El Gobierno nacional suma una promesa para Córdoba: la remediación ambiental de la mina de uranio de Los Gigantes, en Punilla, pendiente desde hace décadas.
Julián Gadano, subsecretario de Energía Nuclear del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, adelantó a La Voz que el año próximo se iniciaría esa tarea, con un presupuesto estimado en 70 millones de dólares.
Gadano estuvo en Embalse, donde participó de la audiencia pública ambientalrealizada por el proyecto en marcha de extensión de la vida útil de la Central Nuclear radicada en Calamuchita.
"Hemos empezado los estudios para la remediación. La decisión está tomada y se da además en el marco de esta nueva relación entre la Nación y la Provincia, para resolver este tipo de problemas. Esta es una vieja deuda que tiene la Nación y su sector nuclear con Córdoba, que lleva décadas. Estamos terminando ahora la remediación de una mina de uranio de Malargüe, en Mendoza. Para Los Gigantes ya hablamos de un proyecto más ambicioso y más caro. Estamos terminando los estudios técnicos y consiguiendo el financiamiento internacional para ese trabajo, que acordaremos con el Gobierno provincial", señaló el funcionario.
Además el subsecretario de Energía Nuclear del Gobierno nacional, Julián Gadano, confirmó que solicitará a la Municipalidad de Córdoba que le permita reabrir la planta de Dioxitek, que producía dióxido de uranio en barrio Alta Córdoba.
"La instalación para mudarla a Formosa está en marcha. Ya se hizo la audiencia ambiental y la obra sigue, pero lleva su tiempo", dijo.
"Mientras, esperamos que con diálogo y comprensión mutua, en breve podamos volver a operar la planta de Córdoba, de modo temporario, hasta que esté operativa la de Formosa. Somos respetuosos de las leyes locales, pero es sólo por un tiempo y con el compromiso de retirarnos definitivamente.
Sin ese dióxido de uranio no podemos completar el ciclo del combustible para que funcionen las centrales nucleares", apuntó el funcionario nacional, que dijo estar "de acuerdo con el planteo de fondo del municipio cordobés de cerrarla en ese sitio".
Sobre tiempos y plazos, manifestó que "es un tema que se debe resolver este año, para no entrar en situación de riesgo para el país si salen de servicio las usinas nucleares. La de Formosa recién podría estar en condiciones de operar en dos años y medio; es una planta ultramoderna, gemela a una de Suecia que tiene los mayores estándares mundiales, pero que lleva su tiempo culminar".
Dioxitek pertenece en un 99 por ciento a la Comisión Nacional de Energía Atómica (el uno por ciento le corresponde a la Provincia de Mendoza). La planta de Alta Córdoba fue clausurada porque viola la ordenanza de uso de suelo de Córdoba, que prohíbe ese tipo de industrias en la ciudad.
Gadano admitió que el Estado no puede desconocer que está en deuda en este tema.
"Absolutamente, y hace décadas. Toda mina no remediada genera impacto pero aclaremos algo: en este caso el daño está lejos de ser catastrófico. Pero no importa el grado, hay que resolverlo igual. Más si se trata de una zona turística, con otros usos", señaló. Respecto del costo, apuntó que "podría andar en los 70 millones de dólares, aunque es muy estimativo aún".
Sobre plazos, acotó que la obra "demandará seguro más de un año", y aclaró que no se iniciaría durante 2016. "El año que viene lo veo como mucho más posible", respondió.
Las instalaciones de la mina están abandonadas desde hace décadas, en la montaña, aguas arriba del dique San Roque. Lo que más llama la atención son los reservorios con un líquido anaranjado, de residuos generados durante la explotación entre 1982 y 1990.
Son millones de toneladas de desechos que concentran materiales radiactivos y metales pesados, que representan un riesgo potencial para la biodiversidad y para una de las fuentes de agua vitales de la provincia, el dique San Roque. Los Gigantes está en la cuenca de ese embalse.
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) es dueña del predio. En 1998 pidió un crédito al Banco Mundial, aprobado en 2008, y anunció una remediación que nunca se concretó.