Por 8 votos a favor y 5 en contra, la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados aprobó este martes el veto presidencial al proyecto de reforma laboral, que suprime los pactos de adaptabilidad sobre jornadas y horarios y los quorums sindicales para la negociación colectiva.
Ahora la iniciativa, que está con discusión inmediata, pasa a la Sala de la Cámara que la analizará este miércoles en la tarde.
En la sesión los ministros de Hacienda, Rodrigo Valdés, y de Trabajo, Ximena Rincón, enfatizaron que la situación de ambiguedad en la que quedan los sindicatos versus los grupos negociadores y la posible judicialización por ello, no se relaciona con el veto, sino que con la decisión del Tribunal Constitucional, que tras acoger un requerimiento de parlamentarios de oposición, declaró inconstitucional la titularidad sindical.
"El tema de la poca precisión que tenemos hoy día respecto de que van a hacer los grupos es un tema que ustedes requirieron", dijo Valdés a los parlamentarios ante las críticas por la judicialización.
Asimismo el gobierno se mostró abierto a realizar cambios a la iniciativa siempre y cuando se cuente con el apoyo de la oposición para asegurar la prevalencia de los sindicatos sobre los grupos negociadores.
"Estamos dispuestos a explorar un cambio constitucional, si la oposición quiere que conversemos en serio de cambios en materia laboral, necesitamos un marco constitucional", dijo la ministra Rincón.
Cabe recordar que tras el fallo del Tribunal Constitucional que declaró inconstitucional la titularidad sindical y la extensión de beneficios vía afiliación la ley se promulgará sin estas normas.
En cuanto al veto los tres pactos de adaptabilidad que se surpimen son los que permitían pactar sistemas excepcionales de jornada de trabajo y descanso; los de horas extraordinarias y los referidos al sobre tiempo de preparación para trabajar y jornada pasiva.