El cobre cerró con pérdidas, poniendo fin a una racha de dos sesiones consecutivas al alza. El commodity retrocedió 0,7% a US$ US$2,2317 la libra en la Bolsa de Metales de Londres, en una jornada marcada por las expectativas de los inversionistas en torno a estrategias más activas de las principales economías del mundo para apuntalar el crecimiento global.
Otro factor relevante durante este lunes fue que el dólar retrocedía desde sus recientes máximos, aunque aún se mantenía fuerte por las apuestas de operadores sobre la reunión de la Reserva Federal estadounidense de esta semana.
A pesar de la reciente turbulencia, la economía global parece bastante resistente, al menos eso es lo que los inversores en metales están señalando.
En el curso de cerca de cuatro semanas, el Reino Unido votó por romper con la Unión Europea, hubo un golpe fallido en Turquía y Donald Trump cimbró al establishment del Partido Republicano al convertirse en su candidato presidencial nominado.
En vez de tomar estos acontecimientos como signos inquietantes, los fondos de cobertura se están metiendo en el mundo del cobre, que depende del crecimiento. Los fondos y otros gestores de dinero triplicaron con creces sus apuestas a avances del precio del metal la semana pasada. Todo esto tras dos años de sostenida caída de su cotización internacional.
El motor que alimenta esta perspectiva optimista es China, el mayor consumidor de metales del mundo. Las importaciones de cobre del país en el primer semestre alcanzaron un récord histórico, mostraron datos aduaneros la semana pasada. El sector de bienes raíces creció más rápido que la economía en general en el segundo trimestre. La construcción representa cerca de 30% de la demanda global de cobre, según Wood Mackenzie Ltd.
“A partir de un horizonte de inversiones de cinco años, creo que el cobre es absolutamente fascinante porque no hay una oferta suficiente que esté entrando como para satisfacer incluso un ambiente de crecimiento moderado de la demanda”, dijo Clive Burstow, gerente de inversiones en recursos de Baring Asset Management Ltd. en Londres. “China sabe que necesita acumular reservas para poder abastecer su mercado. Sabe que el mercado del cobre avanza hacia un déficit de largo plazo”.
Los especuladores aumentaron sus posiciones netas largas en cobre a 18.284 futuros y opciones de Estados Unidos en la semana finalizada el 19 de julio, según datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CTFC, por sus siglas en inglés) publicados tres días más tarde.
La cifra representa un aumento respecto de los 4.868 de una semana antes y es la más alta desde el 29 de marzo. Los futuros negociados en la bolsa Comex de Nueva York se dispararon un 3,5% este año a US$2,21 la libra (US$ 0,454 el kilo) el lunes a las 10:25 hrs.
Como se usa en cañerías y cableado para todo -desde electrodomésticos a autos y viviendas- el metal se ha ganado el apodo de Dr. Copper (Dr. Cobre) por su estatus de barómetro económico. Algunos analistas dicen que refleja mejor la situación en los mercados emergentes, como China.
El aumento en la posición neta larga significó un giro para los inversores, que tenían posiciones netas cortas del metal en fecha tan reciente como el mes de junio. La demanda global de cobre subirá un 2,1% este año, frente a un avance de 1,4% el año pasado, dijeron analistas de Citigroup Inc. encabezados por Ed Morse en un informe el mes pasado.
La producción de cobre refinado será inferior al consumo en 80.000 toneladas el año próximo, y ese déficit se ampliará a 92.000 toneladas un año más tarde, antes de alcanzar 124.000 toneladas en 2019, estima Citigroup. El banco predice un superávit de 57.000 toneladas para 2016.