El cobre subió a su mayor nivel desde abril y superó brevemente los US$5.000 por tonelada ante la expectativa de que los intentos de las autoridades de impulsar el crecimiento económico incrementen la demanda de metales.
Los economistas estiman que el Banco de Inglaterra flexibilizará esta semana su política, luego de que el Reino Unido votara por abandonar la Unión Europea, mientras que el primer ministro japonés, Shinzo Abe, planea reforzar el estímulo fiscal para apuntalar una economía vacilante. China, el mayor consumidor de cobre, aumentó las importaciones en el primer semestre a un nivel récord en un contexto de auge crediticio y recuperación inmobiliaria.
“Se trata de dos primeros ministros. En el Reino Unido, Theresa May estabilizará el país luego del voto por el Brexit. En Japón, un Shinzo Abe reelecto enfrenta los embates a favor de la apreciación del yen”, dijo en un correo electrónico Michael Turek, jefe de metales básicos de BGC Partners Inc. en Nueva York. “En líneas generales, eso impulsa una nueva inyección de capital”.
El metal para entrega en tres meses subió 1,4 por ciento, a US$4.938 por tonelada (US$2,24 por libra o 0,45 kilos) a las 17:51 en la Bolsa de Metales de Londres (LME por sus siglas en inglés), luego de tocar los US$5.032 por tonelada, el nivel más alto desde el 29 de abril. Los precios treparon más de 5 por ciento en la Bolsa de Futuros de Shanghái.
El aumento del metal en Shanghái superó el incremento en Londres, esto después que un tribunal internacional determinara que los intentos de China de controlar el Mar del Sur no se inscriben en la ley. Eso podría llevar a los inversores chinos a comprar materias primas como cobertura contra la incertidumbre geopolítica.
En lo que respecta a otros metales, el zinc, el níquel, el estaño y el aluminio bajaron en la LME. Los futuros de cobre para entrega en septiembre subieron 1,2 por ciento, a US$2,24 por libra en la Comex de Nueva York.
Las importaciones chinas de cobre disminuyeron un 2,3% en junio a 420.000 toneladas con respecto al mes anterior, según datos oficiales publicados este miércoles, aunque se mantuvieron sólida y en línea con la creciente demanda del sector de energía del país asiático.
Las importaciones cayeron por tercer mes luego de que compras cercanas a récord en marzo impulsaron los inventarios domésticos, según datos de la Administración General de Aduanas, aunque aún mostraron un incremento de 22% en la primera mitad del año a 2,74 millones de toneladas.
Analistas dijeron que la sólida cifra reflejaba una robusta demanda del sector de energía de China y también un repunte en el sector inmobiliario.
"Si se miran las inversiones en los sectores de energía e inmobiliario, las cifras son todas buenas", estimó Helen Lau, analista de Argonaut Securities en Hong Kong.
"Dado que China importó mucho concentrado, tiene mucha producción de cobre refinado y aún es capaz de aceptar importaciones así de firmes, lo que refleja una demanda relativamente buena y que está mejorando", agregó.
Las importaciones de cobre de China incluyen ánodos, metal refinado, aleaciones de cobre y productos semi terminados.