El Ministerio de Energía y Minas de la Argentina subrayó ayer como un gran logro de su titular el acuerdo alcazando con China para dos centrales nucleares en Argentina.
La comunicación puso enfásis en el aspecto que mas interesa a las dos partes: US$ 12.000 M de inversión para los dos proyectos que quedaron en pie
Se ratifica, de esta manera, el giro en la mirada inicial del Gobierno sobre la asociación con China heredada del kirchnerismo, que atrevesó distintas etapas. Al comienzo, el presidente Mauricio Macri había sembrado dudas sobre la continuidad del acuerdo de inversión en cuyo marco Cristina Kirchner acordó con el gigante asiático la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, aseguró el Cronista.
Se trata de dos centrales nucleares, una con tecnología de reactor Canadian Uranuim Deuterium (CANDU) de agua pesada, que es la misma que utiliza la central Embalse, y otra PWR por la cual se dará un salto hacia la tecnología de uranio enriquecido y de agua liviana.
Según el documento tanto Argentina como China se comprometen a acelerar las negociaciones para poder comenzar la construcción de la primera de las dos centrales acordadas para el primer trimestre de 2017 y la segunda para el 2019.
Atucha III, con una inversión estimada en 5.000 millones de dólares, se constituirá en la cuarta central nuclear argentina que ya tiene activas a las centrales Atucha I y Atucha II, y la central de Río Tercero que está siendo revitalizada para insertarla nuevamente en el parque generador de energía eléctrica.
"Nunca se interrumpió el plan de expansión nuclear sino que por el contrario se amplió", resaltaron en Energía. Al Estado nacional le faltaba comprar un predio lindante a Atucha 1 y Atucha 2. para lo que necesita un decreto de expropiación.
La semana pasada, Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA) informó que se realizaron con éxito las pruebas hidráulicas de los generadores de vapor para la Central Nuclear Embalse, con lo que continúa el avance del proceso de extensión de vida útil de esta planta para reincorporar al sistema 648 megawatios de potencia instalada.
De esta manera el gobierno argentino da muestras concretas del compromiso con la expansión del parque de generación eléctrica y específicamente en lo que hace a la generación nucleoeléctrica.
tras la renegociación de lo convenido por el kirchnerismo con los asiáticos.
Entre las empresas que habían sido excluidas y que ahora tendrán la posibilidad de afinar sus números para salir adjudicadas se encuentran: CTG Energía, CPB Energía, la rusa Karpowership, Río Energy, Methax, la estatal cordobesa Epec, Aggreko, Uterm Energy, Uensa, Ugen, IC Power, Nueva Gen y C.T. NOA.
Cabe aclarar que nunca se interrumpió el plan de expansión nuclear sino que por el contrario se amplió en el marco de la consolidación de una diversificación de la matriz energética nacional, tal cual lo ocurrido con las energías renovables, que junto a la nuclear son las fuentes que permiten mitigar la emisión de gases de efecto invernadero.