Expertos critican que el Estado aún no entienda la relevancia para el país de que la empresa tenga un balance más sólido.
Los traspasos de dinero entre el Estado y la principal empresa estatal del país, Codelco, no han sido equivalentes. En los últimos siete años, la minera ha entregado aportes que suman US$ 25.064 millones al fisco, mientras este le ha entregado solo US$ 4.789 millones.
Esto significa que desde 2009 a 2015, el Estado solo capitalizó la empresa con un monto equivalente al 20% del millonario aporte que la compañía entregó al país.
Expertos aseguran que esta es una política equivocada y fuera de la realidad. El académico de la Universidad Católica Gustavo Lagos dice que la suma aportada por el Estado a Codelco “es bien inferior al 50% o 60% de aporte de capital que históricamente hacen las privadas para financiar sus inversiones”. Agrega que con estos niveles de capitalización no se puede esperar mucho de la minera estatal, que hoy presenta serios problemas de capital.
En la misma línea, Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining, asegura que el fisco “siempre ha visto a Codelco como una fuente de ingresos y no ha habido una visión de Estado para desarrollar la empresa como una que debe desenvolverse competitivamente”. Añadió que “me parece que es una política equivocada la del Estado de Chile, que no entiende qué significa administrar una compañía de la envergadura de Codelco, que hoy está en crisis”.
El gobierno de Michelle Bachelet, de manera inédita, firmó en 2014 una ley que estableció el aporte de US$ 4 mil millones a la estatal durante un período de cinco años. Esto tiene por objetivo impulsar el millonario plan de inversiones que necesita desarrollar la minera para mantener su producción, dado que posee yacimientos cada vez más viejos y desgastados.
Si bien esta política del Gobierno marcó un giro para la empresa -que había sido escasamente capitalizada hasta entonces-, el Estado no ha podido entregar los recursos comprometidos.
Esto último, producto de la estrechez fiscal y la falta de recursos estatales, situación que, en gran parte, también se explica por la caída del precio del cobre.
La empresa es una de las más endeudadas entre las mineras a nivel mundial. En el primer trimestre del año sus pasivos totalizaron US$ 13.121 millones, con un ratio de deuda neta sobre Ebitda de 4,1 veces.
La administración liderada por Nelson Pizarro ha hecho importantes esfuerzos por sobrevivir a esta tormenta enfrenta la minera número uno a nivel mundial. De hecho, si bien en un principio se consideraba un plan de inversiones a cinco años por US$ 25 mil millones, este fue recientemente recortado a US$ 18 mil millones. Este recorte ha implicado suspender o posponer parte de los proyectos estructurales, fundamentales para la sustentabilidad de la compañía en el largo plazo. Hoy hay solo dos de seis proyectos que están completamente a firme: Chuquicamata Subterránea y Traspaso Andina.
Por otro lado, la estatal ha impulsado importantes reducciones de costos y desvinculaciones. Estos ajustes se han visto reflejados en una baja de los bonos por términos de conflicto y el fin de una serie de beneficios para los trabajadores de la empresa.
28% se rebajó la cartera de inversiones de Codelco recientemente, pasando de los US$ 25 mil millones que se contemplaban en 2014, a unos US$ 18 mil millones. La minera tiene problemas de caja para impulsar proyectos fundamentales que son necesarios para mantener el liderazgo de la compañía en los próximos años.
US$ 2,13 por libra cerró ayer el cobre. Desde principios de 2015 hasta la fecha, el valor del metal ha caído más de 20%, perjudicando fuertemente a las mineras.