El cerro El Tambolar es el protagonista de la escena: dos incipientes bocas de túneles de 7 metros de ancho por 8 metros de alto comenzaron a definir lo que será el desvío del río San Juan para la construcción del cuarto dique sobre este cauce. Y la roca parece decir "ya no hay marcha atrás".
Tiempo de San Juan recorrió la obra guiado por el ingeniero que tiene a cargo el Plan de Ejecución del proyecto, Silvio Ravanelli, y con Ricardo Donnici, quienes mostraron todos los frentes de una obra descomunal en la tierra de Margarita Lima, la 'santa de Pachaco'.
Los túneles atravesarán el cerro El Tambolar de Este a Oeste, allí las dos máquinas tuneladoras hacen el trabajo principal dirigidas por manos expertas. Los ingenieros aseguran que es "muy fácil" manejarlas, pero desde arriba de la impresionante máquina, la cantidad de palancas, botones y relojes hacen que parezca una tarea imposible para un mortal común. Cada una de estas máquinas perforadoras de roca, cuesta 2 millones de dólares, por eso sus operarios son altamente capacitados para cuidar al extremo las moles de dos brazos.
Hace dos semanas que comenzaron a excavar la roca para los túneles principales, de 440 y 490 metros de largo cada uno. El de la derecha será el túnel de desvío y el de la izquierda, el de descarga. A fin de año debería estar terminada la tarea de perforación y luego de eso les tomará otros 4 meses hormigonar los túneles.
El cabezal que taladra la roca, llamado broca de perforación, cabe en una mano, hay uno en cada brazo de la tuneladora. Está fabricado de acero al tungsteno, una aleación que da gran resistencia al acero con un amplio rango de temperatura y es capaz de romper la piedra más dura. Cada broca cuesta 120 dólares y se cambian cada 1.500 metros.
Hay un tercer túnel que se construye, un poco más separado de los otros dos, que será de servicio, para llegar hasta la cámara de compuertas y poder cerrarlas o abrirlas, y se podrá transitar en camioneta.
En toda el área de los túneles se realizó una gran tarea previa de contención de la montaña con malla metálica, desde la cima hasta donde se está perforando, para evitar que cualquier desprendimiento afecte a los trabajadores y a su tarea.
Unos 30 obreros trabajan allí, parte de los 300 hombres que hay en toda la obra del desvío del río que comenzó hace un año, y que serán 400 en el pico de esta etapa.
La UTE Techint Panedile comenzó a trabajar en los estudios para la obra mucho antes de firmar el contrato con el Gobierno de San Juan, en octubre de 2015.
Esta primera etapa I incluye la obra de desvío del río que significa un 22 % de toda la construcción y tomará dos años y medio de trabajo intenso, con una inversión de 68 millones de dólares proveniente del Fideicomiso Punta Negra.
La segunda etapa, que incluye el resto de la obra, estará a cargo de la UTE Panedile y PowerChina, con crédito de ese país, unos 400 millones de dólares. Requerirá unos 1.500 trabajadores, casi todos exobreros de los dos diques anteriores.
Tiempo de San Juan visitó la zona en abril de 2015, cuando el movimiento era incipiente. Ahora, después de las últimas crecidas del río, todo el paisaje cambió. La explanada donde había tres módulos móviles en la margen izquierda del río ya no existe, fue arrasada por la crecida. Ahora, y a pesar de la temporada, el río se ve caudaloso y prometedor.
Las obras se concentran a lo largo de la margen derecha del río San Juan, como el campamento, ubicado a pocos metros de la base de Pachaco. Tendrá capacidad para 1.000 personas y ya cuenta con comedor, sala de juegos y enfermería con médico permanente. Su estructura es resistente a los sismos y a los bravos vientos de la zona. Tendrá servicio de internet, DirecTV y planta de tratamiento de líquidos cloacales propia.
También está muy avanzado el obrador, ubicado a unos 10 kilómetros de Pachaco y aguas arriba de la futura obra de embalse. Allí se ubicarán las oficinas para jefatura de obra, técnicas, control de gestión, administración de contrato y representante técnico. También los edificios para almacenes, comedor, oficinas de personal, servicio médico, obrador para obras civiles y electromecánicas y las plantas de elaboración de hormigón y áridos.
El obrador ya tiene operativo el sector para los talleres de mantenimiento de equipos, mantenimiento eléctrico, playa de equipos, estación de servicio de combustible y obradores para personal de movimiento de suelos y excavación en roca.
En ésta área hay una báscula en la que se pesan todos los materiales que entran en la obra, cemento, hierro, explosivos y hasta el gasoil, para poder controlar lo que se va gastando y poder prever el abastecimiento.
Todos los residuos del campamento y del obrador tienen tratamiento separado, son acumulados en un área especial y son restirados de ahí por empresas que los compran para su reciclado aceites, maderas, neumáticos, plásticos, etc.
