La Bolsa de Comercio de Buenos Aires cumple hoy un nuevo aniversario en un contexto de renovado optimismo. Sin dudas hay motivos para festejar producto de la gran suba que el mercado local ha transitado en los últimos años. El Merval acumula una suba del orden del 615% en términos de pesos y se ha triplicado en términos de dólares desde 2012 a la fecha. Las acciones han sido, sin dudas, una de la mejores inversiones en los últimos años, mucho más que el dólar, los inmuebles o los plazos fijos, todas inversiones tradicionales para el inversor argentino.
Todo el avance de los últimos años no se ha dado gracias a una mejora desde el punto de vista económico de Argentina sino que más bien se ha desarrollado dentro de un marco de expectativa de cambio de gobierno y de mayor apertura financiera y comercial a partir del próximo gobierno.
El incremento de los últimos años coloca al Merval en un nivel clave e importante resistencia de largo plazo, que son los famosos 900 puntos en términos de dólares, coincidentes con los máximos de los años 90. La pregunta clave que se dispara luego de este gran aumento es ¿seguirá subiendo la bolsa local? ¿Tiene el Merval mayor recorrido alcista o toda la suba ya la hemos visto y es mejor esperar a una nueva oportunidad? En ese sentido, es útil analizar qué fue lo que hicieron los demás mercados de Latinoamérica una vez que lograron superar los máximos de los años 90, que es justamente una resistencia que actualmente enfrenta el mercado local.
Si repasamos la historia del mercado brasileño veremos que los 13.000 puntos en términos de dólares eran un gran obstáculo para el mercado bursátil y una vez que lo superaron en el año 2005, el Ibovespa continuó con el avance y generó una suba del orden del 246% en dólares.
El índice de la Bolsa de Colombia (IGBC), una vez que superó los 1.50 puntos en términos de dólares, coincidentes con los máximos de los años 90, logró extender el avance cerca de 500% alcanzado niveles de 9.00 puntos.
El IPSA de Chile pasó de 3.00 puntos hasta los 11 puntos una vez que supero los máximos de los 90 generando una suba del 300% en dólares. Algo similar hicieron tanto el IPC de México y el IGBVL de la Bolsa de Lima.
Si bien el recorrido alcista que han tenido los índices de Latinoamérica ha sido importante y puede de alguna manera servir como guía de lo que le puede ocurrir al mercado local es importante señalar que el contexto bursátil internacional le plantea desafíos a la bolsa local.
Mientras las acciones argentinas generaron un gran rally, avanzando un 246% en dólares, el resto de los mercados de Latinoamérica mostraron fuertes ajustes del orden del 35% al 67% desde los máximos de 2010-2011 a la fecha. En muchos casos como el Ibovespa, el IPSA de chile y el IGBC de Colombia, el ajuste de los últimos años ha colocado a los precios nuevamente en la zona de máximos de los años 90.
Es decir, hoy en día el Merval se encuentra equiparado al resto de los mercados de la región. El desafío que le plantea es que, para tener la misma evolución que han tenido en el pasado los demás índices de la región una vez que superaron los máximos de los 90, el resto de los mercados también deberían protagonizar nuevamente escenario alcistas importantes.
En otras palabras, si Latinoamérica vuelve a ser protagonista de los mercados mundiales, el mercado local tiene serias chances de ser una de las estrellas de la región. Difícilmente Argentina siga operando de manera aislada como lo ha venido haciendo en los últimos años.
En concreto, la evidencia histórica indica buenas proyecciones para el mercado local de cara a los próximos años aunque el desafío que enfrenta el mercado local actual es la coyuntura internacional. ¿Preferirán los inversores comprar acciones que han venido subiendo en los últimos años con retornos superiores a los 200% desde 2012 a la fecha y que se ubican cerca de sus máximos históricos u optarán por mercados que han sido castigados con caídas promedio del 40% en dólares y que recién comienzan su recuperación? Este es uno de los mayores interrogantes hoy en día en el mercado local aunque probablemente, de evidenciar subas a nivel regional, seguramente las acciones argentinas acompañarán el movimiento alcista, siendo grandes protagonistas del futuro de la región a nivel bursátil.
Mauricio Macri no le pidió al presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi, que le mande su discurso con 48 horas de anticipación, como le exigía siempre, amparándose en una cuestión protocolar, Cristina Kirchner. Cristina preparaba su discurso (guionado por Axel Kicillof) luego de leer el de Gabbi, al que alguna vez mandó al psicólogo, hecho por el cual quien se define como un "inversor bursátil" suele esbozar una sonrisa al recordar el episodio.
Hoy a las 18.30 (en conmemoración del 162 aniversario de la Bolsa, que fue fundada poco más de un año después de la sanción de la Constitución Nacional Argentina), antes de ingresar por la magnífica puerta de hierro al viejo recinto de operaciones de la planta baja de Sarmiento y 25 de Mayo, el presidente de la Nación primero subirá al salón VIP del primer piso para saludar a los presentes y luego irá al salón de directorio, un súper VIP que se accede con una tarjeta de color diferente: hay tres colores: la básica para la planta baja, la VIP y la súper VIP.
Allí estarán los principales invitados: 14 ministros nacionales, del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el Grupo de los 6, los empresarios más importantes de la Argentina, los embajadores de todos los países limítrofes, los de España, Francia, Italia, Portugal, presidentes y directores del Banco Central y de la CNV.
"Macri tiene un gancho bárbaro, generó una gran expectativa entre los 3400 socios y socias, al punto que 1200 ya retiraron sus entradas", reveló Gabbi. En total, aguardan más de 1500 asistentes, el triple que el año pasado, cuando fueron 650 personas.
En el estrado principal estarán, además del presidente de la Bolsa, el vicepresidente primero, Héctor Orlando; el vicepresidente segundo, Marcelo Menéndez; el secretario, Guillermo Carracedo; el tesorero, Carlos Molina; el presidente del Merval, Ernesto Allaria; y el secretario, Luis Alvarez, ya que el vicepresidente del Mercado, Nicolás Caputo (el hermano del alma de Macri) estará ausente con aviso por estar de viaje en el exterior. Cuando va a Miami, suele conducir un Mercedes Banz cuya patente, vaya paradoja, es CFK.
En el estrado, ellos se intercalarán con los principales funcionarios del gobierno, aunque quienes se sienten en el tarima los designa siempre el Poder Ejecutivo. Seguramente, además de Macri, estarán el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay; el secretario de Finanzas, Luis Caputo; el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger; y el titular de la Comisión Nacional de Valores, Marcos Ayerra, quien días después parte de vacaciones de invierno.
La CNV debe aprobar aún B&MA (Bolsas y Mercados Argentinos). Luego de varias reuniones, y de muchas idas y vueltas, los presidentes del Merval y de la Bolsa se pusieron de acuerdo en la composición accionaria: 60% será para los 183 agentes bursátiles y 40% para la Bolsa, que además recibirá una parte cash del Mercado de Valores, monto que no quieren dar a conocer antes de que sea informado en la reunión de consejo de la BCBA. B&MA empezará a cotizar en oferta pública una vez aprobado por CNV e IGJ, que será después de la asamblea del Merval. Ahí la Bolsa tendrá 90 días hábiles para vender un 10% a los 3500 socios y empleados (al ser una asociación civil, no puede regalarlas), según la demanda que haya y las reglas para la licitación.