En tren de garantizar el abastecimiento de combustibles, la recolección de residuos y el reparto de mercadería en los supermercados, el Gobierno dictó hoy la conciliación obligatoria e intervino así en la pulseada salarial que sostienen el gremio de los camioneros, que lidera Hugo Moyano , y la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), que reúne a unas 45 cámaras.

El gremio de Moyano exige un aumento salarial de 42 por ciento y una compensación extra por las quitas del impuesto a las ganancias. Ayer, los empresarios ofrecieron una suba de 28% en tres tramos. Argumentaron una caída en los volúmenes a transportar y la suba de la nafta y de las tarifas. La propuesta empresarial no prosperó y fue lo que desencadenó en paros sectoriales de las diferentes ramas de los camioneros. Tras conocer estos detalles, desde Ginebra, donde participa de la cumbre de la Organización Internacional del Trabajo, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca , ordenó dictar la conciliación obligatoria, según ratificaron a LA NACION fuentes cercanas al funcionario y desde el sector empresario.

La cúpula de la Fadeeac y los gremialistas volverán a reunirse el miércoles próximo, en la sede laboral de avenida Callao. Hasta entonces, el paro debería quedar sin efecto. Si camioneros no cumple la conciliación, podría ser sancionado económicamente, como ya sucedió durante la gestión de Cristina Kirchner en un episodio similar.

La postura que adopte el gremio se conocería hoy. Moyano convocó a una reunión en la sede gremial de San José 1781 para definir los pasos a seguir.

A modo de presión, Pablo Moyano, el número dos en el escalafón jerárquico de los camioneros, insistirá en que si no hay un acuerdo favorable propiciará una huelga de la actividad en todo el país, lo que podría afectar el suministro de combustible, de mercadería para los supermercados, la recolección de residuos y el transporte de caudales.

ÁMBITO

Ámbito confirmó que el paro de camioneros dedicados a la distribución de combustibles es un peligro más que se añade en un contexto de fuerte complicación para el suministro de gas y electricidad en todo el país. El sistema energético está operando desde el miércoles en límites inéditos y si el consumo residencial sigue subiendo por el frío, hay riesgo de cortes de luz por falta de generación, carencia de GNC para vehículos y baja presión de gas en los hogares.

El miércoles, el pico de la demanda eléctrica del día se produjo a las 20,30 con un total de 22.633 megavatios, de los cuales 1.481 correspondieron a importaciones de los países limítrofes y sólo 21.172 a la generación local. Esta última cifra está más de 3.000 megavatios por debajo de lo que el sistema produjo en febrero pasado, y se debe sobre todo a la indisponibilidad de las centrales térmicas.

Como en otros aspectos de la economía, puede sospecharse que las empresas están siendo menos colaborativas con el actual Gobierno que con el anterior y aun cuando desde febrero ya hubo aumento en el precio mayorista que es el que perciben las generadoras. Pero en el Ministerio de Energía, a cargo de Juan José Aranguren, sostienen en cambio que hay varias máquinas que están en mantenimiento porque mayo es el mes habitual para esa tarea, y que los tiempos se estiraron más de lo esperado a lo que se suma el adelantamiento de las temperaturas de invierno. También afirman que desde que se da la señal de precio hasta que se concreta la inversión, tiene que mediar un tiempo. 

A la indisponibilidad térmica, se suma que en las hidroeléctricas más importantes del Comahue, la cota está por debajo del máximo y más bien acercándose al mínimo con tendencia descendente. Es el caso de Alicurá, Piedra del Águila y El Chocón, en las que además se intenta preservar reservas para responder al consumo de julio que , según se estima, llegará a nuevos récords por temperaturas todavía más extremas.

Por otra parte, la central nuclear de Embalse está también fuera de servicio por mantenimiento y reparación, lo que resta 650 megavatios de base, es decir de la energía que se produce ininterrumpidamente las 24 horas del día.

Según fuentes empresarias, durante esta semana, debían llegar a las generadoras térmicas unas 80.000 toneladas de fuel y 132.000 metros cúbicos de gasoil, y si no llegaron (o no llegan) por la medida de fuerza de camioneros, puede haber más faltante de electricidad con necesidad de volver a los cortes programados como en algunos días del verano.

En el suministro de gas, el panorama también está al límite, aun cuando las grandes industrias recibieron ya la orden de llevar a cero el consumo, y también se limitó el uso del producto para las generadoras eléctricas. Faltan unos 5 millones de metros cúbicos de gas provenientes de Bolivia, lo que equivale al 3% del consumo local en un día de invierno.

Pero en medios empresarios, se afirma también que el Gobierno no tuvo los reflejos necesarios para aumentar a tiempo la cantidad de cargas de GNL para regasificar, cuando en mayo el consumo hogareño aumentó por el frío y no respondió al anuncio del tarifazo.

Si hoy el uso del gas de usuarios residenciales sigue en ascenso, mañana empezarían los faltantes de GNC para vehículos, y la baja de presión en las zonas ubicadas en los puntos extremos de las redes de distribución del fluido.