Los bonos por término de negociación entregados este año promedian $2.735.675 versus los $16.800.000 otorgados en el convenio colectivo firmado en diciembre de 2012 en la división, según informó El Mercurio de Calama.
El fin del superciclo del cobre, que comenzó en 2006 y que alcanzó su peak en 2011 cuando la libra del metal rojo se cotizó en US$3,99656 en la Bolsa de Metales de Londres, dio paso a un periodo de ajuste en la industria minera, que hoy transa su producto estrella en US$ 2,13793 promedio. Lo que ha llevado al sector a implementar estrictos planes de reducción de costos.
Estrategia que ha sido particularmente agresiva en Codelco, que liderada desde septiembre de 2014 por el presidente ejecutivo Nelson Pizarro, implementó lo que el propio ingeniero civil de minas denominó una “economía de guerra” que en 2015 se tradujo en US$ 1.203 millones de ahorro. Ejercicio en que Pizarro anticipó además el “fin de los bonos millonarios”.
Frase que resuena hoy con más fuerza, considerando que a fines de 2016 o principios de 2017 los cerca de 5 mil trabajadores del estamento Rol B de la división Chuquicamata, representados por los sindicatos 1, 2, 3, 5, Minero, y 1 de Antofagasta, deben negociar su contrato colectivo con una administración que recientemente aseguró que la actual crisis que atraviesa el principal commodity “pone en riesgo el futuro de la división y los trabajadores”.
Acuerdos de 2015
El 12 de febrero de 2015 el Sindicato de Supervisores de Andina (Sisan), alcanzó un convenio colectivo valido por 38 meses. Acuerdo que se cerró luego de negociar anticipadamente un 1,85% de reajuste salarial y un bono por término de negociación (BTN) de $12.000.000.
Una semana más tarde, el 20 de febrero, fue el turno del sindicato de Supervisores y Profesionales de la división Ministro Hales (DMH), el primer proyecto estructural de Codelco en concretarse, que cerró su primera negociación colectiva acordando una vigencia de 39 meses; un reajuste salarial de 1,85%; un BTN de $8.440.000; y un préstamo de $3.000.000.
En octubre del mismo año el sindicato de Supervisores y Profesionales de Radomiro Tomic (RT), fue el primero en negociar tras la advertencia de Nelson Pizarro de poner fin a los bonos millonarios y la advertencia se cumplió, pues el reajuste salarial se acotó a los resultados del IPC y el BTN quedó en $3.000.000. Convenio colectivo que tendrá una vigencia de 24 meses.
Lejos de los cerca de $16 millones, entre BTN y préstamo, y el reajuste salarial de 3,95%, que la cuprífera les entregó en noviembre de 2011, cuando firmaron contrato por 46 meses.
En diciembre de 2015, en tanto, fue el turno del Sindicato N°1 y Turnados Rol B de la división Ventanas, de la Quinta Región, que sin reajuste de sus remuneraciones y tras acordar un bono por término de negociación por $2.000.000, firmó un contrato vigente por 24 meses, ratificando una tendencia que continuaría el 2016.
2016 sigue a la baja
En enero de este año fue el turno del Sindicato Industrial de Integración Laboral (SIIL) de la división Andina, que negoció con la administración sin lograr un reajuste salarial, pero acordando un BTN de $3.371.351, el más alto en casi un año. Contrato que tendrá una vigencia de 24 meses.
Durante el mes negoció también el Sindicato de Trabajadores, Profesionales y Administrativos de la Vicepresidencia de Proyectos (VP), unidad a cargo de construir los proyectos de desarrollo y estructurales de Codelco. Este gremio tampoco logró reajustes salariales y tras firmar un contrato por 30 meses, sus asociados recibieron un bono de $2.100.000.
De esta forma, los bonos por término de negociación entregados este año por Codelco promedian $2.735.675, versus los $16.800.000 otorgados en el convenio colectivo firmado en diciembre de 2012 por los seis sindicatos de Chuquicamata, es decir, una diferencia de un 84%.
Antecedente a considerar, es que en lo que va de 2016 la libra de cobre promedia un valor de US$ 2,13793 en los mercados, un 59% más bajo que los US$ 3,60593 que promedió en 2012, cuando el actual convenio colectivo de Chuqui fue firmado. Acuerdo que tiene vigencia hasta febrero de 2017.
Otra minera ligada a Codelco, aunque en propiedad mayoritaria (51%) de la norteamericana Freeport-McMoRan, Minera El Abra, tuvo dos procesos de negociación este 2016. El primero en negociar en forma anticipada fue San Lorenzo, que acordó un reajuste salarial de acuerdo al IPC, y un bono por término de negociación de $6.700.000. Mientras que el sindicato El Abra fue a la reglada, en el que obtuvo el mismo reajuste salarial y un BTN de $6.300.000.
Sobre la próxima negociación o convenio colectivo, la presidenta del sindicato de trabajadores N°2 de Chuquicamata, Liliana Ugarte, aclaró que los gremios no han tenido ningún tipo de acercamiento con la administración de la estatal y aún es un misterio si será anticipada o reglada.
De todas maneras, la dirigente dijo que “entre los objetivos principales que tendremos será primero la empleabilidad; segundo la mantención de los beneficios que ya se han adquirido; y en tercer lugar la igualdad, porque no renunciaremos a la igualdad”.
Ugarte agregó que si bien las condiciones del negocio no son las óptimas, tampoco tienen tan claro “que la situación sea tan catastrófica y creemos que hay oportunidades de ahorro en otras áreas, como una mejor gestión productiva, una mejor política de terceros, de abastecimientos, que dejan más dividendos que rebajar los sueldos, despidos o conflictos con los sindicatos”.
Acerca de sus expectativas para el próximo proceso, la sindicalista advirtió que “nosotros estamos por resguardar lo que hemos conseguido y menos de eso no podemos tener y en condiciones de contingencia, duras, como está pasando ahora, sabemos que es complicado aspirar a otros bonos, otros tipos de beneficios, pero los que están en el contrato colectivo no los vamos a transar”.
Consultada Ugarte sobre la homologación de beneficios entre los trabajadores de la división, iniciativa que es una de las aspiraciones de la reforma laboral, dijo que “esperamos que la reforma regule ese tema y lo aplique y que lo exija principalmente para las empresas estatales y en la medida que eso sea ley Codelco deberá aplicarlo como corresponde. No obstante, nosotros vamos a seguir insistiendo, porque no podemos tener una empresa que discrimina y tenga trabajadores de primera, segunda y tercera categoría”, criticó.