La recta final de las paritarias en el sector petrolero se dará en los próximos diez días, o al menos eso esperan los sindicatos que conducen Jorge Avila, Claudio Vidal, José Llugdar y el cuyano Julián Matamala. No estuvo el neuquino Guillermo Pereyra.
El sector de Jorge Avila, de los petroleros de base chubutenses, quiere firmar un acuerdo con garantía laboral y sin "letra chica" que involucre la flexibilización escondida bajo el concepto de "productividad y eficiencia". Los porcentajes de incremento salarial en discusión son: sindicatos piden un 32%, las empresas ofertan un 25%. La suma-puente solicitada sería de 8.000 pesos.
Las exigencias de la Cámara de Empresas Productoras de Hidrocarburos (CEPH) incluyeron el intercambio de personal entre provincias -dejar de lado la prioridad de mano de obra local-, mayor productividad con medidas tales como sólo hacer transportes de noche o trabajar con viento.
La convocatoria buscó el consenso entre los sindicatos y las compañías a los fines de que puedan resolver la paritaria lo antes posible. José Llugdar, de los petroleros jerárquicos, confirmó a El Patagónico que estuvieron con Juan José Aranguren, ministro de Energía; Rogelio Frigerio, de Interior y Jorge Triaca, de Trabajo. También representantes de YPF y PAE.
"Además de la pauta salarial, que tiene que resolverse cuanto antes, el sector empresario planteó como una necesidad apuntalar la productividad y la eficiencia", dijo el sindicalista jerárquico con representatividad en Chubut y Santa Cruz. La conflictividad se coló en esa agenda, por lo que será un tema a discutir.
Estos eran temas en carpeta y que resurgieron con la crisis. Así, las operadoras expusieron los beneficios que consideran excesivos, mientras los gremios defienden la seguridad de los trabajadores.
La reducción de la jornada laboral está sobre la mesa y será discutida una vez que la pauta salarial tenga forma. La posibilidad es avanzar en todos los casos posibles con jornadas de ocho horas, a los fines de sostener empleos, aunque implicaría una reducción de los sueldos al no cobrar horas extras y otros beneficios por la sacrificada carga horaria de estos trabajadores.
Los petroleros ya cedieron con la reducción de la jornada con Tecpetrol. Ante la baja de la actividad y las tirantes negociaciones entre el sindicato y la firma de Techint, el acuerdo consistió en que los trabajadores sin tareas específicas, es decir "los que se queden en la casa", cobran un 70% del sueldo. Una rebaja del 30%, en concreto.
Hoy vuelven a sentarse los paritarios. Las conversaciones son a contrarreloj porque el 31 de julio es el último día de la tregua firmada entre empresas y sindicatos, con aval de Chubut y Nación. Una vez resuelta la paritaria, sigue otra historia. Todo indica que "el segundo semestre petrolero" continuará con estas conversaciones tirantes.
Jorge “Loma” Ávila, secretario general del Petróleo y Gas Privado, adelantó que hasta el viernes seguirán las reuniones paritarias con las cámaras del sector.
Y aunque ratificó acuerdos en lo salarial, planteó su preocupación ante la imposibilidad de que se firme un compromiso de sostenimiento laboral para los trabajadores.
Fundamentó la discusión por las ocho horas laborables y alentó a terminar con la incertidumbre que se vive en el sector petrolero. “La negociación salarial no está lejos de lo que planteamos en los últimos tiempos. Falta el consenso para terminar de cerrar lo que las operadoras están pidiendo con la cantidad de trabajadores `sobrantes´ que hay debido a los equipos parados. Tenemos cerca de mil personas en esta condición y en este contexto se hace difícil mirar el panorama salarial”, dijo en radio La Petrolera.
Se mostró optimista ante la implementación del régimen de ocho horas sin que esto impacte en el bolsillo y aclaró versiones divulgadas en los yacimientos. “No es lo mismo hacer una gran cantidad de horas extras, tener un sueldo `mentiroso´. No podemos dar todas las discusiones juntas. Si no se da un gran acuerdo, es imposible cerrarlo. Y fue atinado lo que dijo el ministro Frigerio en cuanto a que si no se encuentra un camino de acá al viernes hay que liberar las partes y cada cual, deberá hacerse responsable de lo que le toca. No estamos lejos en lo salarial. Nadie quiere poner la firma para garantizar la estabilidad laboral que es lo principal”.
“No podemos anunciar un aumento -agregó- y al mes decir que debido a eso sobran trabajadores. Le guste a quien le guste, hay gente que está en su casa, cobrando sin trabajar. Eso no se puede mantener toda la vida. No nos quedan alternativas”. Lo diferenció de situaciones similares que vivió la industria. “Hoy con la paz social no le alcanzaría ni para la mitad del mes de un trabajador”.
