ROBERTO AGUIRRE
En la última Jornada de Energía organizada por el diario “Río Negro”, el entonces CEO de Shell Argentina, hoy ministro de Energía, Juan José Aranguren, tomó como propio un sentir de buena parte de la industria en ese momento. Señaló que YPF tenía demasiadas áreas petroleras, y que era necesario abrir el juego a nuevos actores para poder traccionar inversiones.
Apenas un año más tarde, y acaso bajo el influjo de ese precepto, la nueva YPF lanzó un plan de desinversión en bloques que considera marginales para su negocio. Nadie se anima a ponerle un número, pero en el sector creen que hay al menos 20 áreas en todas las cuencas cuyos costos operativos están por encima de lo que empresa está dispuesta a pagar.
La revisión de activos salió de la vicepresidencia de Desarrollo de Negocios, que comanda Fernando Giliberti. La premisa, según pudo saber este medio de fuentes de la compañía, no fue tanto cuánto producen estos yacimientos, sino más bien cuánto deberían producir para que el esfuerzo de tenerlos en marcha valga la pena en la escala de negocios de la compañía.
La línea, entonces, incluye bloques con escasa producción y algunos muy atractivos como El Medanito, en Río Negro, que genera unos 330 metros cúbicos de petróleo por día. Justamente en esa provincia, cada vez más importante para su estrategia de desarrollo, la petrolera de bandera dará el primer paso, al desprenderse de tres yacimientos enteros y de participaciones en otros tres, donde está asociada con Chevron -que también le puso cartel de venta a sus activos en esa provincia- y Tecpetrol, el brazo petrolero del grupo Techint.
Tal como anunció este medio la semana pasada, YPF ya envió un correo electrónico a varias compañías ofreciendo estos bloques. El valor, obviamente, lo mantienen en reserva a la espera de ofertas. Pero nadie espera que supere los 100 millones de dólares, e inclusive algunos empresarios creen que valen bastante menos.
El perfil de comprador que imaginan es el de una empresa pequeña, cuya escala de negocios le permita obtener rentabilidad en bloques donde sacar un metro cúbico de petróleo es caro.
En el sector suelen denominar esta corriente como el “modelo Oilstone”, en referencia a la pequeña operadora especialista en recuperar yacimientos depletados, que ya trabaja en áreas de YPF. Se trata de un esquema poco habitual en Argentina, donde el mapa petrolero está repartido entre los pesos pesados que incluyen a estos bloques como la “pelusa” de su negocio.
Pero en estos momentos, la escala podría ser un problema. Por primera vez en mucho tiempo sobra crudo Medanito y las pequeñas operadoras no consiguen colocarlo en las refinerías, que se abastecen en buena parte de sus propios yacimientos ya que están integradas (ver página 5).
Este proceso de desinversión se inscribe en la línea de empresa eficiente que pregona el presidente de la compañía, Miguel Ángel Gutiérrez. En un sector del gobierno nacional ronda la idea de segmentar más el negocio petrolero en Argentina. Entienden que la política de Miguel Galuccio de engordar la cartera de activos de la compañía no dio resultados y dejó a YPF con más acres de los que puede poner en valor.
En la provincia de Neuquén también defienden esa línea, que el exgobernador Jorge Sapag esgrimió muchas veces en medio de la polémica por la ley de hidrocarburos, en la práctica una cristalización del mapa petrolero. Es el modelo que se encontró en sus primeros viajes a Canadá, donde la revolución del tight oil llegó de la mano de pequeñas firmas que canalizaban fondos de renta de variopintos orígenes. En Estados Unidos, hubo empresas que se desarrollaron de la mano del shale con un concepto más gerencial, como Chesapeake o EOG.
Pero donde algunos ven una estrategia de negocio para quitarle lastre a YPF, otros, como el exintendente de Cutral Co, Ramón Rioseco, creen que podría tratarse de un paso preliminar para un desguace de la empresa.
Desde el gobierno neuquino aseguraron a este medio que no tienen noticias sobre una posible cesión de derechos de parte de YPF en bloques de la provincia.
Sí se mostraron más preocupados por la cantidad de bloques exploratorios que tiene la compañía (unos 22) que vencen entre este año y 2018. En la mayoría de esas áreas no hay ni siquiera un proyecto presentado. En algunas, la compañía tiene una sociedad con la firma provincial GyP.
Según pudo saber este medio, tampoco en Mendoza hubo contactos para informar sobre el desprendimiento de bloques.
En Chubut y Santa Cruz también siguen de cerca el tema, ya que entienden que hay muchos yacimientos con un rendimiento por debajo de lo esperado, más en momentos de caída del petróleo.
La revisión salió del área que conduce Fernando Giliberti y apunta a desprenderse de aquellos activos que están fuera de la escala de negocios de YPF.
“El desafío es poner el foco en la eficiencia y en eso vamos a trabajar en estos meses. He llevado ese mensaje a las operaciones”,
u$s 100: son los millones de dólares que marcan el techo de lo valdrían las áreas que YPF puso en venta en Río Negro.
330 m³: por día de petróleo produce el yacimiento El Medanito según los números oficiales.
109: son los yacimientos que controla YPF según informó a la Comisión de Valores de Estados Unidos. Casi 40 no tienen producción.