La situación en la Cuenca del Golfo San Jorge volvió a tensarse esta semana. A partir del lunes, alrededor de unos 500 trabajadores petroleros que prestan servicios a la estatizada YPF en la provincia de Santa Cruz comenzaron a recibir telegramas en los que la empresa anunció la baja de 14 equipos de perforación. La discontinuidad se suma a las suspensiones que la petrolera ya efectuó en Neuquén y Chubut y al resto de las compañías como Pan American Energy (PAE), Tecpetrol y Sipetrol que también bajaron una cantidad importante de equipos en la zona.

Según fuentes allegadas al conflicto consultadas por El Cronista, la presión pasa por la aplicación de productividad. Tras firmar las paritarias a principios de mes, los gremios del sector acordaron con las cámaras empresarias en el Ministerio de Trabajo un aumento del 30% y un adicional de $ 20.000.

Sin embargo, el pacto estuvo atado a una reestructuración productiva que incluyó un plan de acción que permitiera hacer sustentable la industria. Los temas que se comprometieron a tratar fueron diagramas de trabajo en equipos de torre (con turnos 8 horas); forma de pago de las horas suplementarias en servicios especiales (solo las efectivamente trabajadas) y redimensionamiento de los planteles de las compañías.

"No está previsto que los trabajadores sean despedidos por la baja de equipos pero los gremios no quieren aceptar la disminución de salarios por la reducción de jornadas a turnos de 8 horas desde las 12 que actualmente trabajan en los equipos de perforación. Si se reduce la jornada, habría 3 turnos y permitiría absorber a aquellos que, de otra manera, se irían a sus casas por discontinuidad de equipos. Pero quieren seguir cobrando lo mismo que si trabajaran 12 horas", comentó una fuente.

Según confirmó Diario Crónica mientras se suceden las reuniones tanto en esta ciudad como en la zona norte de Santa Cruz ­encabezadas por Jorge Ávila y por Claudio Vidal respectivamente­, la última noticia de ayer respecto a la suspensión de la reunión paritaria prevista en Buenos Aires ­la que se retomará durante la tarde del jueves­ ahondó el malestar y la incertidumbre que abonaron ambos dirigentes sindicales durante las últimas horas, respecto a la baja de equipos por un lado, y a la falta de compromiso político santacruceño para defender fuentes laborales.

Pese a que la crisis petrolera transcurrió de manera “manejable” hasta el momento o cuanto menos “negociable”, lo cierto es que la continuidad del valor internacional bajo para el barril de crudo profundizó el conflicto entre operadoras y gremios del sector, potenciado por el reclamo de recomposición salarial y la difícil situación de empresas de servicio “que ya no dan más” ante el recorte de actividad y la presión laboral.

Dentro de ese marco, ayer por la tarde el secretario general del sindicato petrolero de Santa Cruz se reunió con trabajadores en la localidad de Las Heras, donde elevó el alerta y cuestionó duramente “la falta de compromiso y acompañamiento de políticos provinciales en defensa de sus trabajadores”, en contraposición a lo que sucede con funcionarios chubutenses que convocan a reuniones y elevan propuestas en el intento de minimizar el impacto de la difícil situación.

A ello, sumó su voz Jorge Ávila quien advirtió que “hay que tomar decisiones porque YPF ya anunció la baja de 15 equipos, a lo que hay que sumarle los de las otras operadoras”.

Ávila fue categórico al señalar que “el 31 de julio esto tiene que cambiar” al asegurar que “ya no hay marcha atrás con la baja de 15 equipos en SP Argentina y San Antonio” con lo que “hay 500 personas que se sumarán a las que ya están en sus casas y sin trabajo o sea stand by, a la espera de una mejora en la crítica situación” con lo que alertó que “si este proceso de bajar equipos se mantiene, la situación en la región se verá gravemente resentida”.

Con un panorama desalentador, a pesar de que desde los gremios se intenta mantener la tranquilidad y sostener una paz social cada vez en mayor riesgo, la suspensión del encuentro paritario de ayer potenció el avance en abrir mesas de diálogo, por separado y con cada operadora durante la jornada de hoy, lo que permita allanar el diálogo para la tarde del jueves en el Ministerio de Trabajo, reunión en la que seguramente las empresas intentarán avanzar en la reestructuración productiva.

En ese contexto de enrarecimiento de un panorama cada vez más difícil, en la asamblea realizada ayer en Las Heras, el propio Claudio Vidal aseguró que “no hay fuentes laborales garantizadas”, advirtiendo a unos 200 trabajadores que participaron del encuentro que “evidentemente las operadoras no quieren mantener la paz social”.

En declaraciones a la prensa local, el líder del sindicato de petroleros privados de Chubut, Jorge Ávila, reconoció que "no hay una negativa respecto de la jornada laboral de 8 horas, siempre y cuando no se modifiquen los salarios. Queremos los sueldos garantizados como hasta el día de la fecha".A su vez, reprochó la indiferencia de la clase política santacruceña. "Se ve poco acompañamiento a los trabajadores. Hoy nos enteramos de que en Chubut se estaban convocando los diferentes sectores políticos para apoyar a los trabajadores, y vemos que acá, en Santa Cruz, nadie se mueve", criticó. "Esas cosas dan bronca", agregó.