Aclaró que la variable de la jornada de ocho horas se evalúa entre otras cosas para conocer el real salario de los trabajadores. “Se hablan muchas pavadas cuando ni saben lo que se discute. Queremos que el salario no se pierda, mantener el trabajo de la gente pero teniendo en cuenta el poder adquisitivo del salario. La tranquilidad pasa por hacer ocho horas y cobrar bien. Hay que cortar con la incertidumbre y con que las empresas sigan ofreciendo plata para que la gente se vaya”.
El viernes será clave para el futuro del petróleo proyectado a 2017. “El Estado no puede subsidiar la actividad de por vida. Se han llevado mucha plata de Comodoro Rivadavia pero nadie está dispuesto a devolver nada. Que las operadoras garanticen los puestos. Si no existieran los subsidios ni los incentivos estaríamos en una pelea con los privados. Esto provocó un gran desgaste. Lo que tiene que entender un trabajador es que no haremos nada extraño ni lo perjudicaremos ni que es la muerte trabajar ocho horas”.
Ávila insistió con la necesidad de sincerar la industria con un acuerdo macro que dure hasta julio de 2017. La reducción de horas-hombre es una variable que las Cámaras plantearon aunque con plazos más cortos evitando el excedente de personal, algo que los gremios objetan. “No hay que perder los estribos en la discusión. Si esto no se cierra podrían producirse 5 mil despidos entre Chubut y Santa Cruz. Hay recesión y una inflación que no se frena. No andamos a las escondidas, defenderemos los trabajadores”.
DIARIO JORNADA
El intendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares, destacó la participación política en democracia y relativizó su aspiración a la Gobernación al considerar como prioridad,su tarea al frente del municipio. Descartó diferencias con el gobernador Mario Das Neves aunque negó haber viajado a Rawson para “disculparse” por expresiones de miembros de su gabinete.
“El intendente y el gobernador tienen la obligación institucional de tener un diálogo permanente. Es lo que hago yo al menos. Los partidos siguen trabajando en política y está bueno que lo hagan. Nosotros que estamos en función tenemos que enfocarnos en eso. Los dichos de los militantes son respetables ya sea de uno u otro lado. Y no deberían generar ningún tipo de rispidez”, reconoció Linares.
“Mario me lo dijo y yo lo comprendo, voy por el mismo lado. Yo ya lo aclare. Son tiempos de trabajo y los partidos políticos en democracia afortunadamente están abiertos. Y se puede hablar de política permanentemente. No tendría porqué generarse un cortocircuito”.
“Sonaría muy feo y sería raro que una expresión de gente de la política pueda ocasionar problemas institucionales entre un gobernador y un intendente. Yo puedo tener diferencias, de hecho cuando las tengo voy y se las digo. Escuché comentarios como que yo había ido a Rawson poco menos que a pedir perdón. Quien me conoce bien sabe que no soy esa clase de gente. Sé muy bien lo que digo y lo sostengo. Cuando dije lo de la `zona liberada´ lo ratifiqué en la Justicia. Lo sigo sosteniendo”, reconoció Linares en diálogo con el programa “Nos sobran los motivos” (FM 100.1).
El intendente confirmó su encuentro con la vicepresidente Gabriela Michetti por obras de envergadura para la ciudad; la posibilidad de concretar un encuentro con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y altos directivos de la empresa PAE por adelanto de regalías a descontar en 2017. Y no descartó reunirse con Camuzzi. “Tenemos más de diez proyectos de redes de gas licitados, otorgados y con presupuesto fijado. No se puede explicar a los vecinos que despues de casi un año todavía no hayan comenzado la obra”.
“Es un problema de Comodoro y de toda la Patagonia. Hay un solo visador para toda la región y un atraso importante porque una empresa que trabaje con el gas no debería tener más de un proyecto a la vez”.
Finalmente se refirió a la posibilidad de prorrogar subsidios a la industria petrolera: “El gobierno nacional firmó hasta diciembre. Lo que está claro es que hay un precio que lo cortaría. Debe entenderse que las operadoras con estos números tienen autosuficiencia como para no necesitar de los subsidios tanto de provincia como de Nación”, finalizó.
Antonio Cassia, titular del Sindicato Unido de Petroleros e Hidrocarburiferos (Supeh), advirtió que los petroleros podrían paralizar la actividad esta semana cuando se venza la conciliación obligatoria que dictó el Ministerio Trabajo sobre el conflicto salarial que mantienen con YPF.
A principio de mes, los trabajadores habían decretado una huelga que quedó suspendida por 15 días tras la conciliación obligatoria dictada por la cartera que conduce Jorge Triaca; sin embargo, Cassia anunció: "si no tenemos una respuesta satisfactoria a la recomposición salarial vamos a parar la provisión de combustible".
"Hemos puesto el hombro ante un conflicto generalizado del sector, pero parece que no sirvió de nada tener esta actitud" dijo el secretario de Federación del SUPeH, y agregó: "estamos empeñados en el diálogo y dejamos abierta la puerta a que esta semana podamos acercar las posiciones".
La última reunión paritaria devino en fracaso, toda vez que el mejor ofrecimiento de la empresa fue un 25 por ciento, que al gremio de Cassia resulta "inaceptable".