Como es sabido, Ebisa es la empresa estatal designada por el Gobierno argentino para comercializar la energía y los servicios producidos por la binacional, en representación de ella; de la misma manera que el Gobierno paraguayo designó para esa función a la Administración Nacional de Electricidad (ANDE). Según fuentes de la EBY, en los últimos años los pagos a la entidad por la energía suministrada al mercado argentino se fueron reduciendo, acumulando a la fecha una significativa deuda que fue incluida dentro del “paquete” que está siendo negociado en la comisión técnica conformada para la revisión del Anexo C.
De acuerdo a las normas del sector eléctrico argentino, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) es la encargada de cobrar a las distribuidoras, como Edenor y Edesur, por la electricidad despachada y luego pagar a las generadoras.
Un informe publicado a finales de 2014 ya alertaba sobre los “desbarajustes” en el sector eléctrico durante las administraciones kirchneristas hacia el final de su ciclo y mencionaban en ese entonces una deuda de más de US$ 2.160 millones por la energía que reciben las citadas distribuidoras y luego venden a sus clientes.
Esta situación continúa a la fecha y ya es calificada de “preocupante” por los administradores de la EBY en Paraguay, puesto que esta suministra el 18,2% de la energía que consume el sistema argentino y la mora en los pagos deriva también en un retraso de las remesas recibidas del vecino país para el flujo de caja.
Cabe aclarar que esto no tiene relación con los pagos que realiza el Gobierno argentino por la cesión de energía que corresponde al Paraguay en Yacyretá, aunque la situación es similar en cuanto a los retrasos en los desembolsos, teniendo en cuenta que hace apenas unos días fue cancelada la deuda correspondiente a 2014 y se empezó a pagar por 2015, quedando pendiente el monto a percibir por este año. En total, Argentina le transfirió este año al Tesoro paraguayo US$ 22,3 millones, con lo que canceló la cuenta de US$ 19,2 millones de 2014 y anticipó parte del 2015, quedando un saldo de US$ 61,9 millones, más el de 2016.
En opinión del especialista José Luis Enciso, el equipo negociador de Paraguay debería ponerse firme en este tema, tal como lo hacen los bolivianos con el gas. “Es de público conocimiento que Bolivia, el primer mes envía la factura; el segundo mes, una nota advirtiendo que si el tercer mes no pagan, les cortan el suministro. Pero acá la falta de pantalones largos por parte de nuestras autoridades es recibida con regocijo por la empresa argentina Ebisa”, señaló Enciso.
En los cuatro primeros meses de este año, la usina paraguayo-argentina, que hoy trabaja con 17 de sus 20 unidades, generó 7.066.036 MWh, cantidad que generarían siete centrales como Acaray.
En el lapso, el Sistema Paraguayo contrató 1.099.817 MWh, equivalente al 31% de la parte que le pertenece en la usina y “cedió” a la Argentina el 69%.