En un lugar especial, alejado del campamento y del obrador, se ubica el polvorín, donde se guardan los explosivos. Por semana se usarán entre 15.000 y 20.000 kilos.
El movimiento a lo largo del camino interno es intenso con la construcción de la línea eléctrica provisoria, para uso exclusivo de la obra. Mientras tanto la UTE negocia la realización de la línea definitiva desde la subestación, que estará metros abajo de la casa de máquinas, hasta la estación transformadora de Calingasta, a 50 kilómetros, donde se insertará la energía generada por El Tambolar.
Las cifras impresionan: sólo en material de relleno de presa se usarán 4.964.400 m3, los técnicos explican que la zona es rica en variedad de materiales, que se irán mezclando según las necesidades de cada proceso y cada obra.
Los expertos, que ya tienen la construcción de varios diques a sus espaldas, coinciden en que El Tambolar es un obra más compleja que Los Caracoles y que Punta Negra. Entre otras cosas, la casa de máquinas estará a 2,5 kilómetros del paredón y tendrá una chimenea de equilibrio, una obra que no tienen los otros dos diques.
"En este caso la chimenea de equilibrio es necesaria porque al estar más lejos el ingreso del agua para la generación, para que el golpe de ariete del agua no reviente la tubería de conducción, se construirá esta chimenea que servirá de escape del agua y aliviará la presión. Tendrá 115 metros de altura y 15 metros de diámetro, también excavada en la roca", explicó Ravanelli.
La casa de máquinas, donde estarán las turbinas de generación, tendrá 62 metros de largo, 20 metros de ancho y 35 metros de altura. Estaba planificada dentro de la montaña, pero según las nuevas directivas de Energía Provincial Sociedad del Estado (EPSE), quien administra la obra, este sector estaría afuera.
"Entendemos que sería mejor a casa de máquinas en caverna, porque siendo zona sísmica adentro de la montaña estaría mejor protegida, el cerro le reduce el movimiento. Pero la decisión de inspección es que proyectemos afuera", dijo Ravanelli.
Agregó que esta obra tendrá más dificultades que Punta Negra porque no tendrá nada arriba para contener las crecidas del río. Por eso se tomarán muchas previsiones en la construcción de las estructuras de defensa. Además la obra tendrá en contra el arroyo El Tambolar, de régimen pluvial, pero muy peligroso ya que tiene una pendiente de 12 %, arrastra mucho material y desemboca casi justo en la zona de obra del paredón. "La excavación en la zona de la presa será de 15 metros para abajo, esto equivale a un edificio de 5 pisos, y si se produce una crecida del arroyo no alcanzas a sacar máquinas ni nada", explicaron los ingenieros.
La presa es de tipo enrocamiento con cara de hormigón. La cota de coronamiento será de 1.218 msnm, con 113 m de altura desde el nivel de fundación en el cauce hasta la corona. La longitud del coronamiento es de 462.50 m aproximadamente, con un ancho de 10.5 metros.
El cuerpo principal de la presa serán gravas bien graduadas del aluvión del Río San Juan y enrocamiento producto de las excavaciones en roca. La resistencia sísmica de la obra se he definido para soportar un movimiento de 8 grados en la escala de Richter.
Toda la energía se produce con generadores, que consumen unos 60 litros de combustible por hora en verano y unos 90 l/h en invierno. También con combustible se alimentan las calderas para dotar de agua caliente al campamento.
"No hay mujeres en la obra de construcción pero sí en el área de seguridad y enfermería. La experiencia me ha demostrado que así obtenemos mejores resultados", aseguró el ingeniero.
El Tambolar será el segundo dique en generación de energía en San Juan, con 343 GWh de energía media anual, después de Los Caracoles que tiene capacidad para generar 600 GWh. En tercer lugar se ubica Punta Negra con casi 300 GWh.
Este cuarto dique tendrá el mayor volumen de embalse, 605 hm3, mientras que Los Caracoles tiene 565 hm3, Punta Negra, 500 hm3 y Ullum, 440 hm3. Estas cifras de los tres espejos de agua son las que hacen soñar con un maravilloso circuito turístico cuando el camino del perilago esté terminado.
Ahora mismo, desde la vieja ruta 12, a casi 1.300 metros de altura, el paisaje, ya casi olvidado por los sanjuaninos, es de una belleza abrumadora.
Los volúmenes de movimiento estimados de suelos son:
Excavación para ataguía 257.400 m3
Construcción Ataguía 593.320 m3
Excavación en material suelto para presa 2.700.000 m3
Excavación en roca para presa 280.000 m3
Limpieza de fundación en lecho 1.296.400 m3
Excavación rectificación del río Tambolar1.238.524 m3
Excavación para aliviadero en terreno suelto 7.500 m3
Excavación en roca para aliviadero 1.142.870 m3
