Desde una perspectiva financiera y regulatoria, las adquisiciones y fusiones, tanto en Estados Unidos como entre empresas británicas y de Europa continental, pueden volverse más difíciles a partir del resultado del referendo del jueves pasado en el Reino Unido. Y las adquisiciones transatlánticas por parte de empresas estadounidenses —si es que estas son capaces de mantener la sangre fría en medio de la turbulencia de los mercados— se volverán más baratas en términos nominales.
He aquí un vistazo a lo que la decisión de los votantes del Reino Unido de dejar la Unión Europea podría significar para cinco fusiones pendientes:
Bayer / Monsanto: debido a que el euro cayó y el dólar subió, la propuesta de Bayer de comprar Monsanto por US$62.000 millones se ha encarecido para la compañía alemana. Además, Bayer planea vender acciones para financiar parte de la transacción; dado que sus acciones cayeron 6% el viernes, esa operación le resultaría más cara también. Y recuerden: este acuerdo no está firmado todavía, y la ruta de Bayer a la victoria depende de ganarse a los inversionistas de Monsanto. Está tratando de hacerlo con dos monedas golpeadas.
Anheuser-Busch InBev / SAB: las oscilaciones en el valor de la libra esterlina ya han sido un dolor de cabeza para AB InBev, que perdió US$599 millones en el primer trimestre en operaciones de cobertura cambiaria relacionadas con este acuerdo. La caída de la libra tras el referendo probablemente exacerbe el dolor.
Lo que es más, algunos inversionistas comentaban que los accionistas de SAB, que cotiza en Londres, podrían votar “no”. El acuerdo es posiblemente menos valioso ahora porque van a recibir libras devaluadas, mientras que los ingresos de SAB en su mayoría provienen de países que no utilizan el euro ni la libra, en América Latina, África y Asia. ABI cayó 3%, mientras que las acciones de SAB se mantuvieron estables.
Deutsche Börse / London Stock Exchange: ningún otro acuerdo pendiente está tan íntimamente ligado a los mercados financieros europeos y británicos que están en turbulencia en estos momentos. La geopolítica está también en juego: los políticos alemanes, que estaban indignados por el hecho de que la nueva empresa sería controlada desde Londres, endurecieron su oposición hoy después del rechazo del Reino Unido a la UE.
Los accionistas de ambas partes van a votar sobre la fusión en julio, y las compañías dijeron el viernes que siguen estando “plenamente comprometidos” con el acuerdo. Las acciones de ambas empresas cayeron hasta 10%, aunque es difícil separar la ansiedad de los inversionistas respecto de la fusión del impacto más general de la ‘brexit’ en los mercados.
Mylan / Meda: la farmacéutica Mylan acordó en febrero pagar US$7.200 millones por la sueca Meda. El viernes, luego de la caída de 2,5% de la corona sueca frente al dólar, el acuerdo se ha hecho mucho más barato. (Los dos principales mercados de Meda, en términos de ventas, son EE.UU. y China, por lo que las fuentes de ingresos de la compañía están un tanto protegidas de las fluctuaciones cambiarias relacionadas con la brexit). Las acciones de Meda se mantuvieron más o menos sin cambios. Las acciones de Mylan cayeron 5%, un descenso que los analistas de Evercore ISI atribuyen a la exposición combinada de la compañía al Reino Unido, el cual vinculan con 8% de los ingresos globales de la firma.
Johnson Controls / Tyco: los inversionistas, asesores y ejecutivos vinculados con este trato están respirando mejor hoy día. A diferencia de muchas empresas que realizaron “inversiones tributarias” últimamente, Johnson Controls mudará su domicilio a Irlanda, no al Reino Unido. En otras palabras, sus suposiciones sobre el ambiente regulatorio y la facilidad de hacer negocios en toda Europa quedaron más o menos intactas. Lo que es más, la financiación de la operación está denominada en dólares. A pesar de que las acciones de ambas compañías cayeron el viernes, el “spread” del acuerdo —una medida del nerviosismo de los inversionistas—disminuyó.