¿Cuántas veces maldijiste en cuatro idiomas tu suerte cuando se cortó la luz y no alcanzaste a guardar lo que habías escrito en tu PC? ¿Y al quedarte sin aire acondicionado y heladera en una de las tantas bochornosas noches de verano mendocinas? Para muchos se trata de que la demanda creciente pone contra las cuerdas la capacidad de generación eléctrica, para otros falta inversión. En ese contexto, tanto desde el sector privado como del público llegan señales a favor de un futuro distinto, que asegure subsistencia con energías renovables y más baratas.
Según publicó el portal local Jornada, Mendoza se sube a la ola con proyectos para diversificar la matriz actual, que además de sus fugas de eficiencia disparó las tarifas que golpean los bolsillos a raíz de la quita de subsidios. En el corazón de Godoy Cruz se levanta un ejemplo de lo nuevo: Construcciones 14, el primer edificio planeado para funcionar 100% con energía fotovoltaica en la iluminación de sus espacios comunes, y también termo-solar en reemplazo del gas para el agua.
Matías Righi, de la constructora que lo hizo posible junto a un fideicomiso de 89 pequeños inversores-creyentes, destaca el carácter sustentable de la torre de 8 pisos y 32 departamentos, no sin hacer la inevitable comparación de costos. “Estimativamente, usar energía solar es hasta 80% más barato que el consumo equivalente en gas. Lo que buscamos fue imponer el concepto de seguridad energética: que el plan A sea la energía solar, y el B las fuentes convencionales. Pero más allá de los números está la menor contaminación en calefacción, y la ecuación es contundente: cada panel solar instalado equivale a lo que pueden aportarle al ambiente 600 árboles. Quiere decir que nosotros, con 18 paneles, estamos plantando un bosque! ”, enfatiza.
Energía almacenada con una autonomía para varios días de agua caliente y un ahorro del 100% en luces versus la electricidad tradicional. Y sobre todo, menos cortes. Todo a un costo que, según Righi, representa apenas un 3% de la inversión total.
Aún así, el empresario muta en militante de la causa de un futuro sin contaminación cuando afirma que “el costo no se trasladó al precio final del inmueble, que está dentro de las cotizaciones de mercado, porque queremos llegar con el mensaje a más gente. En otros lugares, como Chile, es un valor diferencial que eleva los valores un 10 o 15%”.
Y la respuesta fue inmejorable, porque la preventa se liquidó en los primeros 6 meses. Ahora, los socios de Construcciones SRL se entusiasman con la fecha de arranque formal , cerca de una primavera que esperan venga con un sol pleno como es típico de Mendoza.
También las empresas aportan su experiencia. A principios de mayo, Control Point, desarrolladora de automatizaciones, puso en marcha un sistema fotovoltaico en sus nuevas oficinas de la Zona Industrial que además de asegurar autoabastecimiento con energía ecológica y limpia, puede inyectar energía a la red eléctrica. Se trata de 66 paneles capaces de generar 22.500 kilovatios anuales,equivalente a lo que pueden demandar 6 hogares.
La compañía que dirige Félix Aldeco ofrece “un sistema integrado para una gestión de energía eficiente”. Y tienta a sus clientes con autosuficiencia remota, y proyectos escalables y adaptables a cada necesidad. Para eso, predica con el ejemplo, porque no sólo consume lo que genera sino que busca agregar energía al sistema cuando es posible.
“Una fuente renovable genera energía limpia y la conecta a la red a través de un inversor. Consume su propia energía y cuando la generación propia no es suficiente se recurre a la red eléctrica, mientras que si sobra la cantidad generada va a la red”, explican desde Control Point.
Para Aldeco es pronto para hacer un balance completo. “Pero estoy contento, porque se logró una eficiencia del 80% y autoabastecimiento más de la mitad del día. Incluso los fines de semana ni siquiera consumimos energía eléctrica. Vamos haciendo mediciones y creo que en unos seis meses podremos tener las primeras estadísticas ”, detalla.
Pero, subida a la ola de la promoción de energías renovables en Mendoza, se posiciona como proveedora de futuros proyectos. Los primeros contactos con Asinmet (Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza) y Emesa (Empresa Mendocina de Energía S.A.) le abrieron las puertas para participar de los planes oficiales, que contemplan no sólo parques solares sino también eólicos.
Con la experiencia a cuestas de haber desarrollado el megaproyecto de Parque Eólico Arauco en La Rioja en las dos primeras etapas y embarcarse en la cuarta ( Arauco IV, con 26 aerogeneradores con una potencia de 2 megavatios cada uno), Impsa le “pone fichas” al proyecto mendocino de El Sosneado en Malargüe. Para su CEO, Juan Carlos Fernández “tiene un gran potencial. Sería el primero de su tipo en Mendoza, y el primero desarrollado en sociedad con una empresa provincial de energía como Emesa, un esquema similar al que permitió el avance de Arauco en La Rioja”.
