los sindicatos tienen que ver.
Mientras tanto en el almuerzo del domingo de Mirtha Legrand, Marcos Peña defendió la suba de tarifas al señalar que “la era de los gobiernos infalibles ya fue” y renovó su crítica hacia el kirchnerismo al apuntar que transmite un “deseo profundo de que fracase la Argentina” porque, dijo, “están con el pasado”, según información del diario El Día.
“Venimos de un Estado devastado y se pueden cometer algunos errores”, señaló el funcionario macrista ayer a la tarde al justificar la suba masiva de las tarifas de luz y gas que terminaron en la justicia por reclamos de usuarios.
Peña sostuvo que en el gobierno macrista “a la economía argentina la recibimos con un alto déficit fiscal que es el motor que viene inflamando la inflación y necesita un camino gradual para ir bajando y generar un mejor estado en la economía”.
El funcionario advirtió que “había dos alternativas acá. O tomábamos estas medidas con mucho dolor pero diciendo la verdad o terminábamos como Venezuela hoy, con lo que esta pasando”.
Peña cuestionó duramente a la gestión de Cristina Fernández de Kirchner al señalar que dejó “un estado mentiroso, corrupto”.
“El kirchnerismo decía cosas horribles por cadena nacional y lo va a seguir diciendo ahora por Twitter”, arremetió el funcionario.
Y, señaló que desde ese espacio “a veces transmiten el deseo profundo de que fracase la Argentina porque no están con el futuro, están con el pasado ellos”.
De todas formas, señaló que “muchos comentarios de la oposición los hemos tomado hay que desdramatizar la cuestión política”.
Peña también señaló que otra de las tareas que se propuso el macrismo fue la de “pacificar al país” y abrir el diálogo.
Respecto de las tarifas, señaló que “el caso del gas es el más complicado lo mismo que en otros casos donde los instrumentales del Estado estaban rotos”.
“Estás sujeto a que puedas cometer algunos errores y los corregimos”, añadió tras señalar que se recibió un “Estado devastado” por lo cual “se eligió un camino gradual pero la brecha era grande”.
Tras señalar que la empresa de aguas “AYSA tenía un déficit muy grande que lo pagábamos a través de la inflación”, Peña consideró que “tenemos que cambiar esa locura de que no haya medidores de agua” en el país y anunció que impulsan colocar “medidores inteligentes de la luz”.
Peña sostuvo que estas, entre otras medidas, forman parte de “un gobierno que intenta mejorar” y admitió que en Cambiemos saben que “no somos infalibles”.
“Terminó la era de los gobiernos que se creían que sabían todo. la era de los gobiernos infalibles, que sabían todo, que eran los dueños de la verdad ya fue, y así nos fue en la Argentina”, añadió.
Según un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino, el déficit asciende a $ 113 mil millones. “En los tres poderes del Estado prevalece en materia de subsidios la improvisación y el oportunismo en lugar de un accionar coordinado y sustentado en criterios técnicos”.
Los “subsidios económicos” a la luz, gas, agua, transporte y empresas públicas “equivalen al 85 por ciento del déficit total” fiscal, que “asciende a 113 mil millones de pesos”, según un informe difundido hoy por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA).
“Los gastos del sector público nacional superan ampliamente a los ingresos”, indicó el informe, y detalló que en el primer semestre de 2016 “los ingresos totales fueron de 698 mil millones de pesos y los egresos de 830 mil millones de pesos” generando un déficit financiero de “132 mil millones de pesos”.
Para IDESA, “en los tres poderes del Estado prevalece en materia de subsidios la improvisación y el oportunismo en lugar de un accionar coordinado y sustentado en criterios técnicos”.
Precisó que “los subsidios económicos -a la luz, gas, agua, transporte y empresas públicas- ascienden a 113 mil millones de pesos”.
“Estos datos muestran que durante el primer semestre del año los ingresos crecieron por debajo de las erogaciones aumentando el desequilibrio en las cuentas públicas”, evaluó la entidad, y consideró “difícil lograr aumentos significativos de los ingresos” por lo que “una reducción más veloz del déficit fiscal exige avanzar sobre los subsidios económicos”.
En ese marco, advirtió sobre la “importancia estratégica de asumir con seriedad y racionalidad la revisión de los subsidios a la electricidad, el gas, el agua, los colectivos, los trenes y las empresas del Estado donde se destacan Aerolíneas Argentinas y la empresa de carbón Río Turbio”.
“La reducción de los subsidios requiere del Poder Ejecutivo una regla trasparente y simple que lleve gradualmente las tarifas al nivel que permita cubrir el costo del servicio y un mecanismo ágil y equitativo para el acceso de las familias más vulnerables a la tarifa social”,precisó.
En ese escenario, IDESA apuntó que “del Poder Legislativo se requiere responsabilidad en lugar de iniciativas más impregnadas de oportunismo que de racionalidad”, mientras que “del Poder Judicial se exige preservar al ciudadano de actos arbitrarios pero sin caer en la tentación demagógica de prohibir aumentos”.
“En la primera mitad del año se tomaron decisiones económicas importantes tendientes a normalizar la economía. Sin embargo, la persistencia de la inflación sigue produciendo daños sociales e incertidumbre”, analizó.
Por eso, la consultora aclaró que “la inflación deriva de varios factores”, siendo “el más importante” el hecho de que “los gastos del sector público nacional superan ampliamente a los ingresos”, lo que “obliga a contraer más préstamos y emitir (moneda) sin respaldo”.
En sintonía, precisó que “la persistencia de la inflación alerta sobre la importancia de reducir la emisión monetaria, que se deriva del elevado déficit fiscal”, y aseguró que “se puede lograr acelerando la reducción de los subsidios económicos”.
