La semana pasada el oro rompió la barrera de los US$ 1.300 por el efecto Brexit, el precio más alto en casi dos años, mientras que los contratos en euros y en libras alcanzaron máximos de 3 años.
Pero esta semana, los temores de que el Reino Unido saliera de la UE se han disipado y el metal codiciado perdió terreno. Según un sondeo de Reuters, el oro al contado perdía un 1.15% a US$ 1,284.06 la onza, mientras que los futuros del oro en Estados Unidos para entrega en agosto caían US$ 1280 a US$ 1.282.00 la onza.
Según un análisis de la consultora en commodities, CPM Group, los precios continuarán a la baja pero se recuperarían hacia fines de año volviendo a rozar los US$ 1300.
El Brexit ya no preocupa tanto a los analistas quienes ahora están pendientes de lo que diga este martes ante el Congreso Janet Yellen sobre la política monetaria.
Si bien los analistas no esperan muchas novedades por parte de la presidenta de la Fed, después de que el banco central estadounidense publicara la revisión de sus previsiones sobre la economía y los tipos de interés tras su reunión sobre política monetaria de la semana pasada.
De acuerdo al portal Investing.com, los actores del mercado estiman que hay un 7% de posibilidades de que se lleve a cabo una subida de los tipos en julio, y un 24% de que esto ocurra en septiembre, según la herramienta FedWatch del CME Group's.
“El oro es muy susceptible a las modificaciones de los tipos de interés de Estados Unidos. Una subida gradual de los tipos supone menos amenaza para los precios del oro que una serie de pequeñas subidas bruscas”, indicó Investing.com.