Por los fondos que una minera canadiense, un ingenio norteño y una avícola de capitales bolivianos comprometieron hasta 2019, por 3.040 millones de dólares, Salta figura en un informe que acaba de publicar el Ministerio de Hacienda y Finanzas de la Nación como la provincia que mayores inversiones privadas recibirá en el mediano plazo.
El puesto de privilegio se debe, casi enteramente, a un proyecto minero, Taca Taca, en el que la compañía First Quantum anunció un programa de US$ 3.000 millones, para explotar oro y cobre a 35 kilómetros al oeste de Tolar Grande
De acuerdo con el plan que presentó en mayo al Ministerio de Ambiente y Producción Sustentable de Salta, la empresa canadiense completaría este año los estudios de impacto ambiental, ingeniería, transporte y energía, para encarar la etapa de factibilidad en 2017 e iniciar la construcción de la planta de producción en 2018, confirmó El Tribuno.
Según los ensayos, Taca Taca redituará 244.000 toneladas de concentrado de cobre, 110.000 onzas de oro y 4.100 toneladas de molibdeno concentrado por año.
La Puna salteña tiene otros avanzados proyectos metalíferos que no aparecieron en el informe. Uno de ellos se desarrolla en Lindero, un depósito de oro y cobre localizado al sur del Salar de Arizaro, a 70 kilómetros de Tolar Grande. Allí, la empresa Goldrock (Mansfield) completó estudios de factibilidad en 2013, pero aún no tiene confirmados los US$ 220 millones que demandará la construcción de sus unidades de producción primaria e industrial.
El proyecto prevé un minado diario de 30.000 toneladas para producir un promedio anual de 161.000 onzas, con una vida útil de diez años.
En las cercanías de Lindero, Mansfield también descubrió a fines de los noventa el depósito de cobre, oro y plata de Río Grande. Allí, estudios geológicos, trincheras y perforaciones determinaron la existencia de importantes mineralizaciones, con contenidos medios superiores a 0,7 gramos de oro y 0,7% de cobre por tonelada.
En Diablillos, otro yacimientos metalífero situado en el borde limítrofe por el que Salta y Catamarca mantienen un antiguo diferendo, la empresa canadiense Silver Standard también completó fases exploratorias con perforaciones sobre las que se estimaron reservas por 88.451.000 onzas de plata y por 747.000 onzas de oro.
En El Quévar, un proyecto de plata y plomo localizado a 95 kilómetros de San Antonio de los Cobres, en las inmediaciones del nevado de Pastos Grandes, Silex Argentina (Golden Minerals) llevó adelante similares estudios que arrojaron reservas de plata por 60 millones de onzas.
La viabilidad de esos proyectos metalíferos y de otros enfocados principalmente sobre el litio, mineral estrella de estos tiempos, depende fundamentalmente de reglas estables y de infraestructuras (energía, caminos, vías férreas) que no se compadecen con el potencial de la Puna salteña.
Los reclamos del Sector Minero por el deplorable estado de las infraestructuras vial y ferroviaria en la Puna salteña, se reiteran año tras año.
En la ruta nacional 51, corredor obligado de los insumos y producciones de la actividad, en 2015 apenas se asfaltaron 14 kilómetros. De los 100 kilómetros que tenía pavimentados, 30 fueron arrasados por las crecidas del río Toro. La preocupación no está puesta únicamente en el camino que conecta a Salta con Antofagasta por Sico. También las vías de C-14 impiden disponer de la vinculación ferroviaria con el norte chileno en condiciones mínimas de seguridad. Todo esto pone los fletes en las nubes.
El proyecto Taca Taca está ubicado a unos 35 kilómetros hacia el oeste de la localidad de Tolar Grande, en el departamento de Los Andes, provincia de Salta en la región de la puna argentina.
El emplazamiento se encuentra a unos 100 km. en linea recta hacia el este de la mina chilena Escondida, el mayor yacimiento mundial de cobre explotado hasta el presente. La formación surge sobre el lateral oeste del Salar de Arizaro y es una de las estructuras que limitan la cuenca.
El yacimiento Taca Taca fue explorado inicialmente por la Dirección General de Fabricaciones Militares en 1967, con el objetivo de extraer pórfido cuprífero.
En 1999, un equipo de geólogos publicó los resultados de su investigación en el sector de la puna austral donde se emplaza la estructura Taca Taca. En dicho estudio se reconocen tres etapas de mineralización, vinculándola al Complejo Volcánico Santa Inés, asignado al Paleógeno.
Por otra parte, dataciones K/Ar realizadas sobre minerales hidrotermales, mostraron resultados que permiten inducir un proceso de mineralización oligoceno.
Este episodio de mineralización sugiere una correlación con la faja de pórfidos de cobre paleógenos de Chile (yacimiento La Escondida), de latitud y datación equiparables, lo que habilitaría la hipótesis de un ensanchamiento del arco magnético en los 24°S, de modo similar al propuesto para el mioceno superior en la latitud 27°S.
En un trabajo presentado en el año 2012, se definió brevemente a Taca Taca como “un sistema de pórfido de Cu-Au-Mo tipo Andino”.
El ese informe presentado por Lumina Copper, siguiendo la norma canadiense internacionalmente reconocida NI 43-101 indica para el proyecto Taca Taca:
Recurso |
Cobre(Millones ton) |
Tonelaje total(Millones ton) |
Ley(%) |
Oro(g/ton) |
Molibdeno(g/ton) |
Cobre equiv.(%) |
---|---|---|---|---|---|---|
Indicado |
9,6 |
2170 |
0,44 |
0,08 |
0,013 |
0,57 |
Inferido |
3,4 |
921 |
0,37 |
0,05 |
0,012 |
0,3 |
Con una estimación de 28 años de vida útil, se proyecta que en la etapa de plena explotación el yacimiento producirá 110.000 oz/a onzas por año de oro, 244.000 toneladas por año de cobre y 4.100 toneladas por año de molibdeno.