Diario de Cuyo dio a conocer que las estimaciones internacionales indican un asenso sostenido del valor del metal rojo para los próximos cinco años. Proyectos sanjuaninos como Altar, Pachón, Los Azules y Constelaciones reaniman su materialización ayudados por el contexto.
La sostenida desaceleración de la economía china ha generado una gran preocupación en los mercados internacionales del metal rojo. Esto se debe a que la gran potencia asiática es el principal importador de cobre del mundo y un socio más que relevante para países que explotan este mineral como Argentina y Chile. Sin embargo, y pese a estos temores, el Gerente Corporativo de Comodities de Scotiabank, Ben Isaacson, pronostica un positivo escenario para dicho metal en los próximos cinco años según un cúmulo de estudios macroeconómicos realizados desde su plataforma de investigación.
El profesional indica que los precios de la materia prima se mantendrán estables, entre los US$ 2 y US$ 2,50 por libra, entre 2016 y 2017. A su vez, después de este período prevé una importante recuperación, lo que se traduciría en un beneficio para los proyectos cupríferos sanjuaninos como Altar, Pachón, Los Azules y Constelaciones. “Con los inventarios globales permaneciendo en bajos niveles, el precio del cobre se elevará de manera significativa en el mediano plazo, cuando el mercado vuelva al déficit, impulsado por una falta de suministros”, afirma el experto. De esta manera, para fines de 2018, 2019 y 2020, se proyecta que los precios del utilizado mineral se situarán en US$ 2,75, US$ 3,00 y US$ 3,25 por libra, respectivamente.
Esta recuperación y mantenimiento del valor del metal rojo en los mercados internacionales, sumado a las nuevas políticas del gobierno nacional en relación a la captación de inversiones propondrían una situación estable y beneficiosa para el desarrollo de algunos proyectos vecinos a su materialización como Los Azules, Pachón, El Altar y Constelaciones (los más avanzados dentro del cordón cuprífero de San Juan).
El beneficio se amplía si se toman en cuenta los consejos que el gerente corporativo de Scotiabank lanzó a las empresas ligadas al cobre: “Los principales desafíos que debe vencer la minería cuprífera son los altos costos de producción en la extracción del mineral, que han aumentado en más de un 200% desde 2005, y el bajo promedio de la ley (calidad) del mineral en los nuevos yacimientos”. Tomando esta última declaración, se puede afirmar que la provincia de San Juan viene preparando el terreno en materia de reducción de costos para afrontar los proyectos cupríferos.
El yacimiento Los Azules viene desarrollando un plan de reducción de gastos para convertirse en la mina de cobre con menor costo del mundo. Cabe resaltar que la compañía McEwen Mining reformuló los métodos originales de extracción y transporte de cobre para reducir gastos, y de esta manera, trabajar con valores que le permitan competir a escala global. Por su parte, el histórico proyecto Pachón también realizó una reducción de su proyecto original para acercarse de manera más veloz a su materialización. Inicialmente contemplado como un proyecto binacional, el actual proyecto íntegramente sanjuanino redujo a la mitad la inversión inicial reformulando la cantidad de mineral a explotar por año para volver viable su puesta en funcionamiento.
Por su parte, cinco años de valores en asenso en los mercados del cobre beneficiaría a las inversiones que continúa realizando la empresa NGEX Resources en el proyecto Constelaciones, que abarca la zona de Josemaría en San Juan y Los Helados, en Chile. La futura señal positiva del mercado de valores del metal rojo también propondría un halo de seguridad para las inversiones en el proyecto El Altar, que desde hace una temporada realiza pequeñas tareas exploratorias esperando un guiño del mercado que le permita profundizar en las perforaciones. Recientemente, representantes de la empresa Peregrine Argentina S.A, subsidiaria de Stillwater Mining informó que esperan que llegue septiembre para reactivar las tareas en el yacimiento cuprífero localizado en el departamento Calingasta.
Luego de que en 2012 se esfumaran los rumores del cierre definitivo del proyecto cuprífero calingastino, la compañía McEwen Mining comenzó a desarrollar un plan de adecuación y optimización del proceso de trituración, flotación y extracción de cobre. El plan original consistía en enviar un concentrado transportado por un oleoducto hacia puerto chileno, pero luego se cambió por el procesado en mina con la formación de cátodos de cobre (planchas) para reducir el monto de impuestos.
La reducción de costos también incluyó la reutilización de lo que antes se creía descartable, ya que el material estéril procesado del proyecto podrá servir para la formación de pilas de lixiviación. Cabe resaltar que Los Azules aún se encuentra en estado avanzado de exploración y para llevarlo a una etapa de prefactibilidad “todavía se necesitan cuatro o cinco temporadas más de exploración con una inversión no menor a los 125 millones de dólares”, comentó el Country Manager de la empresa, Carlos Liggesmeyer.
La compañía NGEX Resources fue una de las pocas empresas que continuó realizando inversiones exploratorias en el cordón cuprífero sanjuanino en medio de una crisis financiera internacional marcada por las medidas del anterior gobierno nacional que frenaron la llegada de capitales de riesgo al país. El proyecto Constelaciones, que abarca la zona de Josemaría en San Juan y Los Helados, en Chile ya tiene aprobado la construcción de su campamento y de entrar en etapas finales significaría una inversión inicial de 3.080 millones de dólares.
Según los estudios preliminares de la compañía, las reservas podrían extenderse al menos por cinco décadas y el capital sustentable durante toda la vida útil de la mina podría alcanzar los 4.360 millones de dólares. La minera también informó que el transporte de mineral se hará por camión hasta puerto chileno y que la energía del yacimiento provendrá de una línea de transición de 250 kilómetros conectada a la subestación de Rodeo, en Iglesia.
El histórico proyecto cuprífero de la provincia de San Juan modificó su plan de operación y futura explotación en 2015 para adecuarse a los valores del mercado con la clara intención de reducir sus costos y acercarse a su materialización. En su paso por San Juan, el CEO y director de Glencore, Aristotelis Mistakidis, oficializó el rediseño de toda la operación por lo que el proyecto ya no será binacional con planta de proceso en San Juan y envío de concentrado a Chile, como estaba previsto originalmente.
El ejecutivo también ratificó en su momento que el emprendimiento reduciría su inversión inicial a 3.000 millones (la mitad del dinero previsto en el plan original) y que empleará a unos 4.000 empleados durante su construcción y unos 1.200 para la etapa de producción de cobre, con la salvedad de que “no se contratará mano de obra ni proveedores del vecino país trasandino”.
Ubicado en el departamento Calingasta y a tan solo 50 kilómetros del proyecto Los Azules, el yacimiento cuprífero El Altar continúa realizando tareas exploratorias en temporada primaveral para determinar la presencia específica de recursos minerales. En 2014 la empresa Stillwater Mining adquirió el proyecto y anunció la continuidad de exploración en el pórfido de cobre-oro que hasta ese momento contaba con recursos medidos e indicados de 7,4 millones de libras de cobre y recursos inferidos de cobre de 4,3 millones de libras, ambos con una ley de corte de un 0,3%.
La idea original de Stillwater es concentrar esfuerzos en los próximos cinco años para definir con más detalle los recursos y de esta manera generar un estudio de factibilidad y un estudio de ingeniería definitivo, que se espera tenga un costo superior a los 25 millones de dólares por año. Cabe recordar que la propiedad calingastina también cuenta con importantes recursos de oro (1.500.000 onzas de recursos medidos e indicados).
