América Latina tiene un amplio potencial para inversiones en el sector energético que, para ser desarrollado y aprovechar así un esperado crecimiento del consumo, requiere que sus gobiernos faciliten cambios regulatorios que brinden mayor seguridad jurídica, coincidieron empresarios de la industria.
Actores del sector, como Royal Dutch Shell y la italiana Enel, estimaron que la demanda de energía en América Latina se duplicará en el próximo quinquenio y se triplicará al 2050, en una región que ha solventado la actual desaceleración económica mundial de mejor manera que otras como Europa.
Las oportunidades se encuentran tanto en energía renovable como en la no renovable.
“Podríamos decir que la demanda global de energía en ees una actividad económica, pero también ha recibido un empuje demográfico sumamente fuerte, que realmente es la única garantía de demanda sostenida de energía”, dijo el presidente de Enel, Francesco Starace, durante el Foro Económico Mundial (WEF) que se celebra en Medellín (Colombia).
Sin embargo, resaltó que se deben evitar errores y reconsiderar el papel de los gobiernos en materia de reglas del juego.
“El papel del gobierno debe ser el de establecer las normas y hacerlo de una forma muy estable, muy transparente. Lo peor que se le puede hacer al inversionista es cambiarle la estabilidad jurídica”, afirmó.
Empresarios han llamado la atención de autoridades de países como Colombia, en donde fallos judiciales han echado para atrás proyectos en otros sectores como el petrolero y minero, lo que ha disparado las alertas sobre el resto de la inversión extranjera.
En medio de la caída de los precios de energías fósiles como el petróleo y el carbón, los expertos consideran que la región latinoamericana podría desarrollar amplios proyectos de energía renovable limpia, como la hidráulica, la eólica y la térmica.
Según el WEF, sólo el año pasado la región recibió unos US$ 10,000 millones en fondos para desarrollar energías limpias. No dio cifras de proyecciones futuras.
Para Renat Heuberger, director ejecutivo del suizo South Pole Group, existen barreras como el acceso al financiamiento además del temor sobre los temas jurídicos. “Un poco más de armonización en las reglamentaciones, en las leyes, ayudaría mucho y reduciría los costos”, afirmó.
Por su parte, Andrew Brown, ejecutivo de Royal Dutch Shell, señaló que el gas jugará un papel cada vez más clave en la región. “El gas es equivalente a lo hidráulico en electricidad y los próximos 20 años seguiremos viendo un desarrollo importante”, opinó.
Aunque concluyó que la mayoría de países de la región no puede dejar de explotar petróleo dado que es clave para su sostenibilidad fiscal por su característica de exportadores de hidrocarburos.