Sánchez dijo a la prensa que De la Rey Venter, vicepresidente ejecutivo de Shell, a través de BG Bolivia, hizo el anuncio de estas inversiones, aunque no dio cifras.

De acuerdo con el ministro boliviano, el objetivo principal de la visita de Shell a Bolivia es ratificar su permanencia para continuar con la exploración en el área de Huacareta, donde ya se realiza la prospección sísmica.

Asimismo la compañía petrolera habló de enfocarse en la ejecución inmediata de las operaciones de exploración en el área de Caipipendi.

Las autoridades de hidrocarburos se reunieron con De la Rey Venter y Eugene Okpere, vicepresidente de Exploración de Shell, entre otros altos ejecutivos.

Sánchez señaló que "los grandes recursos que tiene Bolivia y la seguridad jurídica hacen que empresas de la talla de Shell se interesen en trabajar en esta región".

El funcionario garantizó la seguridad jurídica a las inversiones extranjeras, "la presencia y la vuelta de Shell a Bolivia lo justifica".

"Shell está en Bolivia para quedarse por más de 100 años", aseguró el ministro.

Los ejecutivos de Shell presentaron de manera oficial su compromiso con el país en exploración para encontrar nuevas reservas y producir volúmenes de manera inmedia

Mientras tanto, según informó El Nuevo Herald, la petrolera anunció su intención de retirarse de “entre cinco y diez países” en el marco de un plan de recortes que incluye la venta de instalaciones de gas y petróleo.

Este plan, anunciado tras la compra de BG Group y que tiene el objetivo de reducir costes tras la fusión, ha sido ahora ampliado a un total de $4,500 millones de ajuste, 1,000 millones más de lo anunciado inicialmente.

“La integración se está acelerando y hoy esperamos más sinergias, a un ritmo más rápido”, dijo en un comunicado el director general del grupo, Ben van Beurden, en respuesta al escepticismo de algunos inversores sobre la fusión, acordada en febrero en un contexto de caída de los precios del crudo.

Para el periodo 2016-2018, Shell mantiene sus previsiones de ventas de activos por valor de $30,000 millones aunque la petrolera asegura no tener prisa para alcanzar ese objetivo.

Las ventas de activos de Shell, que ya había anunciado la supresión de miles de empleos, buscan adaptarse a un contexto difícil para el sector.