La cifra proyectada para el sector en el período llega a US$ 18.141 millones. Este monto representa un 29% de la inversión total del país para el período, según informó el portal Pulso.
En el marco de un nuevo Informe de Política Monetaria (IPoM), el presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, informó hace dos semanas que se proyecta una caída de la inversión de 2,4% para este año, siendo explicada en cerca de un 50% por la debilidad del sector minero.
Y 2016 no sería el único año de letargo del sector. Según el último reporte de la Corporación de Bienes de Capital (CBC) basado en información al primer trimestre de 2016, el monto de inversión del sector minero proyectado para los próximos cinco años (2016-2020) es el más bajo previsto para un período similar en los últimos ocho años, llegando a US$18.141 millones.
Asimismo, la cantidad de proyectos en carpeta también alcanza un mínimo en ochos años: 63 iniciativas.
La cifra del sector -US$ 18.141 millones- representa un 29% de la inversión total del país proyectada para el quinquenio 2016-2020. Mientras que el aporte del sector sólo para 2016 es US$ 4.848 millones, equivalente a un 22% de la inversión total del país.
Además, el documento revela que diez proyectos explican el 86% -US$ 15.569 millones- de la cifra sectorial para el quinquenio 2016-2020. Estos son Explotación Sulfuros Radomiro Tomic Fase II, Mina Subterránea Chuquicamata, Minerales Primarios Minera Spence, Nuevo Nivel Mina, entre otros.
En comparación con la proyección de la entidad el trimestre anterior, el reporte indica una baja en el stock quinquenal de inversión previsto para el sector en todas las regiones: en la Región de Antofagasta la reducción es de US$ 5.779 millones, en gran parte debido a la salida de proyectos terminados en 2015 (Antucoya, OGP1), a lo que se suman las modificaciones en los planes de inversión de Antofagasta Minerals (AMSA) y de Spence. Sin embargo, esta región se mantiene con la cartera de proyectos más cuantiosa estimada para el lapso 2016-2020, con US$13.335 millones.
Por su parte, la Región de O’Higgins anota una caída de su stock quinquenal de inversión previsto de US$ 492 millones, debido a la salida del proyecto Dacita, que culminó en 2015, y a variaciones en cronogramas de otros. Esta zona suma un stock de inversión proyectada para 2016-2020 de US$2.660 millones.
En tanto, la Región de Tarapacá, contabilizó un descenso de US$278 millones, debido a la salida de iniciativas que culminaron su construcción en 2015, y de otras que retrasaron su avance, tras extensos procesos de calificación ambiental.
El Indicador Intensidad de la Inversión Trimestral CBC del sector minero, que mide el gasto en los proyectos que se encuentran en construcción, presentó la décima caída consecutiva, llegando entre enero y marzo de 2016 al nivel más bajo desde el tercer trimestre de 2008.
Empleo. El informe también refleja que la demanda de mano de obra de los proyectos del sector en construcción, luego de contabilizar máximos entre 2012 e inicios del 2013 (en torno a las 40.000 personas), registró sucesivas caídas hasta fines del mismo año. Luego, presentó una recuperación en el primer trimestre de 2014 para volver a descender, terminando al primer trimestre de 2016 en torno a las 15.000 personas. Para el quinquenio 2016-2020, el máximo requerido se registraría a principios de 2018 con 26.210 personas, mientras el menor nivel de empleo se registrará a fines del período.
Una brusca caída de US$5.779 millones sufrió la cartera de proyectos mineros a materializarse en la región de Antofagasta entre 2016 y 2020. Así lo reveló el último catastro de la Corporación de Bienes de Capital (CBC) -actualizado al primer trimestre de 2016- según el cual la inversión sectorial en la zona alcanzará los US$13.335 millones en el quinquenio.
De acuerdo al informe de la CBC, el Stock Quinquenal de Inversión a nivel nacional llegó a su nivel más bajo en los últimos ocho años, alcanzando los US$18.141 millones. “Esta situación se explica por el término de la ejecución de varios proyectos principalmente del ámbito privado, que no ha sido compensada por el inicio de nuevas iniciativas”, explica el documento.
En este contexto, al comparar con tres meses antes, se observa una baja en la estimación de inversión quinquenal minera para todas las regiones. En el caso de Antofagasta, la reducción fue de US$5.779 millones, influido por el cambio de quinquenio de análisis y la salida de proyectos terminados en 2015 (Antucoya de Antofagasta Minerals, y OGP1 de Escondida).
A esos se agregan las modificaciones en los planes de inversiones de AMSA para sus iniciativas Óxidos Encuentro y la planta de Molibdeno en Centinela (entre ambos suman US$760 millones) y también ajustes en los proyectos para expandir la vida útil de Spence (US$3.300 millones).
Cabe consignar que este catastro no consideró la decisión de la polaca KGHM que a mediados del mes pasado decidió postergar de manera indefinida la Fase II de Sierra Gorda -cuya propiedad comparte con Sumitomo (45%)-, para el cual se había estimado una inversión de US$1.500 millones y el cual supondrá una nueva baja para el portafolio regional en las próximas mediciones.
Respecto del escenario a futuro, el economista consejero del Banco Central, Pablo García, comentó hace unos días durante la presentación del Informe de Política Monetaria (IPoM) en la ciudad que los datos indican que la inversión minera seguirá cayendo al año 2018.