La Nación dio luz verde a otro proyecto de generación hidroeléctrica en San Juan al firmar el convenio para la realización del estudio de factibilidad del aprovechamiento hidroeléctrico del río La Palca, que podría convertirse en la séptima central de generación provincial, y la segunda y más grande en Iglesia.
Ese departamento del norte sanjuanino ya posee la represa hidroeléctrica Cuesta del Viento, pero la de La Palca -que no será un dique porque no tiene embalse- será tres veces mayor, capaz de generar 30 MW de potencia (ver infografía).
El proyecto de esta central consiste en aprovechar los recursos hídricos de la cuenca del río La Palca y sus afluentes principales: los ríos Valle del Cura y Río de las Taguas, y su importancia radica en que la electricidad que genere podrá destinarse al uso minero y agroindustrial, además de entregar energía al Sistema Interconectado Nacional junto a Cuesta del Viento.
La UTE conformada por la Fundación Universidad Nacional de San Juan y las Empresas Hidroestructuras SA. y Estudios y Servicios Ambientales SRL ganó la licitación pública internacional para la realización del proyecto de factibilidad -paso previo para licitar la construcción- que tiene un costo de 8.798.343 pesos y será desembolsado por la Nación, a través del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE).
La licitación se hizo en julio del año pasado y se presentaron varios oferentes pero tras el cambio de gobierno, el proyecto de la central sanjuanina, como tantos otros; quedó sujeto a revisión. La buena noticia llegó la semana pasada cuando se firmó el contrato entre la Nación y la UTE; y el director del estudio -el ingeniero Guillermo Gutiérrez, subdirector del Instituto de Investigaciones Hidráulicas- ya comenzó con los trabajos que deben ser culminados en 9 meses.
De la ejecución del proyecto se encargarán además de Gutiérrez, profesionales de cuatro unidades de investigación y de dos departamentos académicos de la Facultad de Ingeniería: los institutos de Investigaciones Antisísmicas, Materiales y Suelos, Investigaciones Mineras, Energía Eléctrica, Hidráulica, Circot y los departamentos de Ingeniería Civil y Agrimensura.
El río La Palca, en el noroeste sanjuanino, se ubica a unos 90 kilómetros de Rodeo y el afluente del río Blanco que luego se convierte en el Jáchal. La particularidad que tiene es que durante su curso hay una zona que posee un desnivel mayor a 600 metros aprovechable para producir energía hidroeléctrica sin necesidad de construir una embalse como en el resto de las presas.
Según explicó Gutierrez es un proyecto de generación de energía eléctrica cuya cota de fundación de obra de toma de agua se ubicaría a 2.850 metros sore el nivel del mar (msnm), mientras que la central podría ubicarse a los 2.230 msnm, para conseguir el descenso de 600 metros del curso de agua. ‘’La idea es construir un obra de derivación o azud para encauzar el agua a un conducto de entre 40 o 50 metros de longitud hasta la central.
Sería un túnel en la roca, de unos 2,2 metros de diámetro, que se puede perforar con una tunelera’’, detalló Gutiérrez. Del estudio saldrán todos los detalles técnicos y el costo de la obra. Luego se tendrán que conseguir los fondos para financiar y licitar su construcción.
La energía eléctrica se obtiene de diversas formas, algunas por medios contaminantes y que se agotan como las centrales atómicas, de carbón o de gas; pero en las centrales hidráulicas el agua sólo fluye a través del dispositivo por el cual extraemos la energía y sigue su camino, son centrales no contaminantes, con un recurso que se renueva todos los años. En el caso de San Juan siempre fue eléctrica-dependiente, recurriendo a la Nación para que nos provea la electricidad que requieren los hogares, industrias y empresas.
Con el auge que toman los emprendimientos mineros a partir del 2001 las necesidades de provisión de energía eléctrica aumentaron y si tenemos un río aprovechable en nuestro territorio en el cual podemos planificar una central de 30 MW y contribuir con ella a la provisión de las empresas mineras lograremos satisfacer una demanda.
Todo eso genera además un valor agregado. Los bienes requieren de la mano de obra del hombre, maquinaria para hacer el trabajo y la energía que es el motor, de modo que cada vez que se hace una central de este tipo que no condiciona para nada el uso posterior del agua, al contrario, se pueden multiplicar los usos de la misma. Con esta obra se puede tomar agua del Río de La Palca y derivar parte de esa agua a través del derivador, para la agricultura, antes de que se junte con el Río Blanco que contiene boro y otros metales pesados que hacen imposible su uso para la vida animal y el agro.