No sólo la economía en su conjunto puede acomodarse en el segundo semestre. También los últimos 6 meses del 2016 prometen traer consigo novedades en torno a la adjudicación de los primeros proyectos de energía fotovoltaica (entre Lavalle y Luján) y un parque eólico en El Sosneado, Malargüe.
“El Gobierno nacional está interesado en incrementar la generación de energía, y Mendoza tiene recursos naturales y humanos para volver a ser un polo en ese sentido como lo fue entre los años ’60 y ’80. Diversificar la matriz incluyeenergía”, rescata el gobernador Alfredo Cornejo.
El mismo mandatario lo marca como una de las grandes dificultades con las que se topan las inversiones. “En casi ninguno de los oasis se dan las tres factibilidades necesarias para el crecimiento, esto es, agua, gas y energía. Sucede en el Este y el Sur con el gas, por ejemplo. Eso es producto de la falta sistemática de inversiones en los últimos veinte años”
Sin embargo, para el sector privado promover la generación de energías alternativas requiere un plan macro. Y reglas de juego claras que prioricen la producción nacional.
“El Gobierno debe convencerse de que también hay que contar con un plan industrial, a precios competitivos. Trabajamos bien con el cluster eólico, pero estamos preocupados frente al avance de empresas extranjeras que vienen con financiamiento. Aún no tenemos un banco de inversión como el Bndes brasilero”, diagnostica Fernández, de Impsa.
En pos de avanzar, todos aportan. En ese sentido, las comunas de La Paz y General Alvear ya propusieron terrenos para la locación de los proyectos, y junto a San Martín, Lavalle y Luján aparecen en competencia para lograr que Mendoza también se cuele en la adjudicación de 5 parques de hasta 20 megavatios de potencia por parte de Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico). Es ni más ni menos que la que fija condiciones de licitación y negocia las tarifas a pagar a los emprendedores.
Junio marcó un hito en la incipiente política energética de un Estado que quiere pero no tiene los recursos suficientes. Es que Emesa (Empresa Mendocina de Energía S.A.) logró colar su primer emprendimiento dentro de los planes priorizados por el Ministerio de Energía nacional. Así fue que Cammesa eligió al de Mendoza entre los 19 proyectos de generación a nivel nacional, que producirá 40,5 megavatios de energía termoeléctrica (gas convertido en electricidad) desde Anchoris: suficiente para 15 mil viviendas, o casi todo Tunuyán.
Es el primer caso, en casi 20 años, de agregado de energía a un sistema al borde de la saturación y que lo pide a gritos. La última vez fue en 1997, cuando la sociedad Pescarmona-Cartellone se quedó con la ejecución y gerenciamiento del represea hidroeléctrica Potrerillos, de 150 megavatios de potencia. Pero el paradigma cambió: el cuidado del agua y los problemas de acceso a los reservorios de gas le ceden el paso al potencial del sol y el viento..
Par a Cornejo, ni en la etapa anterior de gestión de Enarsa ni la actual hay un Estado fuerte capaz de invertir. “No hay que engañarse: los proyectos son concebidos por el Estado, a través de Emesa y con participación de municipios, pero terminan gestionándolo privados. Por caso, Enarsa licitaba pero terminaba comprándoles la energía. Para asociarse hay que poner recursos, al igual que en la etapa de gerenciamiento, lo que representa otra dificultad”.
Emilio Guiñazú, subsecretario de Energía e Hidrocarburos de la Provincia, define lo que viene como “ un nuevo vector energético en Mendoza, que incluye el proyect-management para atraer la inversión privada. En materia de energías renovables estamos trabajando en varios proyectos solares y uno eólico muy importante, para que la provincia recupere el rol que alguna vez tuvo, de usina del sistema interconectado nacional”.
El esquema comprende un socio responsable del diseño (la provincia, a través de Emesa), y otro responsable del desarrollo tecnológico y el aporte financiero (una empresa o varias en UTE). Pero hay cuestiones por pulir: por caso, las exigencias de los pre-pliegos que acumulan quejas de los postulantes. Para muchos,están “al borde de limitar la competencia”.
“Además de plantear algunas objeciones, trabajamos para cumplirlas. Como afirma dicho “a Dios rogando y con el mazo dando”, porque queremos llegar con los proyectos listas a la próxima licitación. Y así como conseguimos socios para el desarrollo de la usina termoeléctrica, queremos hacerlo para lo que tenemos por desarrollar en energía renovable”, afirma Guiñazú.
