Por primera vez la energía solar se encamina a ser la fuente que más electricidad aporte a la red estadounidense este año, una hazaña alcanzada más por motivos económicos que por los incentivos verdes.

El coste de la electricidad procedente de instalaciones solares a gran escala es ahora comparable y en ocasiones hasta más barato que el de la generada por el gas natural, incluso sin los incentivos destinados a promover una energía respetuosa con el medioambiente, según actores del sector e informes de costes independientes.

Alentada por las apelaciones a la autosuficiencia y el cuidado del medioambiente, así como los subsidios públicos, la industria solar primitiva estaba dominada por instalaciones solares en tejados para proporcionar luz a casas y negocios individuales. Pero este tipo de instalaciones a pequeña escala son caras y requieren de fuertes incentivos para que resulten atractivas para los propietarios de viviendas.

Actualmente son los grandes sistemas que venden directamente a las eléctricas los que dominan el mercado y está previsto que representen más del 70% de la nueva capacidad solar que se añada a la red este año, según la firma de análisis GTM Research.

El éxito de la energía solar a gran escala ha planteado interrogantes acerca de la conveniencia de continuar incentivando instalaciones en azoteas y tejados, que siguen siendo mucho más caras que la mayoría de las otras formas de electricidad.

Los costes de las grandes instalaciones de electricidad solar sin subvenciones van de los US$50 a los US$70 por megawatio/hora (o de 5 a 7 centavos por kilovatio hora), frente a los US$52-US$78 de las plantas de gas más eficientes, según un estudio de 2015 del banco de inversión Lazard.

Producir energía con paneles instalados en los tejados de viviendas residenciales es todavía mucho más caro: entre US$184 y US$300 por MWh antes de subvenciones, según el mismo informe.

"Si te llevas un panel solar desde la azotea de alguien y lo pones en el campo, la cantidad a pagar por esa electricidad cae precipitadamente", dijo Matt Freedman, abogado de The Utility Reform Network, una organización californiana que defiende los intereses de los clientes de compañías de servicios. "¿Dónde está la gracia de tenerlo en el tejado?: No está claro".