“El desafío más importante y complejo es transformar la organización del sector público eliminando los impuestos más inequitativos y distorsivos y profesionalizando al Estado para que brinde más y mejores servicios”.
Por último, aclaró que “el equilibrio fiscal es una condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo social”.
EDUARDO DIFONSO*
Para tomar las medidas de ajuste sobre las Tarifas de Gas Natural el gabinete nacional, encabezado por el Ministro de Energía y Minería, se baso en información, por lo menos, contradictoria y que genera dudas sobre el objeto perseguido. Si tomamos los datos que publica el Ministerio en su pagina oficial, los que publica el ENARGAS y la ex Secretaria de Energía de la Nación, encontramos que los valores declarados no indican la necesidad de tomar las medidas de ajuste salvaje resueltas y menos en un tiempo tan reducido.
La evolución positiva de los indicadores que aquí analizamos, incluyendo datos a abril de 2016, demuestra que es absolutamente posible alcanzar el autoabastecimiento sin ajuste. De igual forma, se demuestra que es posible sustituir importaciones en un contexto de crecimiento de la demanda sin tarifazo. E incluso, que el autoabastecimiento se alcanzaría en la mitad de tiempo de lo que el gobierno ha considerado y sin el salvaje ajuste de tarifas.
Tomando los datos que publica el Ministerio de Energía y Minería de la Nación, se ha elaborado el siguiente gráfico que nos muestra la evolución de la producción gasífera entre enero de 2013 y abril de 2016. La tendencia (línea azul) es positiva en todo el período.
Con esta información es imposible afirmar, como lo hace la administración nacional, que la Argentina iba a un escenario de escasez gasífera o que la producción estaba en retroceso, salvo que publiquen unas cifras que no correspondan a la realidad.
Específicamente en materia gasífera y según datos del Ministerio de Energía de la Nación ya presidido por Juan José Aranguren, se determino que el resultado indica, lejos de la disminución declarada, la recuperación de la producción (freno a la tendencia declinante) en una primera etapa, e incremento de la producción en una segunda etapa.
Dichos valores condujeron a una significativa disminución de las importaciones de gas natural, en un contexto de consumo ascendente y una mejora en el desempeño de las principales compañías productoras.
Entonces, ¿por qué será que aplican un tarifazo salvaje y genocida en lo social y económico basándose en un mensaje gubernamental que no se ajusta ni representa los valores de producción, consumo e importación publicados?
Tanto es así que se aprecia como entre mayo del 2013 y enero del 2014 se desacelera la tendencia declinante de la producción, corrigiéndose entre 2014 y 2015, y lo que es más importante aún, acompañando un consumo ascendente por la influencia estacional (invierno).
En 2015 la demanda nacional de gas natural por redes aumentó 1,9%, la producción gasífera un 3,6%, mientras que los volúmenes de importación de gas boliviano y de GNL disminuyeron en conjunto 14,6%. Con ello se logró satisfacer las necesidades de consumo gasífero del mercado interno, aumentar la producción nacional y, por consiguiente, disminuir las importaciones.
Y este no es un dato menor: en 2015 se produjo una sustitución del orden del 15% del volumen total importado en 2014.
En las tablas que siguen se vuelcan los datos obtenidos de publicaciones oficiales del Ministerio de Energía y Minería de la Nación y del ENARGAS. La primera compara los volúmenes (en miles de millones de m3) de producción, importación y consumo local de gas natural y su variación porcentual entre los años 2014 y 2015; mientras que la segunda realiza la comparación entre cuatrimestres (2015 y 2016):
Fuente: Elaboración en base a datos del Ministerio de Energía y Minería de la Nación. La línea azul indica la tendencia
Fuente: Elaboración en base a datos del Ministerio de Energía y Minería de la Nación y del ENARGAS.
Si proyectamos los 2.479 millones de m3 a diciembre, las importaciones terminarían en 7.437 millones de m3. En otras palabras, un desplome del... ¡30%! Como puede observarse, el ahorro en volumen hubiera sido el doble ya que como vimos, la sustitución entre 2015 y 2014 fue del 15%. Ahora, si medimos el ahorro en importaciones desde 2014, comparándolo con la proyección para 2016 obtenemos un 41%.
Y algo todavía más valioso: suponiendo los niveles de producción y consumo de 2015, y proyectando una disminución anual de los volúmenes importados tomado el promedio entre las caídas 2014-2015 y 2015-2016 (proyectada), el autoabastecimiento gasífero se podría haber alcanzado en la segunda mitad del 2019, esto es, de aquí a tres años.
Las cifras del Ministerio de Energía y Minería de la Nación y del ENARGAS que hemos utilizado en el presente trabajo, en poder de las petroleras y gasíferas más poderosas, no demuestran la necesidad de un discurso del Ministro del área en contrario y menos justifican una brutal transferencia de recursos desde las clases populares, trabajadores, asalariados y cientos de miles de pequeñas y medianas empresas y comercios a las empresas productoras de gas natural (tarifa de gas el 80% logrando un aumento en el valor del millón de BTU en boca de pozo y el restante 20% se divide entre transportistas y distribuidoras) ,llevando el promedio para un consumo residencial medio cercano a los 9,70 dólares por millón de BTU, uno de los más caros del mundo.
Desde la visión estratégica para la aplicación de Políticas Publicas, el mensaje de faltante de gas natural, la necesidad de incrementar o sincerar las tarifas aparejado con un incremento de importación, NO SURGE DE LOS VALORES REGISTRADOS EN LAS PAGINAS OFICIALES DEL GOBIERNO NACIONAL. ¿Alguien miente?
(*) Ing. Agrimensor. Especialista en Políticas Publicas Universidad Nacional de Cuyo.