¿Puede haber novedades antes de fin de año? “Con seguridad. Nosotros esperamos que sea antes de que termine julio”, asegura, en torno a al menos 2 emprendimientos en proceso.
¿Pueden disiparse el temor y malestar por las exorbitantes subas de tarifas si Mendoza logra ejecutar parques solares y eólicos? Sí, al menos desde la óptica del gobernador Cornejo. Al frente de un Estado provincial con déficit financiero, para el mandatario, que pretende un “compre mendocino” para la fabricación de paneles solares, la diversificación económica se apoya en las energías renovables. Y enfatiza que, al margen de la quita de subsidios, la estructura tarifaria depende en parte de que los proyectos en danza prosperen, en un contexto en el que la Nación apunta a licitar al menos 20 mil megavatios.
“Las tarifas van a dejar de aumentar sólo sí incrementamos la generación. El problema es que estamos caros porque los costos internos son elevados, importación mediante. El ejemplo más didáctico es el gasoducto que se construyó desde San Carlos para proveer a Chile; ahora no solamente falta gas, sino que a la inversa tenemos que comprarle a través del gasoducto. Por eso hay que entender el concepto general: si no agregamos energía al sistema tampoco lograremos estabilizar las tarifas”.
Lo dicho: tecnología y recursos privados, por un lado. Y por otro, una provincia que pone las bases y condiciones del gerenciamiento, a través del trabajo técnico de Emesa. Ese pretende ser, en los próximos 4 años, el paradigma para desarrollar energías renovables en Mendoza.
En la Mesa Productiva convocada a principios de junio se plantó bandera por primera vez respecto a una condición en futuras licitaciones de proyectos: asegurar una cuota mínima de presencia de empresas mendocinas en su ejecución. Para Asinmet (Asociación de Industriales Metalúrgicos) debe ser de 20% para emprendimientos fotovoltaicos y un 40% en los eólicos.
“La expectativa es que se modifiquen los pliegos para asegurar un contenido posible, dejando de lado los insumos que sí o sí hay que importar”, reseña Julio Totero, presidente de Asinmet . Pero no es la única pretensión.
Es que hasta ahora el componente nacional era el tercer punto priorizable a la hora de adjudicar. Esto es: primero, el mejor precio; a igualdad de precio, la mejor tecnología. Si a ese nivel había paridad, recién en última instancia se define por el “compre mendocino”. Pero la sombra de los grandes capitales chinos que hicieron pata ancha con los proyectos hidroeléctricos de Santa Cruz y también eólico en La Rioja hace tener la guardia en alto.
Según Totero, “la posición cambió, pero se necesita que en adelante la fabricación local sea la prioridad uno. Es decir, que el primer requisito a cumplir por el oferente sea garantizar el 20 o el 40%, según el caso. Es ahora o nunca, no habrá un después para hacerlo”.
Entre los diversos proyectos tratados en las dos sesiones que tuvo la Cámara Baja entrerriana la semana pasada pasó casi desapercibido un texto que determina la instalación de sistemas de energía solar en edificios y obras públicas.
En el artículo primero del proyecto que obtuvo media sanción se establece “la incorporación progresiva y obligatoria de sistemas de captación de energía solar de baja temperatura para la producción de agua caliente sanitaria y/o para la alimentación de sistemas de calefacción, como parte integrante de los proyectos de construcción y/o readecuación de edificaciones públicas”.
Asimismo, más allá del alcance particular de la norma, en el articulado -de autoría de la diputada Miriam Lambert- se establece que esta iniciativa deberá “enmarcarse en un proceso progresivo de implementación de la utilización de energías renovables en el desarrollo urbano”.
En la parte de los fundamentos, se sostiene que “el contexto regional, nacional y provincial, se encuentra en crisis respecto de la generación y costo de las fuentes de energías tradicionales, las que a su vez tienen un fuerte impacto negativo en el ambiente, lo que requiere la generación de políticas que revierta el actual estado de situación. En este sentido, se debe priorizar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de las fuentes energéticas convencionales, facilitar el acceso a la energía a sectores marginados, y aumentar la generación de energía a partir de fuentes renovables y descentralizadas”.
En la implementación de este tipo de sistemas se deberán priorizar jardines maternales de gestión estatal provincial y centros de atención primaria de salud provinciales; centros con uso deportivo, educativo y social; nuevos planes de viviendas a través de diferentes sistemas de promoción, en el equipamiento comunitario y en las viviendas cuando sea posible, ampliaciones o modificaciones de edificios públicos ya existentes que involucren los sistemas sanitarios.
En el proyecto se establece expresamente que se deberá dar preferencia en la adjudicación por compras, contrataciones, suministros o servicios a ofertas de empresas y/o comercios de procedencia local.
